1. Opening: Let There Be Light (0:48)
2. Navy Planes (2:07)
3. Lost Squadron (2:23)
4. Roy's First Encounter (2:41)
5. Encounter at Crescento Summit (1:21)
6. Chasing UFOs (1:18)
7. False Alarm (1:42)
8. Barry's Kidnapping (6:19)
9. The Cover-Up (2:26)
10. Stars and Trucks (0:44)
11. Forming the Mountain (1:50)
12. TV Reveals (1:50)
13. Roy and Gillian on the Road (1:10)
14. The Mountain (3:31)
15. Who Are You People? (1:35)
16. The Escape (2:18)
17. The Escape (Alternate Cue) (2:40)
18. Trucking (2:01)
19. Climbing the Mountain (2:32)
20. Outstretched Hands (2:48)
21. Lightshow (3:43)
22. Barnstorming (4:26)
23. The Mothership (4:34)
24. Wild Signals (4:12)
25. The Returnees (3:45)
"Encuentro del primer tipo: avistamiento OVNI"
"Encuentro del segundo tipo: evidencia física"
"Encuentro del tercer tipo: contacto"
Casi desde el mismo instante en que tuve la idea de montarme este blog sobre música contemporánea me asaltó la idea de si habría en él cabida para el gran maestre de las bandas sonoras de cine de los últimos 40 años: John Williams. Pienso que, pese a haberse hecho célebre por una forma de acercarse a la música clásica desde patrones clásicos, alejados de la vanguardia del siglo XX, Williams ha realizado una serie de composiciones para películas de naturaleza algo más experimental que no necesariamente cuadran en la nutrida colección de fanfarrias que todos conocemos (Star Wars, Indiana Jones, Jurassic Park, etc.).
Portada de la edición original (deja más a la imaginación).
Un buen punto de inicio para meternos en la música de John Williams puede ser este Close Encounters of the Third Kind ("Encuentros cercanos del tercer tipo", o Encuentros en la tercera fase, como se conoce esta película de 1977 en España). Eclipsada en parte por el éxito aplastante de La guerra de las galaxias ese mismo año, esta propuesta ufológica de Steven Spielberg ha pasado de ser una cinta de culto a un muy respetado título clásico de la ciencia-ficción, entre otras cosas por estar claramente influenciada por la oleada de OVNIs que, según se cuenta, tuvo lugar en aquellos años, y también porque fue reestrenada en varias ocasiones con ligeros cambios en el montaje. Esta banda sonora, que en los Oscars fue derrotada por la de Star Wars, también de Williams, es una de las obras más ominosas y oscuras del compositor, por lo menos de las que ha escrito para superproducciones.
John Williams en la actualidad.
Los temas no desembocan en marchas triunfales ni en algarabías épicas de trompeta, sino que se mueven en tonos bajos y dependen de las cuerdas y los coros casi más que de los metales. Asimismo, tampoco hay un "tema principal oficial" de la película que se haya quedado clavado en el inconsciente colectivo, como el amenazante tema de Tiburón o el mágico de E.T., el extraterrestre. No obstante, hay lugar para la anécdota: según el argumento de la película, los humanos logran crear un código de comunicación no lingüístico para entablar contacto con los diplomáticos alienígenas, consistente en una sucesión de cinco notas musicales procedentes de un cántico étnico ritual. Spielberg encargó a Williams que compusiera esta mini-melodía, y al final, de forma muy sutil, no solamente funciona a la hora de asociar la película en su conjunto con un tema musical (algo asombrosamente frecuente en las colaboraciones de Spielberg y Williams), sino que sirve como leitmotiv más o menos soterrado de buena parte de la banda sonora. En la propia película, además, es muy conocida la secuencia en la que la enorme nave nodriza extraterrestre entabla una especie de diálogo con el comité de recepción humano, pieza que también se ha recogido en otros álbumes, versionada al sintetizador.
Como sorpresa final, musicalmente hablando, nos encontramos con una versión a orquesta completa del tema When You Wish Upon a Star, de la banda sonora de Pinocho (1939), que termina revistiendo el encuentro entre civilizaciones de un ambiente fantástico indescriptible. Supongo que el soñador Spielberg -que siempre ha sido un poco niño- quería acercarnos a los espectadores a esa misma inocencia de infancia que cualquiera podría sentir ante un contacto de esa magnitud.
Fotogramas de la película.
John Williams, muy activo en su faceta de concertista, ha creado con los años un par de composiciones-resumen de Close Encounters of the Third Kind concebidas como suites orquestales con aires de poemas sinfónicos. Son los más difundidos en recopilatorios, aunque está claro que la banda sonora completa del filme supone una experiencia mucho más poderosa y satisfactoria. Debe tenerse en cuenta que existen diferentes álbumes oficiales con la banda sonora del filme, sucesivamente ampliada con los años. La lista de temas que incluyo arriba es la de la edición de coleccionista, la más completa publicada hasta ahora. Una obra digna de un genio, así que escuchadla y "¡Vigilad los cielos!".