sábado, 22 de junio de 2024

William Ackerman - IN SEARCH OF THE TURTLE'S NAVEL


1. The Pink Chiffon Tricycle Queen (5:32)
2. Ely (5:26)
3. Windham Mary (4:27)
4. Processional (3:43)
5. Second Great Tortion Bar Overland of West Townshend, Vermont, Jose Pepsi attending (2:33)
6. What the Buzzard Told Suzanne (4:33)
7. Barbara's Song (7:28)
8. Gazos (4:36)
9. Slow Motion Roast Beef Restautant Seduction (3:34)
10. Dance for the Death of a Bird (5:59)

El "guitar hero" de la new age, William Ackerman, debutó discográficamente con este In Search of the Turtle's Navel ("En busca del ombligo de la tortuga", 1976), que hoy es recordado también por ser el primer álbum editado por el sello independiente Windham Hill Records, fundado por el propio Ackerman para la ocasión. En realidad, y por extensión, muchos consideran que este álbum fue el primero del género new age propiamente dicho.

Una imagen de juventud de William Ackerman (de su propia web www.williamackerman.com/)

Tengo entendido que, en su momento, tuvo una repercusión discreta, entre otras cosas porque algunos críticos consideraron tediosa la idea de un álbum completo de guitarra solista... y sobre todo porque la tirada del álbum fue muy limitada. Se trató de un disco casero, autoeditado, y bajo esta premisa se puede considerar que es un trabajo con mucho mérito. Al parecer, William Ackerman era carpintero de barcos en Palo Alto (California) y tocaba la guitarra como hobby, a veces como acompañamiento a obras de teatro locales, pero casi siempre en reuniones de amigos. Los mismos amigos que organizaron un crowdfunding de la época para que se pudiese grabar y editar el disco.

The Pink Chiffon Tricycle Queen

Preguntas importantes que podrían surgir, una vez sabido todo lo anterior, es: ¿Y qué tiene de revolucionario un disco para guitarra? ¿Acaso no se habían grabado ya numerosos trabajos de guitarra solista en 1976? Evidentemente, sí. La diferencia es que aquí no estamos ante piezas de corte clásico, sino ante composiciones propias de Will Ackerman en las que, más que lucirse con la técnica (y lo hace en muchos momentos, desde luego), lo que más consigue es una interesante creación de atmósferas evocadoras, profundas, partiendo de melodías sencillas y sin muchas pretensiones. Cuando pensamos en música new age suele venirnos a la cabeza el típico ambiente más o menos relajante a base de sintetizadores, pero recordemos que sin salir de Windham Hill tenemos a otros grandes solistas acústicos como el pianista George Winston.

Barbara's Song

La mayor parte de los temas tiene un indiscutible sabor americano casi country (The Pink Chiffon Tricycle Queen, What the Buzzard Told Suzanne), y algunas piezas son más intimistas (ElyBarbara's Song, Gazos), pero el enfoque de todo el trabajo es de corte folk. Quizá se pueda decir que la segunda mitad es algo más relajada que la primera.

Portada de la primera versión del álbum.

Los coleccionistas podrán encontrar este álbum, por cierto, también bajo el título ligeramente distinto de The Search for the Turtle's Navel ("La búsqueda del ombligo de la tortuga"), aunque en todas las ediciones se repite la imagen de la hija de Ackerman, Elinor, muy pequeña. En aquella primera versión del disco, la difundida hasta 1979, se incluía un tema cantado que no está en las ediciones más actuales, Woman She Rides, con el que cerramos esta entrada.

