sábado, 2 de febrero de 2013

Jean Michel Jarre - METAMORPHOSES


1. Je Me Souviens (4:25)
2. C'est la Vie (7:11)
3. Rendez-Vous à Paris (4:19)
4. Hey Gagarin (6:20)
5. Millions of Stars (5:41)
6. Tout Est Bleu (6:01)
7. Love Love Love (4:26)
8. Bells (3:49)
9. Miss Moon (6:08)
10. Give Me a Sign (3:49)
11. Gloria, Lonely Boy (5:31)
12. Silhouette (2:29)

Hagamos un repaso mental rápido a la trayectoria de Jean Michel Jarre. Podríamos decir que desde mediados de los setenta hasta mediados de los ochenta se sitúa su época más fértil creativamente hablando. Desde mediados de los ochenta a mediados de los noventa vendría una segunda época, ésta de asentada y solvente madurez. Desde ese momento hasta hoy, no tengo ni idea de cómo calificar la carrera de Jarre. ¿Indecisión? ¿Anquilosamiento? ¿Crisis de identidad? Si en algún momento hemos tenido problemas para poner nombre a la última década y pico en la vida de este señor, es posible que encontremos como punto primario de inflexión el álbum Metamorphoses (2000).

El anterior trabajo de Jarre, Oxygene 7-13 (1997), no funcionó nada mal. Satisfizo a los fans, pero parece que el propio autor no terminó de quedarse contento del todo, entre otras cosas -supongo- porque algunos críticos lo vieron como un álbum más o menos conformista. Es de imaginar que un tío tan ambicioso como Jarre se quedó con las ganas de pegar un pelotazo que volviese a ponerle en el mapa tras unos años en que iba perdiendo tirón en los medios, al menos en comparación con sus años de gloria una década antes. Metamorphoses fue la idea que concibió en aquel momento, un álbum mayoritariamente compuesto por temas cantados que en ciertos detalles quería recordar vagamente su sorprendente Zoolook de 1984.

Contraportada.

Ciertos detalles: la presencia de la diva avant-garde Laurie Anderson, un sonido más urbano que el de sus desarrollos cósmicos típicos, un claro afán experimental... incluso la portada se parece a la de Zoolook, y seguro que me olvido de algún otro parecido. Sin embargo, aunque Metamorphoses es un álbum muy bien trabajado y más que disfrutable, no gozó ni por asomo del éxito de otras obras previas de Jarre. Personalmente, creo que el motivo puede hallarse también en su comparación con Zoolook: mientras que aquel álbum era revolucionario, todo un salto en su estilo que reivindicaba al músico como pionero y máximo exponente de la música electrónica, Metamorphoses parece sugerir todo lo contrario. Es como si Jarre hubiese necesitado afirmarse a sí mismo mediante la identificación con lo que hacían en aquel momento otros músicos del género bastante más convencionales, con estilos más bien coyunturales, lo que en cierto modo era dar un paso atrás para mezclarse (perdónenme los aludidos) con el populacho. Para mi es el primer álbum publicado por Jarre cuyo sonido podría confundirse con el de otros músicos.

Imágenes del libreto del CD.

Metamorphoses se gestó paralelamente, al menos a partir de cierto punto, al concierto que le encargaron a Jean Michel para celebrar el nuevo milenio. Tendría lugar en Egipto, frente a las pirámides de Giza nada menos, y se desarrolló para la ocasión un espectáculo "total" que, a través de elementos mitológicos egipcios y filosofía new age (sigo pensando que Jarre es masón), venía a subrayar el proceso de cambio que la mentalidad del mundo entero sufriría en la nueva era por llegar. De no ser porque quedó levemente deslucido por una tormenta de arena, estaríamos hablando de uno de los espectáculos musicales más grandiosos que jamás se hayan visto en el mundo. El álbum, cuyo título hace también referencia a estos "cambios", contendría algunos temas de los que se escucharon en el show de Egipto, si bien las mezclas y los arreglos serían bastante diferentes.

Vídeo oficial de C'est la Vie.

