1. Stalker - Theme (4:18)
2. Stalker - Train (4:35)
3. Solaris - III (4:31)
4. Solaris - Station (3:21)
5. Solaris - Listen to Bach (The Earth) (3:03)
6. The Mirror - Exodus (6:57)
7. Stalker - They Go Long (4:38)
8. Solaris - Dream (6:58)
9. Stalker - Meditation (5:21)
10. Solaris - Ocean (11:30)
11. Solaris - Picture B. Brueghel "Winter" (5:33)
12. Solaris - Return (4:45)
13. Dedication to Andrei Tarkovskiy (9:21)
Uno de los directores de cine que más me fascinan es el ruso Andréi Tarkovski. Todavía no he visto todas sus películas, pero sí la mayoría, y voy entendiendo a qué se refería el cineasta cuando decía que en su cine intentaba "esculpir el tiempo". Las suyas son obras audiovisuales pausadas, profundas, con un gran afán inmersivo, definidas sobre todo por su fotografía alucinante y su ambientación detallista. Hace algún tiempo tuvimos por aquí la BSO de Solaris (1972), obra del compositor e intérprete de música electrónica Eduard Artemiev, y tenía gana de comentar alguna otra de sus creaciones para Tarkovski, por ejemplo su fascinante y atmosférica música para el clásico de culto de ciencia ficción Stalker (1979), que es mi película favorita de este director.
Portada de una reedición (1999) del álbum.
No son fáciles de encontrar las ediciones discográficas que contienen las bandas sonoras de Artemiev para Tarkovski, y el álbum que tenemos sobre la mesa será el más repetido en cualquier búsqueda online que se realice. Solaris, The Mirror, Stalker (1990) no es realmente un recopilatorio sino una colección de piezas reelaboradas a partir de extractos de las tres películas del título. Y es una pena, porque este intento de actualizar el sonido de los originales da como resultado una serie de temas con poco mérito musical en lo que a inventiva sonora se refiere; suenan genéricos a más no poder, demasiado asépticos. Cuesta reconocer las melodías de los temas originales, excepción hecha del Meditation de Stalker, que es con seguridad el único tema del álbum que sonó tal cual en la película.
Una edición recortada del álbum, sin temas de Solaris, publicada en vinilo en 2013.
Supongo que la idea de la que surgió este trabajo fue ofrecer una experiencia asequible para un público amplio que, de paso, podría conocer de una vez al bueno de Artemiev, un músico semidesconocido fuera de sus -tampoco especialmente famosos- trabajos para películas de Nikita Mijalkov, Andréi Konchalovski y el mencionado Tarkovski. Y lo accesible pasa en este caso por obviar el elemento textural y minimalista de las obras originales, que en realidad no serían tan inaccesibles para ese público consolidado que se deleita con los primeros trabajos de Tangerine Dream o Klaus Schulze, o con el mundillo ambient de Brian Eno. Cuando escuchas el álbum una segunda vez piensas que en realidad no está tan mal, sino que más bien causa enfado por la tonta decisión que acabamos de describir.
El corte inicial, el tema de Stalker, no está nada mal. Y como el tema original e intacto se incluye en la pista 9, no hay ofensa posible. Después, aunque el sonido general del resto de los temas no es especialmente variado (se diría que el equipo electrónico de Artemiev es modesto), podremos encontrar algunas piezas bastante más arriesgadas como Dream y Ocean de Solaris o Exodus, el único fragmento de El espejo (Mirror, 1975) aquí incluido. El último tema, un homenaje a Andréi Tarkovski, también es interesante.
En cualquier caso, siempre queda la posibilidad de escuchar las bandas sonoras originales para quitarnos la espinita. Lo malo es que no son fáciles de encontrar, ni siquiera para su descarga ilegal. Hay una rara edición japonesa de 1995 de Stalker y Mirror bastante cara para el coleccionismo, y en 2014 se publicó en vinilo una bonita edición de ambas junto con otra individual de Solaris. No conozco cómo está su disponibilidad un lustro largo después, pero entiendo que siguen siendo la opción preferente en la actualidad.
Meditation
El corte inicial, el tema de Stalker, no está nada mal. Y como el tema original e intacto se incluye en la pista 9, no hay ofensa posible. Después, aunque el sonido general del resto de los temas no es especialmente variado (se diría que el equipo electrónico de Artemiev es modesto), podremos encontrar algunas piezas bastante más arriesgadas como Dream y Ocean de Solaris o Exodus, el único fragmento de El espejo (Mirror, 1975) aquí incluido. El último tema, un homenaje a Andréi Tarkovski, también es interesante.
Dedication to Andrei Tarkovskiy
En cualquier caso, siempre queda la posibilidad de escuchar las bandas sonoras originales para quitarnos la espinita. Lo malo es que no son fáciles de encontrar, ni siquiera para su descarga ilegal. Hay una rara edición japonesa de 1995 de Stalker y Mirror bastante cara para el coleccionismo, y en 2014 se publicó en vinilo una bonita edición de ambas junto con otra individual de Solaris. No conozco cómo está su disponibilidad un lustro largo después, pero entiendo que siguen siendo la opción preferente en la actualidad.
Los vinilos de 2014.
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