martes, 11 de marzo de 2025

The Cosmic Jokers - THE COSMIC JOKERS


1. Galactic Joke (22:38)
2. Cosmic Joy (19:24)

El álbum The Cosmic Jokers ("Los chistosos cósmicos") forma parte del anecdotario más curioso de la kosmische musik alemana. Parece que todo empezó con el fundador del sello especializado Ohr, Rolf-Ulrich Kaiser, que buscaba dar prestigio a los productos que publicaba en aquellos años de efervescencia de la música cósmica a comienzos de los setenta y realizó varias reuniones, o tal vez fiestas, en el estudio del músico e ingeniero de sonido Dieter Dierks

Muchos quisiéramos ver a los grandes artistas del género como jóvenes talentosos y soñadores en busca de una aventura creativa, cuando en realidad eran más bien sujetos un tanto autodestructivos para los que la creación musical era una forma de canalizar sus pelotazos a base de alucinógenos, sobre todo LSD. Estas quedadas a las que acudían, según apuntan varias fuentes más sutiles de lo que yo pretendo ser, eran un auténtico contubernio de iluminados orientalistas, gurús de las terapias y vividores pseudointelectuales de toda calaña reunidos para consumir drogas hasta caer rendidos. Algunos de ellos grababan trabajos de los que Kaiser estaba publicando en la época.

Imagen del artwork del álbum con fotos de los miembros involuntarios del grupo.

En teoría, los músicos estaban allí para amenizar los guateques a base de largas sesiones de improvisación en vivo. Entre otros, acudieron Klaus Schulze (teclados), Manuel Göttsching (guitarras), el mencionado Dieter Dierks (teclado, bajo), Harald Grosskopf (batería) y el hoy conocido como crítico gastronómico Jürgen Dollase (teclados), que se ponían morados de lo suyo y daban rienda suelta a los espacios más galácticos del krautrock para deleite de los popes de las pseudociencias new age allí presentes. Göttsching y Grosskopf estuvieron en algún momento en Ash Ra Tempel / Ashra, y el segundo de ambos, aparte de colaborar en álbumes de Klaus Schulze, estuvo con Dollase en la banda Wallenstein. Era un mundillo muy pequeño.

Rolf-Ulrich Kaiser grabó estas sesiones sin permiso, o al menos varias de ellas, y las montó junto a Dierks en secreto, publicando el álbum que nos ocupa, The Cosmic Jokers, con una filosofía que podríamos llamar "toma el dinero y corre". Se dio la situación absurda de que entrase en una tienda berlinesa Manuel Göttsching y descubriese un sonido genial en la megafonía para averiguar al instante, por boca del dependiente, de que era él mismo el que tocaba allí la guitarra. A Klaus Schulze le sentó especialmente mal la jugada, ya que no sentía que aquella música estuviese al nivel que él quería ofrecer. "Toma el dinero y corre" significa que, a poco que Kaiser fuese consciente de lo que había hecho, debía saber que se le venía encima una denuncia, un juicio y la retirada del álbum de las tiendas. La retirada de todos los álbumes de los Jokers, en realidad, ya que Kaiser publicó hasta cinco vinilos en el mismo año 1974 con el material que les había birlado. Algunos tenían un planteamiento bastante cutre, por cierto.

Portadas de los otros discos montados a base de las mismas sesiones

Hasta del país se tuvo que ir este personaje, y ni siquiera cuando una década más tarde se legalizó el disco con permiso y pago de royalties a sus autores pudo sacarle más tajada. Porque los músicos cósmicos eran un poco drogatas pero se ganaban la vida con su trabajo.

Para la posteridad quedó The Cosmic Jokers como el gran supergrupo del movimiento cósmico alemán, y debo decir que este primer álbum homónimo -hoy, repetimos, plenamente legal y oficial- es realmente notable. La calidad de la grabación, previa a las remasterizaciones pertinentes, no es precisamente de 10, pero se disfruta como un ejercicio magnífico de lo mejor que ofrece el género. La primera mitad, Galactic Joke ("Chiste galáctico"), tiene todo el nervio y la estructura épico-textural que tanto nos gusta, además de un toque de rock que no era tan frecuente. El protagonismo se lo lleva la guitarra eléctrica de Göttsching, supongo que porque el suyo es el sonido más reconocible, pero es un tema sobresaliente en todos sus elementos. 

