1. Opening (1:22)
2. Conquest of Paradise (4:38)
3. Monastery of La Rabida (3:39)
4. City of Isabel (2:16)
5. Light and Shadow (3:47)
6. Deliverance (3:29)
7. West Across the Ocean Sea (2:53)
8. Eternity (1:59)
9. Hispanola (4:57)
10. Moxica and the Horse (7:06)
11. Twenty Eighth Parallel (5:14)
12. Pinta, Nina, Santa Maria - Into Eternity (13:20)
Hoy hace exactamente 520 años que Cristóbal Colón y su tripulación llegaron a América. Existe una enorme controversia sobre si realmente fueron los primeros, y sobre todo sobre el término "descubrimiento", ya que el continente y sus islas estaban ya bastante poblados por culturas relativamente desarrolladas a finales del siglo XV. En cualquier caso, es indiscutible que Colón no solamente llevó a cabo una proeza personal que se cuenta entre las mayores realizadas por cualquier ser humano, sino que estableció (insisto: para bien o para mal) una primera ruta oficial para unir dos mundos que se desconocían por completo. En 1992 se celebraron multitud de actos conmemorativos del acontecimiento, entre los que se encontró la filmación de la película 1492: la conquista del paraíso. El estreno oficial tuvo lugar el mismo 12 de octubre, y su banda sonora se publicó también en tan señalada fecha. Hoy se cumplen 20 años.
Vangelis, en una imagen promocional del álbum.
El director de la película, un Ridley Scott que llevaba varios años mutando su estilo hiper-estético hacia algo más mundanal (Thelma y Louise, por ejemplo), decidió realizar aquí otra virguería visual como las que lo elevaron a la categoría de genio en los setenta y ochenta. No se escatimó una peseta en los vestuarios, la ambientación fastuosa y, en definitiva, la perfección técnica que nadie discute en una obra clásica de Scott. El resultado fue una película carísima que tuvo que costear en su práctica totalidad el Ministerio de Cultura español, y que se granjeó muchos desprecios una vez confirmaron que no se recuperaría la inversión. ¿El motivo? Sobre todo, el estreno unos meses antes de la nefasta Cristóbal Colón: el Descubrimiento, una chorrada de cartón piedra que disuadió al público de volver a ver otra de Colón en tan poco tiempo. Hoy en día 1492 se ha asentado entre los cinéfilos como un exquisito producto histórico, si bien sigue siendo mencionada -sobre todo en España- como el fracaso comercial que fue. Lo más recordado es su banda sonora, obra de Vangelis Papathanassiou.
Portada alternativa, correspondiente de uno de los carteles de la película.
1492: Conquest of Paradise es uno de los álbumes del Olimpo personal del músico griego. No solamente se encuentra entre sus trabajos más vendidos, sino que el tema principal es un ejemplo claro de la grandeza musical de su autor, un arquetipo indiscutido del tono épico que las mal llamadas "nuevas músicas" pueden llegar a alcanzar. La fórmula es el inconfundible sintetizador de Vangelis, nada disimulado en su naturaleza electrónica, mezclado con unos coros mixtos poderosísimos (el
English Chamber Choir conducido por
Guy Protheroe).
Conquest of Paradise no falta en ningún recopilatorio actual del músico, y ya son muchos los músicos que lo han versionado, desde
Klaus Schulze al mismísimo
John Williams. Pero no debemos pensar que se trata de un álbum con un solo tema, ya que esta banda sonora al completo es oro puro.
Conquest of Paradise, el vídeo oficial.
Para empezar, tengamos en cuenta que Vangelis publica
su disco, y no necesariamente una banda sonora exhaustiva de la película, por lo que los temas están ordenados a
su gusto -no de forma cronológica-, y ni están todos los que son ni son todos los que están. Comienza el álbum con la breve
Opening, una especie de prólogo a
Conquest of Paradise que en el filme suena mientras Colón y su gente atraviesan por primera vez la espesa jungla llena de animales extraños. Tras el tema estrella comienza la tranquila y fascinante
Monastery of La Rabida, situada en el emplazamiento onubense del mismo nombre, y en la que suenan de nuevo coros gregorianos de un modo más comedido. La ciudad de
Isabel (
City of Isabel) es Granada, recién conquistada a los musulmanes por los Reyes Católicos, a cuya Alhambra acude Colón para negociar las condiciones del viaje. Es un tema cortesano muy bien integrado históricamente.
