1. The Woods of... (2:14)
2. Fordin Seachran (1:42)
3. Bean Si (0:21)
4. Little Voices of the Tarans (1:48)
5. The Fluter (3:00)
6. The Seelie Court (4:27)
7. The Spell Breaks (4:07)
8. The Fairy Song (1:17)
9. Dance of the Daoine Sidhe (3:35)
10. Memories of Culchulainn (1:30)
11. Aillen Mac Midna (1:17)
12. The Unseelie Court (4:50)
13. The Woods of... (1:56)
La Sinfonía de las hadas de Tom Newman es un ejemplo perfecto de cómo en los años setenta, sobre todo en el Reino Unido, los límites entre la música folk, el rock progresivo y la incipiente new age eran difusos y se mezclaban con sorprendente facilidad. Y con buenos resultados.
Tom Newman
Faerie Symphony, no obstante, es un álbum que llegó tarde. Si en lugar de publicarse en 1977 hubiese salido a la venta a finales de los sesenta (aprovechando el tirón del renacimiento celta) o principios de los setenta, habría tenido un éxito notable. El momento mejor, eso sí, habría sido inmediatamente después de que el propio Tom Newman saltase a la fama como ingeniero de sonido del revolucionario Tubular Bells (1973). Newman ya estaba asociado a los estudios de The Manor y, por extensión, a la recién nacida Virgin Records de Richard Branson, con lo que tuvo bastante que ver en el porvenir del joven Mike Oldfield y su mitológico debut discográfico. Newman contó con varias colaboraciones de Oldfield en sus propios álbumes, y hasta los años 90 continuó aportando su granito de arena como ingeniero de Mike, hasta que éste cortó relaciones a causa de alguna rocambolesca rabieta. Al igual que sucedió con el desaparecido David Bedford, Tom Newman tuvo que aprovechar de la fama de Oldfield para lograr una aceptación popular que de otro modo habría sido difícil, si bien es verdad que Bedford llegó mucho más lejos que Newman en sus legítimas ambiciones como compositor.
Contraportada.
No es que Tom Newman hiciese de Faerie Symphony una mala copia del sonido folk-rock instrumental de Oldfield, pero sí que puede intuirse la imposibilidad de su gestación sin unos Tubular Bells, Hergest Ridge u Ommadawn de por medio. Aun siendo conscientes de ello, Faerie Symphony tiene sus propios puntos fuertes, sobre todo una evidente deriva hacia el folk bucólico de espíritu celta y, pese a su título, un menor talante cohesivo (y más experimental, si cabe) que los trabajos que hicieron famoso a Mike Oldfield. Una pena es su corta duración, acentuada por el hecho de que contiene muchos temas, demasiado breves para llegar a desarrollar ciertas buenas ideas.
Imagen del interior de la carpeta del vinilo (creo).
Newman es aquí un hombre orquesta que, con la ayuda de unos pocos colaboradores, trabaja a base de teclados, flautas, percusiones y guitarras acústicas. Entre los colaboradores más destacados de Faerie Symphony está Jon Field, miembro de la banda July, de la que Newman había sido miembro antes de que se consolidara (la banda, digo) con el nombre de Jade Warrior. Parece que Mike Oldfield, pese a no estar en los créditos por motivos de contrato, colabora con su inconfundible guitarra en el tema Dance of the Daoine Sidhe.
Portada de la reedición en CD, con temas de Fine Old Tom inclusive.
Faerie Symphony transmite la calidez del rock experimental más inspirado de su tiempo y cuenta con un carácter propio bien definido, cosa que se ve enturbiada en ediciones más recientes, donde se incluye en un solo CD junto al primer álbum de Newman, Fine Old Tom (Faerie Symphony fue el tercero), todo el potaje bajo el título algo cutre de Faerie Symphony and Other Stories. Yo soy más proclive a quedarme con lo esencial, así que recomiendo la escucha de Faerie Symphony sin añadidos. Total, en media horita estamos listos.
Primer tercio del álbum. El resto también está en YouTube.
No hay comentarios:
Publicar un comentario