El primer tema es Je Me Souviens. En él intervienen la voz de Laurie Anderson y la del propio Jean Michel, enumerando algunos elementos de la tradición mitológica de la que trató el concierto de las pirámides. Cést la Vie fue el primer single, un tema con mucho ritmo y la voz étnica de la egipcia Natacha Atlas. Rendez-Vous à Paris es casi un instrumental, salvo por la voz de Jarre al vocoder repitiendo el título del tema. Colabora Sharon Corr, de The Corrs, con un exquisito solo de violín. Hey Gagarin es bastante convencional pero tiene su encanto. Suena como cabecera de un programa en la 2 de TVE. Millions of Stars está entre las piezas más logradas ambientalmente del disco, con unos fabulosos arreglos sinfónicos. El gran tropezón del álbum es Tout Est Bleu, una canción sosa y ramplona que no aportó nada como segundo single. Me recuerda a aquel olvidable I'm Blue (Da Ba Dee) de Eiffel 65 que sonaba en aquella época. 

El vídeo de Tout Est Bleu.

Love Love Love es un corte muy inspirado y con saborcillo galáctico. Dicen que los de Kraftwerk estuvieron a punto de colaborar en el álbum, y me pregunto si no sería en este tema precisamente. El instrumental Bells se utilizó en el concierto de Egipto, The Twelve Dreams of the Sun ("Los doce sueños del Sol") como una potente obertura que pudo verse en el mundo entero por televisión. Rubén Alonso sugiere en su libro sobre Jarre que quizá pudiese ser una parodia u homenaje hacia su "archienemigo" Mike Oldfield, que andaba entre campanas una vez más aquellos años, y podría tener razón.

Bells, en Egipto.

Miss Moon es un tema largo y con un desarrollo lento, pero muy cuidado y lleno de matices ambientales. Mucho más popero es Give Me a Sign, una canción bastante convencional pero tan melódica y luminosa que cautiva al instante. Con el tiempo, su melodía sería reciclada por Jarre para convertirse en una solemne pieza sinfónica que escucharíamos en varios conciertos, en un tono parecido al del clásico Souvenir of China. Gloria, Lonely Boy también tendría su versión orquestal, y en el propio álbum ya podemos escuchar arreglos en esta línea que se mezclan con unos potentes sintetizadores que crean un ambiente melancólico. Silhouette es una dulce y ligera conclusión para un álbum excelente pero un pelín irregular.

Portada del single Tout Est Bleu.

Metamorphoses ha crecido con los años, pero tampoco parece haber dejado buen sabor de boca al propio Jarre. Como hemos mencionado, en algunos casos ha recuperado melodías para conciertos y obras posteriores (me olvidaba de que el tema Aero es idéntico al estribillo instrumental de Je Me Souviens), pero no es habitual escuchar los temas del álbum en conciertos actuales, al menos no tal cual aparecieron en el CD. En la próxima entrada, hablaremos sobre qué ha hecho Jean Michel Jarre desde entonces. Terminamos con una comparación entre el tema Give Me a Sign en el concierto de Egipto (prácticamente igual a la del álbum) y su versión el el concierto editado como Jarre in China (2004).


2 comentarios:

BionicTenshi96 dijo...

Pues la verdad es un album bastante disfrutable aunque no tuviese el encanto de otros trabajos de Jarre.
Te dire que la verdad Tout est bleu es uno de mis favoritos y ahora que mencionas al tema I'm Blue de Eiffel 65 precisamente fueron ellos quienes hicieron aquel famoso remix de Tout est bleu, de una u otra forma ese tema y su remix fueron la antesala de lo que pretendia Jarre con los siguientes albumes.
Hey Gagarin tambien es uno de los que mas me ha gustado, hay una version del tema en vivo en la que le cambia el nombre, esa version fue muy buena.

parsick dijo...

Pues a mí me gustó también mucho este disco, el cual reconozco que compré pirata sobre alguna manta, ya no sé donde. Creo que Jarre siempre ha hecho un esfuerzo por estar a la última e ir adaptándose a los tiempos que corren. Eso siempre es una empresa arduo complicada, que merece todos mis respetos. De hecho, en sus últimos albumes ("Electronica" I y II) se rodea de lo más variopinto del panorama musical electrónico, con sus altibajos correspondientes, pero intentando siempre estar a la última. Ese reinventarse continuo deja a fans por el camino, eso es, por llamarlo de alguna forma, un daño colateral.
Lo vocal puede espantar a más de uno, pero si yo superé la bofetada que me supuso "Zoolook" en su día (disco que ahora adoro), supongo que al final no será tan trágico. Otros, como Tangerine Dream, no repetirían la experiencia, tras su polémico "Cyclone", pero aquí monsieur Jarre repite esa experiencia a mi parecer con nota.
Me gusta especialmente el tema "Love Love Love", como bien dices, realmente inspirado.

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