1. Voices (7:00)
2. Echoes (8:20)
3. Come to Me (4:40)
4. P.S. (2:05)
5. Ask the Mountains (7:55)
6. Prelude (4:24)
7. Losing Sleep (Still, My Heart) (6:41)
8. Messages (7:30)
9. Dream in an Open Place (5:50)
No hace mucho tiempo que tuvimos por aquí un álbum de Vangelis, pero al final son tantos los trabajos esenciales de este hombre que no podemos dejar de volver sobre su discografía con frecuencia. Esta no va a ser precisamente la última ocasión de comentar un disco suyo en el blog, aunque prácticamente todos sus clásicos "gordos" ya han sido reseñados y ahora deberíamos centrarnos en obras algo menos conocidas (aun considerando que todo lo publicado por Vangelis está entre lo más famoso del mundo instrumental contemporáneo).
Como esta es una dirección con fines divulgativos, no pretenderé que quien se tope con esta entrada haya leído -o recuerde- la vida y milagros del autor que nos ocupa, de modo que comenzaremos diciendo que el músico griego Evangelos O. Papathanassiou es con toda probabilidad el artista instrumental-electrónico más influyente y con mayor calado cultural de nuestro tiempo. Además de ser uno de los pioneros de la electronic music a principios de los años setenta, contribuyó de manera decisiva a la implantación de géneros como la música cósmica y la new age. También es conocido por sus bandas sonoras para películas como Blade Runner, Desaparecido, Motín a bordo, Lunas de hiel, 1492, Alejandro Magno y sobre todo Carros de fuego, que le valió un Oscar, ayudando de paso a potenciar el uso de música generada con sintetizador en superproducciones de cine. En fin, me remito al mediocre texto que sigue siendo hoy en día la entrada sobre Vangelis en castellano de la Wikipedia, que yo mismo garrapateé en su momento (¿no había confesado esto nunca?) y que pocos se han molestado en completar y corregir como es debido.
Contraportada.
Voices (1995) se sitúa en un momento dulce de la carrera del artista, todavía disfrutando del prolongado éxito comercial de 1492: Conquest of Paradise y con la deseadísima edición oficial de Blade Runner también calentita. Si bien en el álbum The City (1990) ya se estaba configurando con claridad el estilo del Vangelis posterior, fue sobre todo en su banda sonora para la película de Ridley Scott sobre Colón donde se pudo apreciar que el compositor se estaba decantando por un sonido cercano al de la música clásica, con texturas de sintetizador que se asemejan a la sección de cuerdas de una orquesta sinfónica, y con pasajes corales totalmente "reales". La carga puramente electrónica de muchos de sus discos previos iba rebajándose en favor de sabores más orgánicos, más sobrios y menos dados a la experimentación. Por eso mismo considero que Voices es uno de los últimos álbumes en que Vangelis experimentó de verdad, en este caso coqueteando un poco con la canción.
En términos generales, y como su nombre indica, Voices es un álbum conceptual sobre la voz humana en el que Vangelis explora diferentes facetas de la misma a través de temas muy diversos, desde unos que pueden ser considerados plenamente pop a otros corales con su inconfundible toque, entre los que encontramos momentos muy poderosos y otros dulces y sutiles. El primer tema, llamado también Voices, camina por una delgada línea entre el buen gusto y el placer culpable en su máxima expresión.
Portada del single Voices.
Podríamos considerarlo el tema más grandilocuente jamás creado por el griego, la clase de pelotazo estrujador de gónadas que un entrenador de fútbol, cual líder espartano en las Termópilas o caudillo escocés carapintada, hace escuchar a sus jugadores antes de salir al campo a ganar la final. En él tenemos multitud de voces en distintos idiomas exóticos, silbidos y cantos estruendosos, además de una atmósfera cargada de gigantismo, con efectos digitales, gaitas y campanadas, como si Vangelis pretendiese superarse a sí mismo, por acumulación, en los mismos valores que habían convertido a Conquest of Paradise en uno de sus temas insignia tres años antes.
El videoclip oficial de Voices, con una versión editada del terma.
