La nueva formación de Arthur Jeffes. Él es el tercero por la derecha.
¿Se hereda el talento? ¿Va en los genes y permanece allí durante generaciones, o más bien es algo que se adquiere con la formación y las vivencias? Veo más razonable apostar por lo segundo, aunque merece la pena matizar la cuestión. Me viene todo esto a la cabeza tras los comentarios vertidos al respecto del álbum Signs of Life de Penguin Cafe Orchestra en el blog Solsticio de Invierno, del compañero Pepe (saludos).
Arthur Jeffes (de la página www.ica.org.uk).
Por si no lo sabíais, el hijo del tristemente desaparecido Simon Jeffes, de nombre Arthur, ha reclutado recientemente una troupe de músicos jóvenes e inquietos con gustos musicales afines, con el objetivo bastante loable de resucitar la Orquesta del Café del Pingüino. Por el momento, los nuevos chavales de Jeffes -que se hacen llamar Music from the Penguin Café, título por cierto del primer álbum de la banda del padre- han realizado un concierto en el Royal Albert Hall londinense a beneficio del Teenage Cancer Trust, una asociación de ayuda a jóvenes enfermos de cáncer. El evento, que recibió críticas bastante positivas pese a basarse en composiciones de la "antigua" banda, fue grabado y está siendo distribuido de forma limitada.
Portada del CD.
La nueva formación, que incluye tanto miembros de bandas como Suede o Gorillaz como novatos recién salidos del conservatorio, ha realizado también varios espectáculos en vivo a lo largo del Reino Unido en 2009, casi siempre en festivales de verano. Ahora se les supone encerrados en un estudio de grabación, preparando nuevo material para la publicación de un álbum a principios de 2011, lo que está al caer. Tienen un espacio en Facebook donde han colgado algunos clips y fotografías, para ir haciendo afición.
Fotografía promocional de Music from the Penguin Café.
Ahora llega la gran pregunta: lo que ha hecho Arthur Jeffes, ¿puede considerarse como un regreso serio de la Penguin Cafe Orchestra y, por lo tanto, una continuación auténtica de la obra iniciada por Simon Jeffes? ¿o es más bien un proyecto sacacuartos que se aprovecha de un apellido y unos pingüinos pintados en la portada de un álbum? Lo único que puedo hacer es dar mi opinión, ya que es posible que cada lector tenga la suya y me gustaría conocerlas a través de los comentarios. Simon Jeffes murió en 1997 y, si su hijo ha decidido retomar su labor, cuenta con la ventaja, apellido aparte, de conocer seguramente al dedillo tanto la psique musical de su padre como la obra que dejó atrás, tanto grabada en álbumes como escrita en partituras y todavía a la espera de ver la luz. Aun asumiendo que Simon se fue y no va a volver, desde luego no creo que haya nadie mejor para erigirse en su sucesor que su hijo Arthur, porque le conocía como probablemente nadie en el mundo y le admiraba hasta el punto de dedicar su carrera a seguir sus pasos. Y por qué no decirlo, ardo en deseos de volver a escuchar algo que, aunque pueda sonar un poco tributario, se parezca mínimamente a la Penguin Cafe Orchestra.
Music from the Penguin Café en el Royal Albert Hall.
3 comentarios:
No conocía la existencia de este proyecto, y aunque a mí también me interesa todo lo que esté relacionado con la Penguin, no creo que esto deba considerarse una continuación del proyecto original. Sin Simon Jeffes no hay Penguin Cafe Orchestra, lo haga su hijo o un clon del mismísimo Simon. Nunca me ha gustado que muchos grupos conserven el nombre original cuando falta una pieza esencial del mismo(¿Queen sin Freddie Mercury?). Es posible que el resultado siga siendo bueno, o puede que incluso mejor, pero ya no es lo mismo, es otra cosa y debería tener otro nombre. Creo que lo contrario es confundir al personal.
De todos modos me imagino que en este caso se trata más que nada de un sentido homenaje, muy legítimo, no exactamente de resucitar al grupo.
Por cierto, estoy deseando escuchar el nuevo disco de Eno, has sido muy rápido posteando.
Abrazos.
Bueno, el nombre del nuevo grupo de Arthur Jeffes es Music from the Penguin Café, no Penguin Cafe Orchestra, con lo que de algún modo cumplen con ese requisito que señalabas. Desde luego, admitamos que no estaría mal que empezaran a publicar discos ambientados en ese universo folklórico-fantástico de la Penguin original, aunque no sean ellos los mismos de antes. Yo los compraría y seguramente me gustarían, y al final eso es lo que cuenta.
Respecto al disco de Brian Eno, te recomiendo que lo escuches con calma.
Saludos, amigo!
Yo también estoy deseoso de escuchar esa nueva música compuesta por un Jeffes. No voy a ser tan crítico como Santi (si alguien tiene derecho a continuar el proyecto -con ese nuevo nombre- es él) pero tampoco espero que el genio de Simon se haya reencarnado en Arthur.
Lo mejor es opinar después de catar.
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