1. Brüder Des Schattens (5:43)
2. Höre, Der Du Wagst (6:00)
3. Das Schloss Des Irrtums (5:37)
4. Die Umkehr (5:58)
5. Mantra 1 (6:15)
6. Morning Sun (3:21)
7. Venus Principle (4:41)
8. Mantra 2 (5:22)
9. Die Nacht Der Himmel (5:03)
10. Der Ruf Der Rohrflöte (3:39)
11. To a Little Way (2:34)
12. Through Pain to Heaven (3:47)
13. On the Way (4:05)
14. Zwiesprache Der Rohrflöte (3:22)
Werner Herzog es uno de los directores de cine más polémicos y radicales de las últimas décadas, con lo que, cuando vio la luz su particular versión del clásico de Murnau, Nosferatu, el atrevimiento encontró seguramente más detractores que aplausos, aunque hoy goza del reconocimiento como filme de culto. No tengo constancia de si la banda sonora del filme, a cargo de sus músicos habituales Popol Vuh, fue un éxito o un fracaso en ventas y críticas, pero desde luego es su álbum más conocido.
Florian Fricke, en una foto que va perfectamente con su estilo musical.
Nosferatu (1978) es, como en otras bandas sonoras de Popol Vuh, una mezcla de temas específicos de la película con otro material de diverso origen, si bien aquí todo es de muy alta calidad y mantiene una coherencia completa. La edición que he elegido para esta reseña es la más reciente de las publicadas, que contiene en un CD tanto el álbum de toda la vida como el lanzado aquel mismo año '78, llamado Brüder Des Schattens, Söhne Des Lichts, que fue igualmente empleado en la película del vampiro. La conjunción de ambas obras supone una experiencia muy poderosa y estimulante, con una capacidad tremenda para excitar la imaginación.
Montaje de imágenes de la película con el tema Morning Sun.
A pesar de lo que cabría esperar, no todo va en una línea gótica y siniestra, sino que algunos cortes (sobre todo Morning Sun) tienen ese carácter folclórico-medieval típico del grupo. Más sorprendente todavía es el uso abundante que se hace del sitar en el álbum (Mantra 1, Mantra 2, Venus Principle), un instrumento inevitablemente ligado a Oriente que, sin embargo, funciona perfectamente a la hora de "enrarecer" los ambientes de la película con mantras y ragas bastante sui generis hasta transportarnos hacia entornos casi extraterrestres. Por ejemplo, me resulta indescriptible la escena en que el protagonista del primer tramo de la película (encarnado por Bruno Ganz) va caminando por hermosos bosques y cruzando riachuelos en pos del castillo donde habita Drácula (cómo no, Klaus Kinski).
Portada del disco Brüder Des Schattens, Söhne Des Lichts.
Brüder Des Schattens, el primer tema, sí que nos hace entrar de lleno en la fábula terrorífica que es la película, con una melodía tenebrista y abundantes coros. Höre, Der Du Wagst es un tema muy mínimo, con un piano dubitativo creando un pasaje melancólico. Das Schloss Des Irrtums ya va teniendo saborcillo a campo, y Die Umkehr introduce el tema principal del álbum, que volverá a aparecer con distintas interpretaciones en los temas Mantra 1 y Mantra 2. Morning Sun es el paseo por el bosque del que hablé antes, y Venus Principle es un viaje a la India con todas las de la ley. Die Nacht Der Himmel utiliza el theremin, instrumento del que ya hablaremos largo y tendido dentro de poco, para crear una atmósfera fantasmal como de película de serie B, y tanto Der Ruf Der Rohrflöte como To a Little Way van en una línea parecida, todavía más minimalista. Through Pain to Heaven vuelve al sitar con una fuerza enorme, entrando en su segundo tramo en un ejercicio de rock-folk progresivo muy interesante. On the Way funciona como tema terrorífico a base de coros modificados por -o provenientes de- sintetizadores. Finalmente, Zwiesprache Der Rohrflöte vuelve al rock progresivo, incluyendo esta vez una batería sin el menor complejo.
Portada alternativa.
He escuchado el álbum extendido por primera vez mientras escribía esta crítica, gracias a esa caja de sorpresas llamada Spotify, y me queda cierta sensación de que, por rara que sea la película, los Popol Vuh fueron bastante a su bola a la hora de ponerle música, como si lo que realmente les importara fuese hacer una obra de las suyas, caiga quien caiga. O eso o, considerando que muchos de los temas proceden de otras grabaciones, fue Herzog el que realizó una selección musical como poco atípica. Se mire por donde se mire, Nosferatu es una joya rara y evocadora que pone a Popol Vuh en una dimensión musical propia a la que ningún grupo del Krautrock se ha acercado jamás. Hay que escucharlo.
No tenían nada en Goear...