 Galactic Joke

La segunda cara del vinilo se llama Cosmic Joy ("Gozo cósmico"). Siendo más ambiental, experimental y oscurantista, no baja el nivel. Sobresale aquí, para mi gusto al menos, la combinación de los teclados y las percusiones para crear un espacio sonoro de estos en los que te puedes perder con la imaginación. 

 Cosmic Joy

Un trabajo, en resumen, tan curioso como interesante que merece la pena conocer por parte de los aficionados a la electrónica primitiva y el rock cósmico-progresivo y psicodélico. Lo que no es incompatible con llevar una vida sana y ordenada.

(Agradecimientos al blog Shakin' Street, en el que he averiguado algunos detalles que desconocía.)

1 comentario:

DJSchiller dijo...

Sesiones improvisadas, rock espacial. Hubo un tiempo en que me interesé mucho por el rock aleman; Amon Duul, Can, Ash ra Tempel, los primeros Tangerine Dream y The Cosmic Jokers. Creo que el paso del tiempo ha sido injusto con el Krautrock, ya que el rock clásico y el rock sinfónico anglosajones se llevaron toda la gloria. El Krautrock bebe de las fuentes de la psicodelia y la experimentación de la electrónica en un intento por distanciarse del rock progresivo inglés. Como dijo Edgar Froese, "no sabíamos dónde mirar con nuestra música, no queriamos tener las referencias de Inglaterra, así que miramos hacia arriba a las estrellas". De ahí lo de Space-rock, Schulze no paraba de sacarle sonidos marcianos a su VCS3.

Por otro lado he terminado pensando que el Krautrock de principios de los años setenta fue un vehículo a algo mucho más grande: la música electrónica alemana de Kraftwerk, Tangerine Dream, Klaus Schulze y Ashra, como grupos más relevantes. El Krautrock se transmutó en música electrónica alemana con todo lo que derivó despues; Ambient, Techno, música industrial, New Age, Sonido disco, etc. y con lo imprescindible que es hoy gracias al imperiazo diyei jeje.

El Krautrock o Space-rock es según mi opinión el primer paso del movimiento futurista (o Neo-futurismo si pensamos en el futurismo italiano de principios del Siglo pasado), un movimiento que lleva desarrollándose más de 50 años y que ha tenido su punto culminante con la llegada de la AI. El futurismo tiene su máxima expresión en el uso de la tecnología. Por ello el Krautrock debe de tener su importancia histórica por su condición de pioneros. Básicamente este movimiento se ha convertido en objeto de estudio para los entusiastas de la música electrónica y el movimiento futurista ya que este puñado de artistas libertarios alemanes sólo tenían en 1970 como herramientas las enseñanzas teóricas de Stockhausen y un rudimentario instrumental con lo que poder llevar a cabo sus creaciones. El primer cacharro que obtuvieron para sus marcianadas fue el VCS3 y Kraftwerk en 1971 en su segundo disco, una pequeña caja de ritmos. Guitarras u órgano distorsionados formaban también parte del repertorio sonoro.

Por cierto hay un quinto album (y doble) de Cosmic Joker: Walter Wegmuller - Tarot. Recomendar a Heldon, el grupo francés que se apuntó al Space-rock. Todo ello en Spotify.

Toda este movimiento alemán ha sido recuperado en parte por una discográfica alemana, Bureau B https://bureaub.bandcamp.com/ donde se encuentran muchísimas referencias discográficas.

Resumiendo: los Correos Cósmicos fueron parte importante del Krautrock primario, primer movimiento del Neo-futurismo que ha redefinido la música de los últimos 60 años, haciéndola evolucionar hacia la revolución tecnológica. Por decir alguna referencia primaria; Electronic Meditation de Tangerine Dream de 1970.

Pintura de Luigi Russolo (uno de los fundadores del futurismo italiano) y estamos hablando de hace ya más de un siglo, jeje impresionante.
https://artblart.com/wp-content/uploads/2014/08/boccioni_elasticity-web.jpg

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