miércoles, 27 de abril de 2022

Klaus Schulze (1947-2022)


Ayer falleció el gran Klaus Schulze. Maestro de la música electrónica y pivote fundamental del movimiento Escuela de Berlín en los primeros años setenta, no solo es autor de una extensísima, inabarcable discografía en solitario que incluye títulos esenciales como Irrlicht o Timewind, sino que también fue miembro fundador de Tangerine Dream y Ash Ra Tempel, además de colaborar con otros artistas como Lisa Gerrard o Hans Zimmer. Su estilo se caracteriza por priorizar las texturas sobre la melodía, siendo además pionero y/o influencia capital de géneros como el ambient, la new age, la música cósmica y diversas formas de música de baile.

El próximo mes de junio está prevista la publicación del que será su álbum póstumo, Deus Arrakis, inspirado una vez más por su obra literaria de cabecera: Dune

Deus Arrakis

Será justamente recordado, añorado y reivindicado como un creador cuyo espacio nadie podrá llenar en su ausencia. Descanse en paz.

martes, 26 de abril de 2022

Genesis - A TRICK OF THE TAIL


1. Dance on a Volcano (5:55)
2. Entangled (6:27)
3. Squonk (6:29)
4. Mad Man Moon (7:36)
5. Robbery, Assault and Battery (6:16)
6. Ripples... (8:06)
7. A Trick of the Tail (4:35)
8. Los Endos (5:46)

¿Qué puede hacer un grupo importante y respetado cuando su líder carismático, un tipo que llena el escenario con su sola presencia, dice que se va? Es una pregunta difícil cuya respuesta debería incluir una mención a este álbum. Es uno de los momentos más sorprendentes de la trayectoria de un grupo de culto ya de por sí cuajada de momentos inolvidables. Porque sorprende que la formación de Genesis como trío, sin dos de sus músicos con mayor proyección, fue la que logró éxitos económicos más estratosféricos. Porque también hay quien se extrañó de que la marcha de Peter Gabriel tras The Lamb Lies Down on Broadway (1974) no supusiese el final de la etapa progresiva clásica de la banda, que todavía daría para al menos tres obras más, quizá cuatro según opiniones. Y porque es destacable que A Trick of the Tail (1976) gustase a los más escépticos incluso en una época en la que el progresivo estaba decayendo.

Imagen promocional de la banda: Rutherford, Collins, Banks y Hackett.

Algún periodista los había dado por desaparecidos, pero Tony Banks, Phil Collins, Steve Hackett y Mike Rutherford estaban dispuestos incluso a grabar un álbum instrumental antes de considerar que Genesis estaba acabado. Es verdad que Hackett ya casi tenía un pie fuera al publicar su primer disco Voyage of the Acolyte, pero Rutherford y Banks (que también tenía material compuesto en el cajón, pensando en su carrera como solista) proporcionaron el impulso necesario. Hicieron un buen montón de audiciones a cantantes, algunas de las cuales todavía se conservan, pero al final se quedaron con su propio batería Collins después de que cantase el tema Squonk a modo de prueba. Ni se imaginaba que aquello iba a ser el primer paso en firme para convertirse en uno de los cantantes más populares de las décadas posteriores. Y Steve Hackett, el principal guardián de la esencia progresiva del grupo si atendemos a su carrera posterior, se atuvo a razones y dio también lo mejor de sí. Se sabe que el propio Peter Gabriel estuvo de visita en algún momento durante las grabaciones (la suya no había sido una salida muy traumática, al fin y al cabo) y manifestó su agrado ante lo que escuchó allí.

Diseño de portada y contraportada, ilustradas por Colín Elgie.

A Trick of the Tail es un álbum mucho menos ambicioso que The Lamb, pero tiene un encanto especial al ser a la vez muy accesible y estar elaborado cuidadosamente. No es una obra conceptual, aunque como sucedía con Selling England by the Pound y los vinilos anteriores con el toque juglaresco de Gabriel, cada tema es prácticamente un cuento sonoro, todo un delicado y colorista universo narrativo en miniatura. 

Ya la inicial Dance on a Volcano ("Baile en un volcán") muestra su vocación poderosa, e incluso la intención de acercar el sonido todavía un poco underground de Genesis al del pop-rock de éxito. El segundo tema es mi favorito, Entangled ("Enredado"), una pieza con un nosequé mágico y soñador que me encanta.

Entangled

El antes mencionado Squonk hace referencia a un animal mítico de los bosques de Pennsylvania y es un tema de rock con un ritmo intenso, al parecer inspirado en el Kashmir de Led Zeppelin. Mad Man Moon ("Luna del loco") es una de esas pieza épicas en las que caben un montón de cosas, desde bonitos pasajes cantados a estupendos fragmentos instrumentales muy elaborados. Robbery, Assault and Battery ("Robo, asalto y agresión") tiene un toque cómico, y en ella Phil Collins repite la costumbre de Peter Gabriel de contar historias surrealistas imitando distintas voces, en este caso recurriendo Collins a un personaje de su propia etapa como niño actor en la película musical Oliver! Tuvo hasta un videoclip.