Después llega Echoes (tras las voces, los ecos), quizá el tema menos agradecido del álbum al ser una especie de interminable prolongación del corte anterior, muy trabajada, pero que en realidad no nos lleva a ningún sitio demasiado interesante. Nos detendremos con más motivos en Come to Me, primer tema protagonizado por un único vocalista, en este caso Caroline Lavelle, que no se sale de un estilo más o menos new age místico, pero que asesta un golpe de originalidad al no parecerse ni en la forma ni en el fondo a lo escuchado hasta el momento. Lo mismo sucede con P.S., que es un discreto temita instrumental, muy delicado y minimalista aunque más bien intrascendente. Al regresar finalmente al leitmotiv del tema inicial, P.S. parece cerrar un primer capítulo para llevarnos a continuación a uno de los mejores momentos de Vangelis en los noventa, la canción Ask the Mountains.
Ask the Mountains, con el típico montaje naturalista de YouTube.
"Pregunta a las montañas" es un tema vocal bastante críptico en su letra (alguna clase de desengaño amoroso mezclado con un secreto que solo las montañas, las fuentes y los arroyos pueden revelar), escrito a su bola y cantado por la sueca Stina Nordenstam. Su voz es muy peculiar, y desarrolla la canción casi a base de sílabas sueltas que van fundiéndose con el exquisito y sensual ritmo de la melodía. Es una maravilla de la creación de atmósferas musicales, gracias a una producción exquisita.
Portada de Ask the Mountains.
Por si no hemos disfrutado bastante, casi sin esperarlo nos topamos con el delicioso, magistral Prelude, tranquilamente uno de los mejores ejercicios interpretativos de Vangelis, con un poder de evocación y una elegancia inexpresable que llevan al éxtasis más absoluto. Prelude es una prueba aplastante de la genialidad de este señor.
Prelude
Losing Sleep (Still, My Heart) es el tercer tema con cantante solista del álbum, en este caso con la voz de Paul Young. Tampoco fallan aquí las atmósferas cuidadas y el ritmo elegante, aunque después de tanto virtuosismo el tema sale perdiendo en la comparación. Messages recupera sabiamente el uso de coros, en este caso más sosegados que en Voices, para desarrollar una pieza larga que mezcla con inteligencia un ambiente épico "in crescendo" con un cierto saborcillo juguetón aportado por un fraseado melódico minimalista. Funciona de maravilla y hace buenas migas con el tema final, Dream in an Open Place ("Sueña con un lugar abierto"). Voices concluye con esta pieza agradable y emotiva, no especialmente original pero sí lo bastante profunda y solemne para cerrar el disco dejándonos un buen sabor de boca.
Fotografía del interior del estuche del CD.
Suele decirse de Voices que es un trabajo "menor" dentro de la discografía de Vangelis, y esto es debido, se me ocurre, a dos razones más o menos evidentes: la presencia de una pieza inicial tan poderosa que llega al paroxismo, que fue elegida -quizá con mal criterio- como primer single; y unas diferencias tan enormes en cuanto al tono y planteamiento de las distintas partes del disco que el conjunto, pese a contener momentos a-pa-bu-llan-tes, no fluye del todo bien como un todo unitario. Tampoco queda del todo bien explorado el concepto aquel de la voz humana. En cualquier caso, sí que podemos calificar Voices como un disco a reivindicar. Cerramos la entrada con el tema Slow Piece, cara B del single Ask the Mountains, y que por su naturaleza tiene todas las papeletas de ser un completo desconocido para muchos lectores.
8 comentarios:
Te queda Oceanic. A mi Voices me gusta pero me parece una obra menor, para fanáticos de Vangelis. Aún lo pongo de tanto en tanto.
No te quejarás, Daniel. Estaba decidiéndome entre comentar este y otros dos, y tu petición me ayudó a decidirme por Vangelis.
José Ramón, personalmente veo a Voices por encima de Oceanic. Por lo menos, todavía no he encontrado en el segundo momentos tan tremendos como ese Prelude, aunque no deja de ser un excelente disco. Ya caerá por aquí antes o después.
Gracias, Conde, cuando vi la entrada supe que mi petición te había decantado por Vangelis.
En cuanto al disco, me parece muy bueno, además me trae muy buenos recuedos de cuando lo compré, ya que con el exquisito y maravilloso PRELUDE intenté aproximar a la música de Vangelis a una niña a la que yo rondaba que tocaba el piano..., al final, no me tocó ni la pieza de Vangelis, pero ese es otro cantar que no viene al caso...Ejem, ejem...
En lo que no estoy de acuerdo contigo es en el tema vocal de Stina Nordenstam. Me parece que la canción de Paul Young es muy superior, para mi gusto, ya que las partes instrumentales, sobre todo la final, son sublimes, de una belleza y una profundidad arrebatadoras. De lo mejor que ha hecho Vangelis en temas vocales, para mí, incluyendo sus obras con Jon Anderson.
