1. Prologue (0:32)
2. Tour de France Étape 1 (4:27)
3. Tour de France Étape 2 (6:41)
4. Tour de France Étape 3 (3:56)
5. Chrono (3:20)
6. Vitamin (8:10)
7. Aéro Dynamik (5:05)
8. Titanium (3:21)
9. Elektro Kardiogramm (5:16)
10. La Forme (8:41)
11. Régéneration (1:17)
12. Tour de France (5:13)
Creo que hablamos hace tiempo sobre la íntima y algo rebuscada conexión que hubo, durante los años ochenta sobre todo, entre la música hecha con sintetizador y las diversas vueltas ciclistas europeas. Así de pronto, me acuerdo de Azul y Negro (Me estoy volviendo loco) y Jean Michel Jarre (Magnetic Fields 2, creo que también Calypso I) sonando en las retransmisiones de la Vuelta a España, y de nuevo Jarre prestando Chronologie 4 al Giro de Italia, ya en los noventa. No recuerdo nada específico del Tour de Francia, pero por ahí andarían los tiros. ¿Por qué se hacía esto? Supongo que las grandes competiciones de ciclismo europeas eran un buen escaparate de nuestros paisajes para espectadores de todo el mundo que las seguían por televisión, y nada más representativo en aquellos tiempos que el llamado "europop", mejor todavía si era instrumental y funcionaba como banda sonora extraoficial. Es de suponer que en algún caso contarían con Kraftwerk, líderes de lo suyo desde siempre, para que prestasen sus temas al pedaleo, los maillots y los puertos de montaña, logrando -como siempre- que todo el mundo fuese por la calle tarareando clásicos electrónicos sin tener jamás la menor idea de quiénes eran sus autores.
Trasera del libreto del CD.
Tour de France Soundtracks (2003) es hasta el momento el último disco de estudio de los alemanes, un álbum bastante tardío -el anterior salió en 1986- que causó una impresionante expectación, ya que a los Kraftwerk se los consideraba en estado de hibernación voluntaria, prestos para algún concierto aislado a regañadientes y muy lejos de cualquier estudio de grabación. Pero no era así, porque se metieron en su eterno Kling Klang de Düsseldorf y grabaron este trabajo en homenaje a los 100 años del Tour de Francia. El disco posee carácter oficial, pese a que su publicación no coincidió exactamente con la ronda gala de aquel año. Tampoco se trata de una obra totalmente original, ya que en 1983 habían lanzado un single titulado Tour de France cuya melodía se recupera en este álbum, amén del diseño "vintage" de su portada. Apuntan mis fuentes habituales wikipédicas -esto no lo sabía- que es uno de los pocos álbumes de Kraftwerk que no se publicó en varios idiomas, sino que mezcló en una única edición el francés, el alemán y el inglés.
Portada del maxi promocional.
Ralf Hütter, Florian Schneider (los Ralf y Florian de siempre), Fritz Hilpert y Henning Schmitz crean aquí una obra conceptual muy chill-out, adaptándose bastante bien a los cambios que década y media después de Electric Café habían afectado a la música electrónica. Todo está muy filtrado y suena suave de verdad, casi nada que ver con aquellos simpáticos sonidos de maquinaria robótica de antaño, pero con esas voces modificadas y esos ritmos industriales que no dejan lugar a la duda sobre su autoría. Ya se veía venir el tipo de música que Kraftwerk utilizaría en el álbum cuando tres años antes lanzaron el single Expo 2000 con motivo de la Exposición Universal de Hannover. Los Kraftwerk del Siglo XXI.
Vídeo oficial.
El brevísimo Prologue del álbum nos pone en situación, y en seguida empieza el pedaleo con tres temas entendidos como etapas del Tour, muy rítmicos y más o menos parecidos en espíritu, aunque no iguales en ejecución. Luego viene la Chrono, claro, que viene a ser una extensión de la tercera etapa. Los corredores se toman una Vitamin (nada dopante, claro) en un bonito tema con algo de letra muy de los Kraftwerk de siempre, como si no hubiesen pasado los años. Aéro Dynamik va en la misma línea retro, expandiéndose en el siguiente corte, Titanium. Elektro Kardiogramm es más papista que el papa, kraftwerkiano a más no poder, con un ritmo que parece emular en un principio al latido de un corazón. La Forme es bastante largo, y desde luego queda patente que el cantante no está en este álbum para cantar, sino para soltar frases robóticas que se repiten hasta la náusea. Régéneration es cortita y ambiental, y todavía queda Tour de France a secas, con un tipo jadeando como si fuese en la bici y una melodía muy bonita, totalmente distinta de la de las Étapes anteriores. Se trata de una versión no muy distinta del single original de 1983.
Tour de France, en vivo.
Por aportar una valoración personal, empezaré diciendo que Tour de France Soundtracks es con todo derecho un álbum de los míticos Kraftwerk, aunque quizá su carácter tardío -y quizá por encargo- lo hace un poco frío. Además, tal como decíamos, el grupo ha limado mucho las asperezas de su sonido y, aunque es indudable que siguen ahí presentes, da la sensación de que al disco le falta un poco de chispa. También puede ser una impresión mía, nada más. Puede escucharse en Spotify, tanto el álbum como un maxi promocional del mismo.