Woman She Rides

viernes, 7 de junio de 2024

The Alan Parsons Project - AMMONIA AVENUE


1. Prime Time (5:03)
2. Let Me Go Home (3:20)
3. One Good Reason (3:36)
4. Since the Last Goodbye (4:34)
5. Don't Answer Me (4:11)
6. Dancing on a Highwire (4:22)
7. You Don't Believe (4:26)
8. Pipeline (3:56)
9. Ammonia Avenue (6:30)

No es que Ammonia Avenue (1983) sea uno de mis discos favoritos de The Alan Parsons Project. Ni siquiera diría que es de los mejores de su discografía, pero es innegable que todos los trabajos de este dúo (digamos que es un dúo por no complicarnos) tienen al menos unos mínimos de calidad que los hacen interesantes. Incluso no habiendo envejecido bien del todo algunos de ellos, todos siguen siendo obras musicales agradables y bien trabajadas.

Woolfson y Parsons, en el diseño interior del álbum.

Asignar a cada nuevo álbum un significado conceptual era lo más característico que hacían en aquellos años Alan Parsons y Eric Woolfson, pero me temo que desde el anterior y exitoso a rabiar Eye in the Sky (1982), la temática elegida era ya algo que quedaba bastante diluido, a veces restringido sólo a unos cuantos temas, o en todo caso difícil de rastrear en las letras y/o los arreglos. Se supone que Ammonia Avenue era el nombre de una "calle" completamente rodeada de tuberías que Woolfson vio durante su visita a una planta química de Billingham, bautizada así -"Avenida del amoníaco"- como una broma por parte de los trabajadores del complejo.

En teoría, y tirando de varias fuentes -y la bienamada Wiki-, este álbum trata sobre las posibilidades de la ciencia de cara al avance de la sociedad, y sobre cómo ésta -la sociedad- no siempre sabe encajar estos cambios. Un concepto un poco árido, creo yo, si lo comparamos con ideas mucho más abiertas a la inspiración como sus discos sobre libros de Poe y Asimov, por poner un ejemplo. Al final, Ammonia Avenue es mucho más una colección de canciones elegantemente compuestas, producidas y cantadas que un verdadero tratado, por desenfadado que éste pudiese ser, sobre el concepto planteado. El cantante principal del disco es el propio Woolfson (en cuatro temas), aunque hay también intervenciones de Lenny Zakatek y Chris Rainbow. La portada y el diseño son de Storm Thorgerson.

Una imagen muy "Thorgerson" para la contraportada.

Personalmente, durante la escucha que le he dedicado justo antes de ponerme a escribir esto, he notado que Ammonia Avenue, y por extensión, buena parte de la discografía del Project, tiene un toque a teatro/película musical muy fácil de detectar. Es la mezcla entre temas pop rápidos y pegadizos como el inicial Prime Time, Let Me Go Home o Dancing on a Highwire con baladas muy de manual como Since the Last Goodbye. El temazo Don't Answer Me se mueve entre una cosa y la otra. No sólo es uno de los mejores temas del Project tanto en la melodía como en los arreglos, sino que también contó con un vídeo musical que valió a Parsons y Woolfson un premio Grammy.

Prime Time

Don't Answer Me

Aunque siempre me gusta que los discos de The Alan Parsons Project comiencen con una de sus potentes intros instrumentales (como Sirius o Lucifer), aquí este elemento imprescindible se queda para casi el final, con el interesante pero no tan molón tema Pipeline. Sí que deja un muy buen sabor de boca, para terminar, la compleja Ammonia Avenue, que reivindica el sonido progresivo del dúo con el mismo acierto que en clásicos como The Turn of a Friendly Card. Tiene su parte cantada muy melódica, su arreglo orquestal con cuerdas y trompetas y su sección media instrumental. Ojalá hubiese habido más de esto a lo largo del disco, pero estábamos en los años ochenta y estas ínfulas había que camuflarlas un poco.

Ammonia Avenue

Me suena muchísimo mejor que los posteriores Vulture Culture (1984) y Stereotomy (1985), y creo que en Gaudí (1987) volvemos a recuperar un pelín de brillantez experimental que nunca debió arrinconarse en pos de la creación de canciones demasiado convencionales. Para su escucha, recomiendo la edición expandida de 2008, que incluye demos y pruebas, además de una curiosa versión de You Don't Believe al estilo de The Shadows.

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