jueves, 13 de febrero de 2025

Mike Oldfield - GUITARS



1. Muse (2:12)
2. Cochise (5:15)
3. Embers (3:51)
4. Summit Day (3:46)
5. Out of Sight (3:48)
6. B. Blues (4:30)
7. Four Winds (9:32)
8. Enigmatism (3:32)
9. Out of Mind (3:46)
10. From the Ashes (2:28)

Para quienes no estábamos todavía en Internet en aquel ya lejano 1999, la publicación de Guitars fue algo que no pudimos predecir. Mike Oldfield venía sacando discos en años alternativos desde 1992, y Tubular Bells III (1998) estaba todavía reciente e incluso seguía sonando en los medios. Se sabía que se avecinaba una gira y fue toda una sorpresa que el músico se atreviese con un nuevo trabajo justo en aquel momento. Es cierto que Guitars puede considerarse como un álbum menor dentro de la discografía de Oldfield, incluso quizá la clase de álbum que un músico edita para engrosar el repertorio de futuros conciertos, pero eso no evita que sea una experiencia musical gratificante.
 
Imagen del interior del libreto del CD.

Al parecer, la idea de Mike Oldfield, o quizá de la discográfica Warner, era que el artista grabase un disco de duetos con otros guitarristas invitados. Alguien habló de BB King, nada menos. Pero el proyecto no fraguó (desconozco los motivos pero no me extraña) y al final Mike se metió en su estudio e hizo lo de siempre: un álbum instrumental compuesto e interpretado por él mismo al 100%, apenas con la ayuda del ingeniero de sonido Ben Darlow. La peculiaridad de Guitars es que prácticamente todo lo que escuchamos está interpretado con guitarras, incluyendo otros sonidos como el de la batería que Oldfield reproduce digitalmente a través de las seis cuerdas utilizando un sistema MIDI, o simplemente a través de samples.
 
Imagen del interior del estuche del CD.

En general, se puede decir que Guitars termina pecando de poco ambicioso. Todos los temas están bien, tienen una bonita melodía y una producción perfecta, pero es cierto que la mayor parte del disco se queda lejos de ser realmente memorable. Funciona como un cuidado ejercicio de estilo, pero el enfoque que adopta Oldfield, muy probablemente grabando en poquísimas tomas (o a la primera) las composiciones que le van surgiendo de manera relativamente espontánea, resta profundidad a un álbum que en todo caso sí que destaca por su innegable frescura. 
 
 Muse

La excepción a este tono modesto general del álbum, para mí al menos, es el tema inicial Muse. No solamente me pareció una maravilla la primera vez que lo escuché, sino que pasados 25 años sigo pensando que Muse es una de las mejores, más bellas y más expresivas de todas las composiciones cortas que ha publicado Mike Oldfield en toda su carrera. Es exquisito en su perfecta sencillez y su brevedad. Lo mejor de todo es que suena profundamente suyo.
 
 Cochise

Otros temas destacables para mí, sin alcanzar la excelencia de Muse, son Cochise, que es una reelaboración más acústica del Jewel in the Crown de Tubular Bells III y funcionó como single promocional para la radio, y Four Winds, que es una pequeña suite de casi 10 minutos inspirada por los cuatro puntos cardinales (los cuatro vientos), con composiciones un poco estereotipadas pero simpáticas. Los demás cortes no están mal, no hay nada realmente criticable o polémico en todo el disco -como sí ocurrirá en su posterior The Millennium Bell-, pero falta ese "algo" especial en el conjunto de los temas que hace de un álbum de Mike Oldfield algo único e irrepetible como lo son tantos títulos de su discografía. 
 
Trasera del estuche del CD.
 
Hay piezas calmadas, ambientales (Embers, Enigmatism, From the Ashes), unas cuantas con guitarras muy cañeras (Out of Sight, Out of Mind) y otras que van de una cosa a la otra (B. BluesSummit Day), pero se nota que el músico las afronta como poco más que un divertimento. Intenta dársele cierta circularidad al álbum con las piezas Embers y From the Ashes, que son variaciones sobre un mismo tema, una casi al principio y la otra como cierre. No es un álbum despampanante, y aun así creo que está infravalorado al habérsele atribuido, pienso que equivocadamente, todos los defectos la etapa "chill" del músico inglés. 
 
 Four Winds

Fue a comienzos de 1999, al poco de publicarse Guitars, cuando se anunció que la gira de Oldfield pasaría por España. Mi buen amigo Miguel consiguió cuatro entradas y nos fuimos de Almería a San Javier con un coche prestado. Fue toda una "road movie", con falsa alarma del motor y llamada al mecánico, el conductor dando cabezadas en plena autovía, huída forzada del Corte Inglés de Murcia sin pagar el ticket del párking, estafas sufridas en bares de carretera y alguna que otra peripecia más. Pero allí estuvimos, en 4ª o 5ª fila viendo tocar a Mike Oldfield en persona. Cada cual, entre los miles de personas que hubo allí aquella noche del 3 de julio de 1999, sacaría sus propias conclusiones, pero yo apunto aquí la mía: que Oldfield, estando ya no en su mejor momento (y atiborrado de cerveza y cigarros de liar) ofreció un sonido espectacular y se volcó en ofrecer lo mejor de lo que tenía entonces entre manos. Abundan las grabaciones piratas del evento, que son buena prueba de ello. 
 
Aprovecho la ocasión para enviar un cariñoso abrazo a Miguel, Víctor y Yuri, compañeros en la vida y en una aventura que nunca olvidaremos.
 

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