Por los demás , es verdad que te falta Oceanic, que también me parece un poquito inferior a este, pero con momentos igualmente encantadores. Así mismo, no recuerdo si has comentado la super rareza INVISIBLE CONNECTIONS, que me parece de lo más bizarro que ha hecho el griego en su carrera, junto a BEAUBOURG.
Nada más, Conde, solo decirte que te descubrí justamente buscando información sobre una obra de Vangelis, SILENT PORTRAITS, la cual me sorprendió tanto cuando me la encontré en un buscador de estos "piratas", que tecleé en Google más información y de repente apareció tu página. Bendito día, amigo!!!
Gracias de nuevo!
Algo que me impresiona mucho de Vangelis es esa habilidad poco usual de re inventarse constantemente, si uno escucha discos como , Spiral, Mask o este Voices con un sonido muy característico de su musica en los noventas, escuchamos cosas totalmente distintas!! , este disco en particular lo disfruto mucho creo que despues de 1492 es el que mas me gusta de sus albums en los años noventa, (personalmente me gusta mas que Oceanic, EL Greco y the city ) . No se porque pero de sus temas vocales el que mas me gusta es Come to me , aunque Ask the mountains tambien es brillante . Coincido totalmente en que Prelude es un temazo del Vangelis pianista , comparable quizas con aquel Petit fille de la mer de los setentas. En fin un genial album que comienza con el energico Voices para despues convertirse en un disco con un sonido muy etereo. saludos y muy agradable de leer tu reseña!!
por cierto ojala pudieras hacer mas reseñas de Dead can dance!! el grupo october project tambien me parece muy recomendable!!
Puff!! Hacía mucho que no escuchaba este disco. Como bien dices, a partir de los 90 el griego se estaba "orquestalizando". Lo hizo poco a poco, desde el "The City" al "Mythodea" parece que estamos antes músicos completamente distintos. No sé si este es o no un disco menor, pero tiene un encanto especial y, sin ser de mis favoritos, no me desagrada en absoluto, casi todo lo contrario, me encanta. El elemento vocal, tan odiado por muchos, está tratado, en mi opinión, con gran brillantez. El dúo con la sueca en "Ask the Mountains" sencillamente espectacular. Temazo. Por cierto, inexplicablemente no entiendo por qué ha desaparecido el tema "Messages" de Spotify.
Genial como todo lo de vangelis aunque personalmente me gusta más oceanic ya que se menciona .la realidad es que me cuesta decir que obra me gusta más,todo en vangelis es genial
Debemos considerar que Vangelis es un compositor que adora y sigue la religión católica ortodoxa. Siendo así, creo firmemente en que Voices en ningún momento explora la voz humana, sí la utiliza, pero como medio para un final realmente excelso: la voz de Dios (Por eso nunca queda del todo bien explorado y explicado el concepto de la voz humana) Vangelis es sin duda alguna un compositor místico; a diferencia de Enigma con Michael Cretú, que poco falta para hacer alarde de sus referencias explícitas hacia muchas religiones; razón por la cual para muchos Vangelis parece ser minimalista y hasta cierto punto abstracto, porque él nunca insertaría una referencia explícita de religión católica en su música, nunca ha querido ser encasillado en alguno de esa clase de artistas y compositores. Sin embargo, podemos darnos cuenta que este álbum es el que cuenta con toda clase de referencias implícitas al cielo (Voices), el empíreo visto desde las aguas de arriba de la tierra (la fotografía), a Cristo (Messages y otras), a las propias aguas de arriba de la tierra (Echoes hace alarde de esto), a las montañas que existen desde la creación (Ask The Mountains), etcétera. Este álbum entra en una comprensión total solo si se entiende desde una perspectiva religiosa, católica y mística. De otro modo siempre saldrá faltando alguna parte que explicar o que no queda del todo explorado y pareciera no quedar del todo bien en la obra completa.
Todavía a recalcar es que esto para mí es la perspectiva de Vangelis, pues por ejemplo para Caroline Lavelle, la explicación que da a Come to Me difiere de la que quizás Vangelis da a la canción en conjunción con toda la obra. Lo mismo aplicaría para Paul Young y Stina Nordenstam
No explico más porque alargaría demasiado este comentario.
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