sábado, 3 de febrero de 2024

Vangelis - ENTENDS-TU LES CHIENS ABOYER? / IGNACIO

1. Ignacio / Entends-tu les chiens aboyer? (39:04)

¿No oyes ladrar los perros? es una película mexicana de 1975 basada en el relato del mismo nombre de Juan Rulfo. Dirigida por François Reichenbach, participó en el Festival de Cannes y seguramente tuvo cierto recorrido internacional en su momento, pero hoy en día es especialmente conocida por contar con una banda sonora de Vangelis Papathanassiou. No son pocas las películas de ficción y documentales que se recuerdan hoy más por la presencia del genio griego a los teclados que por cualquier otro motivo, sin entrar a valorar su calidad. No he visto esta en concreto, pero parece que trata sobre un indígena mexicano que carga a hombros a su hijo herido y le va contando cómo será el hermoso futuro que espera (o desea) para él, triunfando en la vida. Dudo que esta película tenga un final feliz.

Vangelis, en la contraportada del vinilo.

Ya en 1975 se publicó un álbum con la música de Vangelis, pero la edición discográfica más difundida es la de 1977, titulada simplemente Ignacio, en alusión al muchacho herido coprotagonista. Hay toda una pequeña colección de portadas distintas para el álbum, entre las que mantienen el título original y las que juegan con sutiles diferencias de diseño alrededor la imagen de la silueta de un pájaro. Todas -o casi- contienen la misma música, recogida en CD -creo que de manera innecesaria- en una única pista de sonido, pese a que muchos de los temas estás perfectamente delimitados con pequeñas pausas.

Portada alternativa

El libro que Luis Fernando Torre publicó sobre Vangelis en la colección Rock/Pop de Cátedra en 1998 lo califica como uno de los mejores trabajos, si no el mejor, de la etapa parisina del artista. No es un mal disco, pero no creo que pueda competir con algo tan exquisito como L'Apocalypse des Animaux (1973). Sí es cierto que su sonido se va volviendo menos nebuloso, anticipando el despliegue melódico de su época del estudio Nemo de Londres, aunque mantiene rasgos de la etapa más "ambient" del griego que lo convierten en un álbum bisagra muy interesante.

El álbum al completo.

Lo mejor de Ignacio es su primera mitad, la que corresponde a la cara A del vinilo. Es una hermosa suite llena de variaciones, con una melodía principal muy clasicista, delicada y evocadora, y algunas otras secundarias sin ningún desperdicio, amén de unos coros muy logrados. La segunda mitad, en cambio, comienza con un ultramoderno ejercicio de electrónica rítmica que, sin estar nada mal, sí que resulta un poco chocante. Después escuchamos unos pasajes tenebrosos con golpes de percusión sueltos, seguramente con la función de música incidental para algunas escenas de la película, seguidos de una pieza atmosférica también un poco oscura, justo antes del tema final -supongo que el de los créditos-, muy romántico y que busca un acercamiento a la música tradicional mexicana que no termina de funcionar. Es casi como cuando Jean-Michel Jarre parodió una rumba en Magnetic Fields.

Si encuentras la edición de la izquierda, ignórala. Si encuentras la de la derecha, ráscate el bolsillo. 

Creo que Ignacio es un álbum notable, desde luego favorecido porque algunos pasajes realmente soberbios (ojo a la sabia utilización de Carl Sagan de buena parte del primer tercio del álbum en episodios de Cosmos) se quedan en la memoria por encima de otros más experimentales. Sí que es, en general, muy accesible para públicos amplios, y es una pena además de un hecho inexplicable que no se haya vuelto a encontrar a la venta con normalidad desde hace décadas. Tras descatalogarse en LP y después de algunos años de ediciones en CD por parte de Barclay y Polygram, lo publicó CAM con la primera mitad de La Fete Sauvage (1976) en lugar de su verdadera segunda mitad, y solo en 2002 se reeditó íntegramente en una tirada escasísima que hoy cuesta un riñón. En realidad, y pese a que debería ser al revés, es mucho más fácil encontrarlo de segunda mano en vinilo.

5 comentarios:

David dijo...

Yo tengo una curiosa edición de CAM (oficial) publicada el 1995 que recopila en un único CD Entends-tu les chiens aboyer? y La Fete Sauvage. Hay dos temas cambiados de orden pero en este caso es un mal menor porque vienen los dos discos completos, y tiene la ventaja de estar dividido en cuatro temas (uno por cada cara de los vinilos). En cuanto al disco Ignacio pienso como la mayoría (creo), la primera mitad roza lo sublime pero la segunda mitad me parece infumable. Un saludo!

