viernes, 27 de septiembre de 2019

The Later Years: segunda box gigantesca de Pink Floyd a la vista.

The Later Years (1987-2019) saldrá a la venta el 29 de noviembre. Contendrá 18 discos entre CDs, blurays y singles en vinilo, además de un libro a todo lujo, facsímiles de entradas de conciertos y toda una retahíla de nuevas imágenes icónicas, fotografías surrealistas, logos, etc.

Haz sitio en la estantería.

El paquete recopila exhaustivamente la etapa posterior a la salida de Roger Waters del grupo, tras la que vendrían los álbumes de estudio A Momentary Lapse of Reason (1987), The Division Bell (1994) y The Endless River (2014), y los directos Delicate Sound of Thunder (1988) y Pulse (1995). Aquí habrá abundante material en directo, además de alguna revisión actual de piezas de los álbumes mencionados.

La portada general de la caja.

Como muestra de lo que ofrece el lote completo, se publicará paralelamente un modesto CD individual con un poco de cada cosa, al estilo de lo que se hizo con The Early Years y su CD doble. Lo que no tengo claro es si el material de The Later Years podrá adquirirse en pequeños lotes "por tramos", como en la box anterior, y tampoco sé muy bien si hay intenciones de publicar en el futuro una edición definitiva de la época más clásica de la banda, desde The Dark Side of the Moon (1973) hasta The Final Cut (1983).

El álbum sencillo, en CD o vinilo.

No pondré pegas a que se explore esta interesante, si bien polémica, ultima etapa en la carrera de Pink Floyd en la que David Gilmour tomó las riendas. La originalidad sonora y el talento para lo conceptual habían quedado atrás, en los setenta, pero a cambio nos topamos aquí con la banda de dinosaurios más elegante y estilizada, y con el sonido más perfecto y envolvente que podía conseguirse en la época. Incluso más. El revival de la exquisita decadencia de Pink Floyd cuesta 500 euros en preventa.

Una versión temprana de High Hopes, incluida en The Later Years.

Vídeo promocional.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Batman: el caballero multicolor.

Después del éxito de Batman, era normal que Tim Burton se implicase en una secuela directa: Batman vuelve (Batman Returns, 1992), por supuesto con una banda sonora de Danny Elfman que profundizaba en lo logrado anteriormente. Abundan quienes piensan que la música de Batman Returns supera a la del original, y es cierto que la película, en general, se siente como una obra más compleja, no tan centrada en el héroe sino mucho más en los villanos y en la densa ambientación tétrico-navideña, para la que la música responde a la perfección.

Batman Returns

Volvemos a escuchar la fanfarria de Batman, y algunos temas nuevos correspondientes al Pingüino y Catwoman. El estilo mágico-coral de Elfman, ya bien asentado en Eduardo Manostijeras, se impone. En este caso, no se contó con artistas pop para crear música adicional.

Main Theme

No sé muy bien las circunstancias, pero el entonces muy creativo Burton decidió moverse hacia otras cosas, y aunque ejercería como productor de la tercera película del murciélago, el cambio estético se iba a notar profundamente. Pero no nos adelantemos.

Mask of the Phantasm

Antes de la siguiente película de Batman con actores reales se estrenó un filme animado -hoy de culto- titulado Batman: la máscara del fantasma (1993), que era una expansión hacia la gran pantalla de la exitosa serie animada de la cadena Fox Kids. Curiosamente, encontramos aquí uno de los retratos más adultos del héroe y que más hacen justicia al concepto original de Bob Kane. Aunque la serie de TV contaba con una versión del tema de Elfman en la cabecera, la película tuvo una BSO de la compositora Shirley Walker. Además de ser colaboradora de Elfman, Walker había aportado varias composiciones a la serie, incluyendo un segundo tema inicial. La verdad es que el tema central de Walker para la película es fabuloso.

El tema central.

Y llegó la nueva película de imagen real. El nuevo director, Joel Schumacher, buscó un Batman más lúdico y colorista (tal vez el de la llamada "edad de plata" de los cómics), todavía espectacular pero con un toque de histrionismo que no terminó de gustar a los fans acérrimos.

Los dos álbumes de Batman Forever.

Batman Forever (1995), con todo, no fue un desastre absoluto, y en parte contribuyó la aplastante campaña de márketing que -entre otras cosas- llenó las radiofórmulas de temas pop-rock extraídos de la BSO. Tal como sucedió con los álbumes en paralelo de Danny Elfman y Prince en 1989, para Batman Forever salieron a la venta la partitura orquestal de Elliot Goldenthal y otro CD con éxitos mainstream que incluían a Massive Attack, The Offspring, Seal y U2.

Un montaje con imágenes y música de Batman Forever.

