martes, 20 de junio de 2017

Peter Gabriel - (3 "MELT")


1. Intruder (4:54)
2. No Self Control (3:56)
3. Start (1:21)
4. I Don't Remember (4:42)
5. Family Snapshot (4:29)
6. And Through the Wire (4:58)
7. Games Without Frontiers (4:06)
8. Not One of Us (5:22)
9. Lead a Normal Life (4:15)
10. Biko (7:26)

El álbum del que vamos a hablar no tiene título, al igual que tampoco lo tienen los dos anteriores trabajos en solitario de Peter Gabriel y tampoco lo tiene el cuarto. Hoy en día se los distingue por un simple número y por algún término en inglés que haga referencia a su portada. El primero se conoce como "Car" (1977) porque Gabriel va dentro de un coche, el segundo es "Scratch" (1978) porque el músico parece estar rasgando su propia imagen, y este es "Melt" (1980) porque Gabriel parece derretirse como una figura de cera.

Otro diseño sobre la misma idea, esta vez para un single. 
Los autores son el estudio Hipgnosis de Storm Thorgerson, los de las portadas de Pink Floyd.

Este hombre ha encarnado durante muchos años el arquetipo del músico raro pero genial desde su legendaria participación en Genesis, donde era mitad cantante mitad performer, disfrazándose de diversos personajes estrambóticos en las actuaciones. El público enloquecía con su gestualidad y con las historias surrealistas que contaba entre canción y canción, y no es de extrañar que, en un momento dado, Gabriel quisiera trabajar en solitario. 

Tras seis álbumes de estudio en Genesis, Gabriel comenzó su andadura como solista con un primer álbum (el del coche) del que después renegó por su excesiva producción. Su segundo e irregular trabajo le dejó más satisfecho en lo personal, pero tuvo menos impacto comercial. Cuando llegó el tercero, el que nos ocupa, nos íbamos a encontrar con el eslabón perfecto entre el fabulador surrealista de sus primeros tiempos y el extravagante showman de la generación MTV en que se convertiría tras el bombazo económico del conocidísimo So (1986).

Contraportada

No es "Melt" un disco accesible a la primera. Gabriel antepone su afán experimental a su interés comercial, y de hecho no es hasta la segunda mitad del disco (aproximadamente) cuando éste estalla en una supernova de colorido e imaginación. Los primeros temas nos bombardean con percusiones estruendosas y una guitarra agresiva que vienen a acentuar las estructuras casi nunca predecibles de las canciones. Aquí están Intruder (en la que colaboran Phil Collins y el "synthesizer hero" Larry Fast) y No Self Control (con apoyo vocal de Kate Bush e instrumental de Collins, Fast y Robert Fripp). Start es un diminuto instrumental con protagonismo del saxo de Dick Morrissey (el de Blade Runner), y I Don't Remember, que tuvo videoclip, ya suena como sus futuros hits ochenteros.

I Don't Remember

Con saxo y sobre todo con piano llegamos a la más o menos intimista Family Snapshot y a la rockera And Through the Wire, ésta con Paul Weller a la guitarra. Damos la vuelta al vinilo para darnos de bruces con el himno Games Without Frontiers, un tema un tanto sarcástico sobre aquel concurso tipo gimkana llamado Juegos sin fronteras que se disputaba entre distintos países europeos y emitían aquí mismo en televisión. El vídeo tiene un toque "creepy" importante.

Games Without Frontiers

Muy ochentera es también Not One of Us, y pura delicadeza es Lead a Normal Life, instrumental salvo por un breve pasaje central, en la que apreciamos el gusto creciente de Gabriel por los arreglos y ambientes étnicos. El álbum concluye con un segundo himno, éste de mucho mayor calado. Se trata de Biko, inspirado por el activista anti-apartheid Steve Biko, que fue torturado brutalmente hasta la muerte por la policía de su país. El tema, que pone la piel de gallina, combina cánticos sudafricanos y gaitas. Fue recuperado años más tarde para promocionar la película Grita libertad (Richard Attenborough, 1987) con un interesante videoclip.

Biko, en la versión del álbum.

Aunque hemos mencionado varias colaboraciones, son muchas más las que figuran en Melt, un álbum que en su momento debió ser acogido por los mejor informados como un verdadero acontecimiento, si bien es cierto que algunos historiadores de la música mencionan los cuatro primeros trabajos de Peter Gabriel (incluyendo "Security", de 1982) más como obras de culto que como éxitos en sentido pleno. No lo sé, pero está claro que el álbum, pese a que no todos sus elementos han envejecido igual de bien, hace que te preguntes de dónde podía salir tanta creatividad. Un imprescindible en cualquier colección que se precie.

3 comentarios:

Ramon dijo...

Un gran disco este que comentas hoy. Recuerdo que me quedé con la boca abierta cuando a todo volumen empezó a sonar Intruder. Yo que estaba acostumbrado a los sonidos postGenesis dulcificados de "Solsbury Hills" y "Here comes the flood". Aquella bateria atronadora y sincopada, como la que Phil Collins tocaba en aquella época, y aquellos toques tetricos y siniestros que , de un modo u otro, se dan en todos los temas del disco. No sabia si aquello me gustaba o no, pero no era capaz de dejar de escuchar. Monton de canciones muy diferentes a todo lo hecho antes. Cualquier tema de este disco se le reconoce la procedendcia. Favoritas: Intruder, No self control, Games.. y BIKO. Tuve la suerte de verlo Barcelona. Recuerdo Biko, todo el pabellon de pie, brazos/puños en alto, solamente el bateria cortando leña, a un volumen feroz, repitiendo hasta el infinito el ritmo de la cancion, (toda la banda habia ido dejando el escenario, y todos los focos convergieron en el bateria), mientras la gente se pasaba a PeterGabriel tumbado flotando en una marea de brazos. Piel de gallinaaaaa aun hoy recordandolo.

José Ramón dijo...

Creo que es el primer gran disco de Gabriel, donde encuentra su estilo. El primero es el primero y es fantástico. El segundo lo veo algo confuso y desigual pero este tercero es simplemente perfecto.

parsick dijo...

He de reconocer que no me terminó de enganchar PG cuando me topé con él en los 80; prefería el sonido sinfónico de Genesis, Camel, Pink Floyd o King Crimson por citar algunos. De hecho, la primera época de Génesis no me terminó de entrar hasta que estuve un poco más curtido. El haberse educado musicalmente en los 80, con la irrupción del tecno, el pop y el punk, no facilitaba que valorase la música de los 70. Eso cambió posteriormente por supuesto. Por tal motivo tardé un tiempo en descubrir las bondades de la música de PG, del que no obstante me compré varios discos (Birdy, Security, Passion, etc.). El inglés siempre se ha rodeado de muy buenos músicos y eso se nota en su sonido, que es ciertamente impecable. Imperdibles las fantásticas "I don't Remember", "Games without Frontiers" y "Not One of Us".

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...