1. The Big Blue Overture (4:47)
2. Deep Blue Dream (1:33)
3. Sailing to Death (2:22)
4. Rescue in a Wreck (2:34)
5. La Raya (2:05)
6. Huacracocha (5:29)
7. Water Works (3:12)
8. Between the Sky-Scrapers (1:06)
9. Remembering a Heartbear (1:15)
10. Spaghetti del Mare (2:02)
11. Let Them Try (3:20)
12. Synchronized Instant (2:10)
13. Homo Delphinus (8:09)
14. The Monastery of Amorgos (1:16)
15. Much Better Down There (1:40)
16. Cruise of the Dolphin Tribe (2:43)
17. Second Dive (1:50)
18. Leaving the World Behind (2:27)
19. My Lady Blue (5:20)
20. La Raya (original demo) (1:39)
21. Let Them Try (original demo) (0:48)
22. The Big Blue Overture (original demo) (2:45)
Un gran logro de lo que podríamos llamar "new age aplicada" es la banda sonora de El gran azul, película de 1988 dirigida por Luc Besson. Su banda sonora, y sobre todo su tema principal, es un exquisito referente de lo que puede aportar una partitura diferente a una película con grandes aspiraciones desde un punto de vista introspectivo. Le Grand Bleu es una historia sobre buceadores "a pulmón" que en más de un momento consigue llamar nuestra atención sobre las sensaciones de moverse en el medio subacuático (indescriptibles para quien las conoce) más que en la historia personal de los protagonistas. No es el único caso en que se acude a compositores fuera del mundo clásico para acompañar a películas de amplio alcance comercial, mucho menos en aquellos eclécticos años ochenta, y desde luego el trabajo que realiza Eric Serra es sobresaliente.
Eric Serra (de dolphinproductions.fr).
Serra es el compositor fetiche del realizador Luc Besson, con quien trabajaría posteriormente en películas tan conocidas como Nikita, León: el profesional o El quinto elemento. Aunque ha realizado algunos trabajos sueltos para películas de otros directores, Serra nunca ha terminado de despegar del todo dentro del gremio, a nivel internacional al menos. Esto podría deberse a que su gran oportunidad para dar el salto, la música original de la película Goldeneye, no gustó nada a los acérrimos de 007, que no aceptaron una banda sonora mayoritariamente electrónica en una saga tan intrínsecamente conservadora.
Portada alternativa.
Efectivamente, en Le Grand Bleu nos encontramos con una banda sonora predominantemente electrónica, con suaves sintetizadores y sensuales toques de jazz gracias al uso del saxofón. En algún momento suena como un Angelo Badalamenti sin malos rollos, tal vez como un Vangelis muy urbano y modernizado, o incluso como una refinada respuesta europea al sonido de Miami Vice. Más allá de su tema principal The Big Blue Overture, que como decíamos arriba es exquisito, el resto del álbum que recoge la música del filme refleja la naturaleza bastante utilitaria -en el buen sentido- del grueso de la obra. Me refiero a que, mientras que este famoso corte es una pieza con entidad propia fuera de la película, muchos de los demás temas viven por y para las escenas a las que acompañan. En la película se produce una compenetración perfecta entre imágenes y sonido, pero desde mi punto de vista el álbum con la BSO no es del todo comprensible como obra independiente. Quizá es demasiado sintético en momentos en los que habría funcionado mejor con arreglos más tradicionales, pero estas son manías mías. Sí que funciona el álbum perfectamente si nos acercamos a él como si de un trabajo ambient o new age al uso se tratase.
Contraportada.
Se me hace muy difícil quedarme con un puñado de temas para destacar como antológicos, sobre todo porque el sonido de Le Grand Bleu es muy parecido a lo largo de todo el disco, siempre sofisticado y elegante, unas veces más solemne y otras más intrascendente. Yo recomendaría la escucha del álbum en su totalidad y de un tirón, tanto a quienes desean recordar los buenos momentos de esta estupenda película como a quienes se acerquen a él desde lo puramente musical. Al final, por cierto, nos deja Eric Serra un buen ejemplo de su faceta como autor de canciones con la conclusiva My Lady Blue, aunque ya sabemos que la típica canción de cierre suele tener poco que ver con el resto de la partitura de una película. Aquí es todo obra de la misma persona, y aunque la canción no sea nada del otro mundo, se agradece la coherencia sonora. Una muy buena banda sonora y un disco, como poco, difícil de ignorar.
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The Big Blue Overture