viernes, 12 de agosto de 2011

Fripp & Eno - EVENING STAR


1. Wind on Water (5:30)
2. Evening Star (7:48)
3. Evensong (2:53)
4. Wind on Wind (2:56)
5. An Index of Metals (28:36)

Ya hacía tiempo que no teníamos por aquí a Brian Eno y sus proyectos paralelos. Me salté adrede su reciente Drums Between the Bells, sobre todo porque muchos de los mejores blogs que conozco ya se hicieron eco, y en bastante profundidad. En el futuro todo se andará, pero de momento nos quedamos con uno de los clásicos, un disco que había que comentar sí o sí y que parece encajar bastante bien con estos días de asueto veraniegos.

Evening Star (1975) es todo un favorito entre los álbumes imprescindibles de los inicios del ambient, y de todas las mal llamadas "nuevas músicas" en su momento de emergencia. Robert Fripp, hombre inquieto como el que más, ampliaba sus horizontes musicales habiendo realizado ya las más importantes hazañas de su banda eterna, King Crimson. Brian Eno, por su parte, ya andaba decidido a la búsqueda de sus particulares fuentes del Nilo, aunque todavía no había ideado su mítico Ambient 1: Music for Airports. Es muy importante tener en cuenta, en este sentido, que Eno grabaría el no mucho menos célebre Discreet Music inmediatamente después de Evening Star, en parte como respuesta a éste.

Eno y Fripp, en plan bohemio.

En Evening Star tenemos un total de cinco temas, cuatro más o menos cortos y uno muy largo que ocupaba la cara B del vinilo. En general, el álbum es producto de la evolución de las ideas plasmadas en No Pussyfooting (1973), algo más hermético. Musicalmente hablando, los ingredientes son la guitarra de Fripp y los arreglos de estudio de Eno, a base de experimentación con cinta magnética para crear loops (repeticiones cíclicas del sonido) y pinceladas muy sutiles de sintetizador. Pese a ser la guitarra el instrumento principal, no pretendamos encontrar aquí alardes propios de un "guitar hero" al uso. Robert Fripp, que en efecto merece el calificativo de "guitar hero", utiliza su guitarra como herramienta sonora no necesariamente afín al estilo del rock, sino de una manera mucho más sutil que no desentona con el carácter planeador del álbum. La verdad es que el único tema en el que la guitarra de Fripp parece decir "sí, soy una guitarra" es el que da título al disco.

Wind on Water es el primer tema de Evening Star. Es una composición muy relajada y horizontal que, pese a su ausencia de un ritmo definido o una melodía, cala en el oyente y convence a la primera escucha de que no estamos ante una música al uso, sino ante algo bello y distinto. Evening Star, el segundo corte del disco, es la pieza más melódica del mismo, la más accesible, toda una delicia para dormitar bajo la sombrilla al atardecer. Evensong es algo más difícil de describir a causa de su carácter repetitivo, aunque no rompe en absoluto el tono de la obra. Y Wind on Wind es la composición que cierra la primera mitad del álbum, ahondando en las sensaciones más placenteras y hermosas que ya hemos experimentado con los temas anteriores. Al parecer, la idea original de Brian Eno era que Robert Fripp improvisara con la guitarra sobre una serie de composiciones suyas, aunque al final se optó por componer algo nuevo y aportar creatividad a partes iguales entre ambos. Las bases sonoras descartadas se convertirían en los cimientos de Discreet Music, aunque este Wind on Wind -cuyo autor es Eno en solitario- sobrevivió como integrante de Evening Star primero, y de Discreet Music después. Qué haría yo sin la Wikipedia...

Portada de la edición en CD.

Toda la segunda cara la ocupa An Index of Metals, un exhaustivo desarrollo minimalista de punteos de guitarra tratados electrónicamente sobre un pedal (drone), pura fascinación ambiental pese a que la pieza es bastante larga y puede llegar a hacerse algo pesada.

En resumidas cuentas, se puede afirmar con rotundidad que Evening Star es una obra maestra seminal del género, uno de los álbumes imprescindibles que no pueden pasarse por alto si queremos conocer la evolución de la música instrumental y experimental contemporánea. Y para colmo, como ya decía, es un disco muy accesible y fácil de disfrutar para prácticamente cualquier melómano. Lo retomaremos estos días y nos sumergiremos en su bonita y muy adecuada portada, obra de un tal Peter Schmidt.


Evening Star.

3 comentarios:

Juan dijo...

Este blog desde algunos meses se ha convertido en una guía para descubrir música que antes no me animaba a explorar, un claro ejemplo es Pink Floyd. Me había quedado atrapado por la influencia y éxtasis de Oldfield, Vangelis, Schulze y jarre.

Execelente Blog

El conde dijo...

Eso es exactamente lo que quería hacer con el blog, animar un poco a la gente a abrir la mente. Yo mismo también fui un poco "talibán" de esos músicos que mencionas, pero al final te das cuenta de que sigue quedando mucho bueno conocido por ahí, y lo malo por conocer siempre está a mano.

Gracias por participar, Juan.

parsick dijo...

Brian Eno siempre ha sabido siempre rodearse de excelentes músicos; Robert Fripp era por entonces uno de los grandes, al que le apetecía también experimentar un poco. Ambos crearon este album que para la época en que se editó supongo que sonaría muy muy extraño. Esta gente tan innovadora habría que valorarla mucho más, ya que ellos fueron los que abrieron el camino a los demás. Muchos de los que vinieron después harían cosas similares e incluso mejores (también peores claro), pero es a los pioneros a quien les corresponde todo el mérito.

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