Goldenthal retoma el espíritu gótico del tema de Elfman, aunque su fanfarria es totalmente nueva, mucho más espectacular, quizá incluso exagerada y bizarra, como la propia película. En este caso, el álbum pop se publicitó y vendió muchísimo más, hasta el punto de que el orquestal es un gran desconocido para muchos aficionados.

Batman & Robin

No quiero ponerme en la piel del fan de Batman que se topase en 1997 con Batman y Robin, la segunda película de la saga dirigida por Schumacher y que está considerada como una de las peores películas de todos los tiempos. No sólo está todo repleto de humor absurdo (que recuerda para mal la famosa serie de TV de los sesenta), sino que la estética claramente gay-carnavalera que le impone el director no encontró ningún público al que agradar. El resultado se mueve entre lo autoparódico y lo hortera.

El tema inicial de Batman y Robin.

Musicalmente hablando, en este caso no puedo confirmar que hubiese un álbum únicamente orquestal. Parece que todo se quedó en un CD pop-rock que incluía una suite de Elliot Goldenthal, y que tuvo un éxito razonable gracias -sobre todo- a un tema de Smashing Pumpkins.

Batman Begins

Con la necesidad de hacer un paréntesis y fomentar el olvido, Batman descansó unos años. En la siguiente década, el entonces director emergente Christopher Nolan se propuso reiniciar la franquicia. Su planteamiento, pese a que al final no lo cumplió a rajatabla, era introducir al personaje en el ambiente hiperrealista de un thriller policíaco al estilo de Heat, una película de acción creíble que dejase atrás el tono fantástico que tanto Burton (menos) como Schumacher (mucho más) le habían impuesto. El resultado es una de las trilogías más celebradas de los últimos años, que aporta además algunas composiciones muy notables del nuevo músico al cargo: Hans Zimmer. En el caso de Batman Begins (2005), la primera película de esta nueva etapa, Zimmer estuvo acompañado por el excelente James Newton Howard, un músico de estilo sutil (sus trabajos para películas de M. Night Shyamalan alcanzan lo sublime) cuya contribución es clave para atemperar las bravuconadas de Zimmer. Se buscaba que Zimmer se ocupase de Batman y sus escenas de acción y que Newton Howard abordarse el lado de Bruce Wayne, más humano y dramático. Contribuyen también en la partitura varios músicos del colectivo Remote Control, como Lorne Balfe, Ramin Djawadi y Mel Weeson, imagino que como "autores fantasma acreditados".

Vespertilio

Molossus

Cada tema de la BSO de Batman Begins lleva como título el nombre de una especie de murciélago, cosa nada explicativa de lo que encontraremos en él salvo que hilemos muy fino. No hubo en este caso temas pop, pero este álbum es francamente bueno, alternándose los temas atmosféricos de Newton Howard con la nueva y minimalista fanfarria de Batman, apenas dos notas que suenan a llamada a la acción, envueltas en temas de acción pura muy efectivos. Un estilo complementa al otro, y el conjunto, aunque (muy en la línea Zimmer) es un puro producto empresarial de su estudio, es sorprendentemente sólido.

The Dark Knight (una de las portadas).

El caballero oscuro (The Dark Knight, 2008) es una de las películas más admiradas en lo que llevamos de siglo, y su banda sonora es tan buena, o mejor, que la anterior. Destaca el tema Why So Serious?, que es una acertada traslación musical de la mente torturada del Joker (inolvidable Heath Ledger), y el tema de Batman adquiere una dimensión épica aún más alta que en la película anterior gracias a unos emotivos arreglos de violonchelo. Se publicó una edición de lujo en formato digital, expandida y con remixes.

Why So Serious?

A Dark Knight

La trilogía de Nolan se cierra con El caballero oscuro: la leyenda renace (The Dark Knight Rises, 2012), una película que, pese a no llegar a las cotas de aclamación universal de la anterior, mantiene bien el tipo y deja buen sabor de boca.

The Dark Knight Rises

No me gusta tanto su banda sonora, de la que se cayó James Newton Howard para que Zimmer en solitario la convirtiese en un trabajo con algo menos de cohesión interna y no muchas innovaciones temáticas, a ratos muy ruidista, efectivo en la película pero -creo yo- no especialmente satisfactorio como trabajo musical independiente. Destaca, eso sí, el uso en toda la obra de una amplísima paleta sonora entre lo orquestal y lo electrónico. En la experimentación sonora, Zimmer sí que se moja. Y por señalar un tema representativo, me quedo con el del mastuerzo Bane.

Gotham's Reckoning

Como ya hay una reseña publicada sobre Batman v Superman, y en la entrada sobre las secuelas de Superman ya hemos hablado de Justice League, recordaremos sólo que Danny Elfman retomó su tema original de Batman para el "mashup" de personajes de DC.
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