Esperábamos una aparición fugaz en medio de un maremágnum de iconos pop-rock, quizá solamente unos acordes de su música, y al final fueron 11 minutos los suyos, lo que convierte a Mr. Oldfield en uno de los dos o tres protagonistas absolutos de la noche. La de Mike Oldfield fue, a todas luces, la aparición estelar de la ceremonia, amén de ser él el primer músico en aparecer. Fue presentado oficialmente por megafonía, cosa que solamente sucedió con otras cuatro o cinco personalidades (incluyendo la Reina Isabel II y Sir Paul McCartney), e interpretó una selección de diversos fragmentos de Tubular Bells mientras el espectáculo coreográfico ideado por el cineasta Danny Boyle se desenvolvía en mitad del estadio. Oldfield acompañó una sección de la ceremonia en la que se homenajeó a diversas instituciones en defensa de la infancia, incluyendo una lectura por parte de J. K. Rowling, autora de la saga de Harry Potter. Un gigantesco Lord Voldemort que atemorizaba los sueños de los niños en sus camas era repelido por una lluvia de Mary Poppins, para concluir todo ello con un divertido baile -ya pasado el peligro- al son de In Dulci Jubilo, uno de los instrumentales cortos más conocidos de Oldfield.
Mike Oldfield en The Telegraph (fotografía de Ian Witlen).
Es decir, que no solamente se trató de que Mike Oldfield apareciese en la gala tocando sus instrumentos como hicieron los Arctic Monkeys y el ex-Beatle McCartney, sino de que un buen trozo de Tubular Bells, un pedacito de Tubular Bells III e In Dulci Jubilo, adaptados muy originalmente para la ocasión, formaron parte de la banda sonora del evento, quizá con la colaboración de los músicos oficiales responsables del acto, Underworld.
En la edición de hoy de The Telegraph se incluye una entrevista con el músico en la que desvela cómo se quedó a cuadros al recibir el encargo el verano pasado. Recibió al director Danny Boyle en persona en su casa de las Bahamas y pasó el día con él, acordando exactamente qué piezas musicales debían interpretarse y de qué modo (como esa impagable versión swing del fragmento inicial de TB), quedándose el bueno de Mike pensando por qué se habían acordado de él, no siendo a estas alturas un músico de rabiosa actualidad. Parece que Boyle había estado jugueteando con un montaje de su coreografía para la gala con las imágenes del concierto de presentación de Tubular Bells III en 1998, en el Horse Guards Parade, y de ahí surgió la idea. Pero esto no deja de ser el resultado de una serie de premisas, y la verdadera respuesta la encontramos en otras muchas webs de las que hoy se hacen eco de lo sucedido anoche en el nuevo estadio olímpico de Londres: Mike Oldfield es un músico a reivindicar, un creador de enorme importancia en el desarrollo de la música de nuestro tiempo, cuyas obras, incluso las más antiguas, siguen siendo objeto de estudio y revisión (y fascinación) constantes.
Portada de Two Sides, el doble CD que sale a la venta estos días.
Como bien apuntan en oldfieldexposed, Tubular Bells es hoy trending topic en Twitter. Además, ya mismo se publica el nuevo recopilatorio elaborado por el propio Mike, Two Sides, que incluye un password o algo así para descargar la música (y quizá el vídeo) de la actuación de anoche.
Mike Oldfield sigue siendo joven para hablar de "broches de oro" a su carrera, pero una actuación como la de ayer, ante una audiencia televisiva estimada de mil millones de personas y desarrollada impecablemente en lo visual y lo musical (¡¡¡los Juegos Olímpicos, pardiez!!!), ponen a este señor donde justamente se merece. Nos quejamos mucho los seguidores de Oldfield, pero hoy tenemos muchos más motivos para sentirnos orgullosos. A continuación, un vídeo colgado en Mike Oldfield Official donde Mike reflexiona un poco sobre el asunto.
2 comentarios:
Fue brillante.
Para mi fue el momento mas sublime de la ceremonia, inigualable. Así mismo que hayan puesto a sonar Eclipse cuando encendieron la antorcha realmente me emocionó.
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