DJ.Schiller dijo...

Para mí es el primer gran disco de Vangelis, en propiedad de Sony Music. La portada de Ignacio es maravillosa, le va al dedo. Es como la segunda portada de Incantations, hace falta un toque mágico y enigmático que acompañe a tan mágicas obras. Si tuviera que elegir, me quedaba con las obras de Sony Music antes que las de Universal o Warner. Vangelis en los años 70 estuvo realmente rompedor y revolucionario.

En relación con las obras actuales que se suelen comentar, como Openhaimmer; creo que esta generación de los años 70-80 fue una constelación fugaz de estrellas y también creo que no volverá a haber otra constelación así no antes del año 2050. Les ponen sus nombres a asteroides para su mayor recuerdo; Jarre, Brian Eno, Vangelis, Oldfield y Enya. Deberían hacer lo mismo con Enigma y Kraftwerk. En 2ª fila pondría a Tangerine Dream, Neuronium, Schiller, Klaus Schulze y alguno más pero aún en este segundo peldaño, quedan todos muy por encima de esta Factoría Zimmer que se me hace ya demasiado repetitiva. Lo mismo digo de los post-minimalistas y otras vanguardias minoritarias que están unos cuantos escalones por debajo. Todo el post-minimalismo, por ejemplo, lo veo por debajo de ese genio llamado Brian Eno.

Algo extraordinario debió pasar para que en un periodo corto de 15 años viera la luz esta constelación de compositores-productores que pintó la música con el pincel de Van Gogh, Monet, Picasso o Dali. Después vino el vacío, tan basto como el espacio exterior. Sólo me queda vivir del recuerdo y la melancolía.

Yo aún tras muchos años no sé cómo definir este movimiento, algunos lo llaman New Age pero es tan difuso y además no puede abarcar lo anterior a los años 80 porque ni existía el género. Otros le meten la etiqueta de neo-clásico, tampoco me gusta pues ahí meten a los minimalistas y compositores de bandas sonoras, otro saco difuso al igual que la new age. Oldfield en un entrevista tampoco sabía definir su estillo musical y decía que le daba igual que se llamara - tortilla de patatas - u otra cosa, lo importante es la música, decía.

Yo me he inventado una definición, que la coja el que le guste jeje; Sinfonismo de producción. Lo de sinfonismo porque realmente estos músicos tenían inicialmente una fuerte influencia por la música clásica y/o electroacústica (ambos estilos académicos dentro de la música occidental) a pesar de que luego les añadieron cualquier género o instrumentación con tal de que todo sonara de forma innovadora. Lo de - producción - porque fueron realmente los primeros productores musicales caseros y tuvieron que currarse todo como músicos; interpretación, composición y producción musical. Su pensamiento no estaba frente a una partitura, sino frente a una mesa de mezclas.

Brian Eno, Oldfield o Vangelis son sinfonistas de producción, jeje que raro suena. Este movimiento ha influido en lo que ha venido después; Factoría Zimmer y Post-minimalistas con Max Ritcher y Yann Tiersen a la cabeza. También ha influido en la música popular ( en este punto tengo que decir que el Sinfonismo de producción va detrás de los grandes movimientos de la música clásica últimos tales como Impresionismo, Neo-clasicismo, Dodecafonismo o Minimalismo), de hecho hoy día casi todo es producción musical casera y música electrónica.

DANI dijo...

Como curiosidad, decir que tengo tanto el vinilo del 77, el del ave enigmática en la portada, como el innombrable CD con la mitad de Ignacio y la otra mitad de la Fete Sauvage. Menos mal que en ese CD estaba la mitad buena y no la otra (que tampoco es tan mala, ¿eh?, lo que pasa es que por comparación con la otra solo puede salir perdiendo). ¡¡¡Pero es que es tan buena!!!... En esa suite de la cara A del vinilo se encuentran fragmentos que están entre lo mejor que nunca compuso el genio griego, en mi opinión.

Esas notas de piano superpuestas hacia la mitad de la suite, épicas y evocadoras a la vez, mágicas, sublimes... siguen poniéndome la piel de gallina a día de hoy. Es una auténtica gozada disfrutar esta maravilla y a quien aún no la haya escuchado, le recomiendo encarecidamente que lo haga cuanto antes y descubra la magia del gran Vangelis.

José Ramón dijo...

Me encanta este disco. Lo tengo en vinilo.

luis dijo...

Ignacio es una adaptación cinematografica de un cuento de Juan Rulfo, que se llama ¿OYES LADRAR A LOS PERROS?.

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