Robbery, Assault and Battery

Ripples ("Ondas") es otra pieza larga progresiva, con mucho peso instrumental y algunos fragmentos melódicos cantados realmente memorables. La divertida A Trick of the Tail ("Un truco de la cola") tiene un ritmo del estilo del Getting Better de los Beatles y está inspirada en una novela de William Golding. Trata sobre un ser de otro mundo que es enjaulado al llegar al nuestro, donde nadie le cree. Concluye el álbum con Los Endos, una pieza casi del todo instrumental que funciona como reprise psicodélico de algunos momentos concretos del resto del álbum y en el que hasta se incluye un pequeño fragmento de Supper's Ready. Un poco raro, la verdad

A Trick of the Tail

A Trick of the Tail, pese a que muchos no lo consideran como perteneciente a la etapa clásica de Genesis, tiene poco que envidiar a álbumes anteriores en lo que a elaboración sonora e inspiración artística se refiere. Es un disco con un poco más de desenfado en el sentido de que, como decíamos, busca incluir unas cuantas canciones con salida comercial que antes no eran tan habituales. Hay cabida para el progresivo "duro", pero al mismo tiempo se asume que los tiempos cambian y va a ser necesario ampliar la oferta musical de la banda. Por supuesto, también podemos quedarnos con que este trabajo fue el primer gran escaparate para que la legendaria voz de Phil Collins, que hace muy poco ha anunciado su retirada definitiva por problemas de salud, empezase a sonar con fuerza en el mundo entero. 

Es un álbum estupendo e imprescindible que merece mucho la pena.

lunes, 18 de abril de 2022

Popol Vuh - SELIGPREISUNG


1. Selig sind die, die da hungern. Selig sind die, die da dürsten nach Gerechtigkeit. 
Ja, sie sollen satt werden. (6:00)
2. Tanz der Chassidim (3:15)
3. Selig sind die, die da hier weinen. Ja, sie sollen später lachen. (5:08)
4. Selig sind die, die da willig arm sind. Ja, ihrer ist das Himmelreich. (3:12)
5. Selig sind die, die da Leid tragen. Ja, sie sollen getröstet werden. (3:39)
6. Selig sind die Sanftmütigen. Ja, sie werden einst die Erde erben. (2:31)
7. Selig sind die, die da reinen Herzens sind. Ja, sie sollen Gott schauen. (2:33)
8. Ja, sie sollen Gotten kinder heißen. Agnus dei, agnus dei. (2:42)
9. Be in Love (Du sollst lieben) (4:59)

No es nada típico que un grupo de música de vanguardia, ni siquiera uno que se formó hace cinco décadas, publique un álbum con contenidos abiertamente religiosos, y cristianos menos todavía. También es verdad que casi nada en Popol Vuh puede considerarse típico. Para recién llegados, recordamos que Popol Vuh, la banda liderada por el mítico Florian Fricke que alcanzó popularidad global gracias a las películas de Werner Herzog, dio el arriesgado paso de abandonar la línea dura del krautrock y la música cósmica berlinesa para acercarse a sonidos dulces y orgánicos, acústicos en general, sin ritmos marcados, casi campestres y con un decidido toque hippy. Hay muchos músicos y bandas a quienes se les ha atribuido el mérito, pero yo diría que Fricke es el padre de la new age tal como la conocimos por primera vez, como género más o menos diferenciado, en los ochenta.

Contraportada

Seligpreisung (1973) es el cuarto álbum de Popol Vuh, publicado después del imprescindible Hosianna Mantra (1972), y su título hace referencia a las bienaventuranzas proclamadas por Jesús en su sermón de la montaña, según el Evangelio de San Mateo. El sonido general del álbum es, digamos, "beatífico", pero tampoco es que esté muy claro que sus referencias sonoras sean cristianas al no aferrarse a la instrumentación del canon occidental. Hay quien entrevé algún toque judío. Está claro que Seligpreisung es uno de los álbumes menos filo-hindúes, menos orientalistas, de la discografía del grupo. Fricke y su ensemble emplean instrumentos diversos como piano, clavecín, oboe, percusiones variadas, un violín ocasional, tambura indio y guitarras eléctrica y de 12 cuerdas, con un resultado que fluctúa entre el rock progresivo menos sinfónico, la psicodelia y alguna clase de folk de ninguna parte.

Portada de una edición en CD.

El elemento más importante del álbum es la voz solista. El propio Florian Fricke aporta los cánticos de todos los temas con la excepción de Djong Yun en el noveno (que es un añadido de 2004), con el piano de Fricke como principal apoyo. El resto de instrumentos tiene una función más bien atmosférica, destacando en todo caso las guitarras de Daniel Fichelscher y Conny Veit, muy limpias y cristalinas, pero que a causa de su interpretación anárquica en más de un caso impiden apreciar del todo otros desarrollos melódicos a los que restan protagonismo. El sonido de Seligpreisung es luminoso, envolvente y muy evocador, y aunque no se aprecia que los planteamientos musicales del disco cambien mucho de un tema a otro, se trata de una propuesta tan original y placentera que nunca llega a cansar.

Tanz der Chassidim

En otros álbumes de Popol Vuh, en muchos momentos da la impresión (quizá equivocada) de que la banda se reunía para grabar largas sesiones de las que después se seleccionaban trozos destacables para su publicación en el disco. A veces parece que esta selección es un poco arbitraria. Aquí también reina esta sensación de creación libérrima, pero sí que hay un hilo conductor más claro que marca la identidad de los temas, y que es precisamente el texto bíblico que se canta en cada corte. Seligpreisung tiene algo de suite premeditada que no es habitual en las obras de Fricke. En su momento fue recibido con agrado, aunque hoy se suele señalar que no es un álbum que luchase por hacer evolucionar la trayectoria de Popol Vuh, sino que más bien explora más a fondo algunas ideas que ya estaban ahí antes. Es estupendo para los ya iniciados en esta clase de música contemplativa, pero no me parece un disco idóneo para quien acabe de aterrizar en este contexto.

Selig sind die, die da Leid tragen...
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