lunes, 20 de enero de 2020

David Bedford - STAR'S END


1. Star's End - Part One (23:18)
2. Star's End - Part Two (22:26)

A medio camino entre el álbum progresivo conceptual y la obra clásica académica contemporánea se encuentra el trabajo de David Bedford publicado por Virgin en 1974. No es especialmente accesible, aunque a estas alturas ya hemos tenido en el blog numerosos trabajos bastante opacos -comparados con lo que podríamos llamar "música de consumo habitual", perdón por este término horrible- que al final fascinan por su capacidad de absorción, por la manera en la que podemos sumergirnos en ellos aunque no los entendamos del todo. Con Star's End me encuentro en la extraña situación de haberlo elegido como protagonista de una entrada... sin saber muy bien cómo enfocar su análisis. Voy a intentar rodearlo un poco y atacar cuando esté desprevenido.
 
Contraportada del vinilo.
 
Lo de que fue publicado por Virgin lo decía porque en aquellos años se especializaron en dar un espacio discográfico a visionarios e iluminados que realizaban largas suites experimentales con sonidos innovadores. No creo que todo pueda explicarse con el éxito de Tubular Bells, ya que por ahí andaban también otros como los Tangerine Dream que ya eran conocidos antes de entrar en nómina y cuyos Phaedra, Rubycon, etc. se parecían muy poco al célebre título de 1973. También fuera de Virgin se atrevían con las suites largas (Heaven and Hell de Vangelis, por ejemplo), y lo que definitivamente sostenía el fenómeno era el favor del público, mucho más abierto a nuevas experiencias de lo que seguramente es hoy en día. Este Star's End fue, según he leído, el álbum de música clásica más vendido de 1974.

Portada de la edición original para EEUU.

Star's End, cuyo título proviene de la saga Fundación de Isaac Asimov, parece planteado como la plasmación musical de alguna clase de cataclismo cósmico, una gigantesca supernova o tal vez el mismísimo Big bang. Algo, en fin, que sólo puede retratarse como un suceso de enorme poder. Bedford juega con un importante componente de tensión contenida, una textura densa que pasa desde una serie de pasajes nebulosos (en la línea de las piezas de Gyorgy Ligeti empleadas en la película 2001) a explotar y expandirse ilimitadamente al final de la cara A con la presencia de una guitarra eléctrica desbocada.

Part One

La segunda mitad se recrea en estos desarrollos tensos de los que hablábamos, y en este caso se perciben con claridad matices cercanos a La consagración de la primavera de Stravinsky. Bedford se recrea en nerviosos vaivenes de violines salpicando notas sobre fondos estáticos, y salvo por un equilibrado y original tramo final, la guitarra resulta invasiva de más en algún momento. Se entiende que el compositor quisiera dar peso en el álbum al guitarrista invitado Mike Oldfield, pero en pocos momentos del álbum, en mi modesta opinión al menos, se reconoce del todo su estilo más allá de un cierto toque de guitarra. El genio de la melodía no estaba en su salsa en medio de una obra tan atonal, pero esa es la prueba de que sólo Bedford tomaba las decisiones.

Part Two

Escuchamos a la Royal Philharmonic Orchestra, y también figura Chris Cutler a la batería. La portada, por cierto, es de Monique Froese, esposa del fundador de Tangerine Dream, Edgar Froese, y autora de sus míticas portadas setenteras. Todo queda en casa.

3 comentarios:

José Ramón dijo...

Tengo mucho interés en conseguir físicamente estas obras pero no es fácil. ¿Donde podría localizarlas?

El conde dijo...

Hasta no hace mucho, la discografía de Bedford podía comprarse más o menos completa en Amazon a precios normales, pero veo que este en concreto sólo está en este momento en el mercado de segunda mano. Si estás muy interesado, te recomiendo bucear a fondo en eBay o Discogs y volver de vez en cuando tanto a éstos como a Amazon. Seguramente se reedite cada cierto tiempo.

José Ramón dijo...

Perfecto. Estaré atento. Gracias

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