miércoles, 10 de diciembre de 2025

Esa musiquilla en mi cabeza, capítulo 16: "KAVAL SVIRI"

El álbum lanzado en España comenzaba precisamente con Kaval Sviri.
 
En el afán por encontrar nuevos sonidos con los que nutrir a los melómanos más aventureros entre los años ochenta y noventa, hubo un importante espacio para lo étnico/ancestral, y cuanto más exótico mejor tenía que ser. Entre nativos norteamericanos, una nueva ola celta y cantos gregorianos, emergió en un momento relativamente temprano un estilo vocal que hoy recordamos con el nombre que recibieron en su más importante lanzamiento discográfico en nuestro país: El misterio de las voces búlgaras (Le Mystère des Voix Bulgares).
 
Dos ediciones internacionales de estas grabaciones.

Lo cierto es que los álbumes que aparecían bajo esta autoría recogían en realidad temas cantados por distintos conjuntos vocales tradicionales, sobre todo el Coro femenino de la radio y la televisión estatal búlgara y el Filip Kutev Ensemble. Eran coros de mujeres de edades diversas, vestidas con un colorista traje regional, que fundían sus voces en complicadas polifonías. Aparecieron en televisión en numerosas ocasiones y tuvieron sus días de gloria a finales de los ochenta, y eso que, curiosamente, una grabación de este tipo de cántico había sido incluida en 1977 en los discos de oro de las sondas Voyager, actualmente viajando a una velocidad inimaginable hacia la constelación de Ofiuco.

 
The Sounds of Earth, el "LP" interestelar.

¿Cuál es el misterio de las voces búlgaras? Que cantan a capela, que lo hacen con el diafragma y con una posición peculiar del paladar, y que poseen un aura exótica que parece indígena y no hace pensar para nada en folk centroeuropeo de detrás del telón de acero. Quien tuvo la idea de lanzar esta música al mercado internacional fue el productor y etnomusicólogo suizo Marcel Cellier, que anteriormente había "descubierto" al flautista rumano Gheorghe Zamfir.

 
Kaval Sviri

Aunque no se puede decir que tuviesen un tema concreto que pegase el gran pelotazo de popularidad, he elegido este Kaval Sviri ("Suena el caramillo") por haber tenido una importante influencia posterior. Su estilo ha sido imitado en numerosas ocasiones, o al menos ha servido para que se incluyesen cánticos étnicos parecidos en álbumes de todo tipo en los noventa (pensemos en Adiemus), y hasta se versionó de manera bastante reconocible en la serie Xena: princesa guerrera, de la que todos habremos visto algún episodio. En la actualidad siguen apareciendo grabaciones bajo la inevitable nomenclatura de El misterio de las voces búlgaras, por ejemplo para una colaboración con la también telúrica Lisa Gerrard.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...