Light and Shadow es un corte elegante pero hiperdramático, utilizado en escenas de la película en las que los hombres de Colón viven diversas penurias en las intrincadas selvas caribeñas. En
Deliverance, Vangelis se sirve de una guitarra española para crear otra atmósfera dramática, recuperando en su último tramo la melodía del tema anterior.
West Across the Ocean Sea viene a ser un descansito plácido muy new age, necesario tras tanta intensidad emocional. Después viene
Eternity, el alma del álbum.
Escena de la película donde suena el tema Eternity.
Si Conquest of Paradise sugiere "conquista", Eternity sugiere "Paraíso". Soy incapaz de describir la belleza arrebatadora de este breve corte, y por eso me limito a señalar que acompaña uno de los momentos más relevantes de la película: el primer encuentro entre los españoles y los indígenas, haciendo hincapié en su modo de vida sencillo y despreocupado en medio de un edén virgen, nada que ver con el pestilente caos urbano de la baja Edad Media europea de la que proceden los asombrados conquistadores. Hispanola ("La Española") es el tema que suena en el momento cumbre del Descubrimiento: el desembarco en la playa cristalina de Guanahani, cuando Scott filma las tres carabelas llenas de pendones al viento y a Gérard Depardieu hincándose de rodillas en la arena blanca. Moxica and the Horse, que añade algo de cante jondo a la guitarra, parece querer ilustrar las aviesas intenciones de algunos de los hombres que iban llegando a los nuevos territorios. El título hace referencia al personaje de Mújica, el villano, que aparece en la aldea indígena montado a caballo como buen señorito español dispuesto a imponer su vasallaje.
Twenty Eighth Parallel es otro de mis temas favoritos del álbum, un evocador desarrollo de piano que parece llevarnos de viaje por la Historia, en medio del cual escuchamos una versión simplificada de la melodía de Conquest of Paradise. Es en este regreso al tema central donde somos plenamente conscientes del tono "hispánico", casi andaluz, que Vangelis otorga inteligentemente a muchas de las composiciones de este álbum.
El álbum concluye, quizá en su momento más discutido, con Pinta, Nina, Santa Maria - Into Eternity. No es solamente un tema muy largo y ausente en la película, sino que incluye justo al final un reprise de Eternity que no aporta nada nuevo. Este es el Vangelis de siempre, el músico de estudio, haciendo las cosas a su gusto con un desarrollo rítmico lento y solemne. El tema se integra bien en el CD, pero insisto en que quizá podría haberse incluido más música presente en el filme en lugar de una pieza ajena al mismo. La cosa se queda en 45 cortísimos minutos.
Portada alternativa, supongo que de una edición francesa.
El disco no funcionó mal al principio, aunque tampoco inusitadamente bien. Pero un par de años después tuvo lugar un hecho curioso, y es que un boxeador alemán llamado Henry Maske adoptó Conquest of Paradise como arenga musical personal para su publicidad en los medios, y el álbum de Vangelis revivió contra todo pronóstico para convertirse en "top 5" o directamente número 1 en media Europa un par de años después de su publicación original. Incluso recuerdo haber visto publicidad del disco en los cortes publicitarios durante las emisiones de la película en TV, no hace mucho tiempo.
Imagen trasera del libreto del CD.
Al escuchar este trabajo, notamos que surge directamente del cambio de rumbo que supuso su anterior álbum The City (1990), primera de sus obras para la compañía Warner-EastWest. Vangelis comenzó aquí a volverse más solemne que en los setenta y ochenta, a asemejar cada vez más su sonido al de una orquesta clásica. De hecho, el propio tema Conquest of Paradise podría haber evolucionado vagamente a partir del Procession de The City, que sonaba mucho más tecnológico. No obstante, Vangelis hace en 1492 un ejercicio exquisito a nivel de producción, mucho mayor que en su trabajo previo, con una riqueza en las melodías y los fondos que convierten esta banda sonora en la -hasta ahora- última gran vuelta de tuerca en su estilo. Sin ir más lejos, su mejor álbum desde entonces parece estar enmarcado en el mismo universo narrativo-musical, como si el segundo fuese una continuación tardía del primero; se trata de El Greco (1998), en el que los ambientes aventureros de 1492 se tornan oscurantistas y palaciegos.
Con o sin película,
1492 es una de las obras fundamentales que todo aficionado a la música instrumental contemporánea debe conocer. Calificativos hay muchos, pero es mejor escucharlo. Está en
Spotify.