1. Main Title (1:37)
2. The Foraging (3:44)
3. Eat Meat and the Kill (3:27)
4. The Bluff (3:01)
5. Night Terrors (2:02)
6. The Dawn of Man (3:14)
7. Space Station Docking (2:22)
8. Trip to the Moon (3:21)
9. Moon Rocket Bus (5:01)
10. Space Talk (3:30)
11. Interior Orion (1:26)
12. Main Theme (2:31)
"Bien, ¿qué puedo decir? Fue una experiencia enormemente frustrante, y a pesar de las distintas reacciones a la música, creo que el enfoque victoriano con matices centroeuropeos simplemente no sonaba acorde con la brillante concepción de Clarke y Kubrick"
Alex North (en la carpeta interior del álbum)
Si me pidiesen que elaborara una lista con las grabaciones musicales más interesantes que conozco, ésta en particular sería de las primeras. El motivo es que 2001: una odisea del espacio es mi película favorita desde el momento en que la vi hace ya muchos años, y también el hecho de que aquel filme de 1968 -y su banda sonora- es admitido generalmente como uno de los mayores revulsivos estéticos que alentaron el desarrollo de lo que hoy conocemos como "nuevas músicas" en la década posterior. Y las cosas podrían haber sido muy diferentes de no haber mediado la decisión de uno de los más ilustres ególatras que ha dado el arte del siglo XX: Stanley Kubrick.
Alex North, en el libreto del CD.
Cuando Kubrick y Arthur C. Clarke se propusieron crear la "proverbial buena película de ciencia-ficción", el primero contó en un principio con uno de los músicos que habían trabajado con él anteriormente, Alex North, autor de la banda sonora de Espartaco (1960). North es un músico clásico contemporáneo en la línea más vanguardista de la primera mitad del siglo, no especialmente dado a los alardes de sinfonismo y o a las grandes melodías, sino especialmente inclinado a la percusión, de cara a la creación de piezas sobre todo incidentales. Evidentemente, hoy en día resulta inimaginable la película 2001 sin el Así hablaba Zarathustra de Richard Strauss o El Danubio azul, de Johann Strauss, precisamente porque todos asumimos que Kubrick, en su desmedida ambición conceptual, quiso convertir su película en una obra atemporal que contuviese reminiscencias artísticas variopintas, no necesariamente ligadas a lo que se hacía en aquellos últimos años sesenta a nivel cinematográfico o musical.
Jerry Goldsmith (copyright 1995 de Matthew Peak. Varese Sarabande).
Kubrick utilizó varias piezas clásicas para ambientar las secuencias de la película durante el proceso de montaje, mientras Alex North iba realizando la banda sonora con intención de ensamblarla al final. North entregó el trabajo a su debido tiempo y debemos suponer que recibió sus honorarios correctamente, aunque el día del estreno mundial en Nueva York fue el último en enterarse de que ni un solo instante de su partitura se había usado en el filme. Kubrick terminó por utilizar las piezas clásicas que en principio no eran sino un "borrador" de lo que se suponía debía haber sido. North admitió sentirse destrozado.
La noche del estreno.
Pasaron los años, y aquella partitura de la que Alex North estuvo tan orgulloso en su día iba a terminar por ver la luz. Es una lástima que el músico falleciera en 1991, impidiéndole asistir a la edición discográfica de su música. El afamado compositor cinematográfico Jerry Goldsmith (ganador de un Oscar por La profecía) fue quien se encargó de realizar la primera grabación completa de la banda sonora original de 2001, en 1993, junto a la británica National Philharmonic Orchestra, una formación especializada en grabaciones de estudio. Solamente entonces se pudo conocer lo que Alex North había creado para la mítica película de Stanley Kubrick, una de las más importantes e influyentes obras fílmicas de la Historia. Así habría sonado:
Hay parecidos evidentes entre varios de los temas de North y las piezas clásicas utilizadas en 2001, como el que hay entre la fanfarria Main Title y el Zaratustra, o entre Space Station Docking y El Danubio azul, seguramente porque Kubrick y North acordaron qué clase de tono querían para ambas escenas: la conjunción espectacular del Sol, la Tierra y la Luna, en el caso del primer tema, con el que se abre el filme; y la llegada del transporte espacial a la estación orbital, en el caso del segundo, que debía ser por fuerza un vals. La Wikipedia, casi siempre sabia, apunta que Alex North recicló el Main Theme para la película Las sandalias del pescador.
El resto de los temas es muy distinto, con un tono más bien oscuro y muy percusivo (marca de la casa North, por lo que conozco de él), acentuando la rudeza de las primeras secuencias de 2001 que se conocen como El amanecer del hombre ("The dawn of man", en la película), con primates que adquieren súbitamente la inteligencia al entrar en contacto con el famoso monolito. Es curioso que Alex North divida su partitura en dos mitades de una duración similar, la primera correspondiente a estas escenas prehistóricas, y la segunda, al futuro. En la película, tal y como la conocemos al menos, el tramo de los primates viene a durar una cuarta o quinta parte del metraje total de 2001, y por eso choca bastante el que Alex North compusiera tanta música para esta parte en concreto como para el resto del filme. Me da en la nariz que Kubrick contrató a North en un punto en que el guión estaba a medio escribir, haciendo pensar al músico que con su partitura habría suficiente para toda la cinta. O eso, o Kubrick le dijo que iba a combinar su música con otras piezas de distinta procedencia, cosa que al final no sucedió.
Stanley Kubrick y Athur C. Clarke (de Moonwatcher's Memoir, de Dan Richter).
Además de los dos temas que he mencionado, Main Titles y Space Station Docking, la verdad es que el resto de cortes incluye sobre todo música incidental no especialmente fácil de describir. Alex North es un compositor de los grandes, colorista y capaz de realzar el dramatismo de cada punto de la película con sus piezas, pero desde luego no se asemeja en nada a las sonoridades cósmicas vanguardistas de las piezas de Gyorgy Ligeti seleccionadas por Kubrick. Pienso que el director neoyorkino tomó la decisión correcta al hacer que su película diese un salto inmenso hacia el futuro también con su música, convirtiendo lo que podría haber sido -de cualquier modo- una impresionante película de ciencia-ficción digna del mejor Hollywood dorado, en una obra artística sin precedentes, una amalgama hipnótica absolutamente perfecta de imágenes y sonido que la convierten en una de las pocas películas verdaderamente "únicas" que se han rodado jamás. Pero una cosa está clara: un músico de la talla de Alex North no merecía el batacazo de enterarse a última hora, ya metido en el cine y con la pajarita puesta, de que habían pasado de él. Literalmente. Olímpicamente. Y tengo también muy claro que su partitura no fue nada desdeñable, y que algunos de sus cortes podrían perfectamente haber sido utilizados en un punto u otro de la película, con resultados inmejorables.
Portada de la edición de 2007, con la grabación original del propio Alex North.
Alex North llegó a grabar la banda sonora original de la película en su día. Vio la luz en 2007, gracias a un acuerdo entre las familias de Alex North y Stanley Kubrick, y con el beneplácito de la poseedora de los derechos de la película, Turner Entertainment. Gracias a eso pudo incluirse en su portada el título completo, 2001: A Space Odyssey, a diferencia de lo sucedido en el '93 con la grabación de Jerry Goldsmith, cuyo título y portada intentaban a propósito no levantar polvaredas con los derechos. La versión de 2007 (repito, la original), contiene en esencia los mismos temas que la de 1993, aunque con variaciones en el orden de los mismos y en su duración. Ambas son interesantísimas, oro puro para los cinéfilos y los melómanos.
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