5. He Is Sailing (6:47)
Intentando superar el cabreo de estos días, me he planteado realizar una entrada sobre algún disco "buenrollero" que se adapte a la temática habitual del blog, y en seguida me ha venido a la cabeza Private Collection, álbum publicado por Jon and Vangelis en 1983 que supone la cúspide creativa de su carrera como dúo. Mucho cuidado con el título, ya que no se trata de un recopilatorio. Más bien debe referirse a una "colección privada" entendida como galería de arte musical o algo así.
A pesar de la fuerte personalidad artística de Jon Anderson y Vangelis Papathanassiou, el dúo que formaron oficialmente desde finales de los setenta -sin abandonar por ello sus respectivas carreras independientes- nunca fue, para alegría nuestra, una siempre suma de lo que podría aportar teóricamente cada uno de sus miembros. Jon and Vangelis es otra cosa musicalmente hablando, por mucho que ahí esté la voz peculiar de Anderson y los no menos peculiares teclados de Evangelos; Cada uno de ellos trabaja para dar lo mejor de sí, pero también para respaldar completamente al otro.
¿Os acordáis de aquella comedia de TV llamada Primos lejanos,
en la que un tipo de ciudad acogía en su piso a un primo suyo, que era griego?
Como siempre, es bueno que nos pongamos en antecedentes. Jon Anderson andaba liado en la constante deconstrucción de Yes con estos o aquellos miembros, capeando de paso el temporal de la nueva ola musical británica que, o bien convertía a la banda en una reliquia viviente, o bien la obligaba a abrazar con lascivia el AOR (Adult-Oriented Rock), concepto en sí bastante deprimente pese a los buenos resultados de algunas bandas. Jon Anderson colaboraría ese año con Mike Oldfield y daría a Yes un gran espaldarazo comercial con Owner of a Lonely Heart, del álbum 90125. Por su parte, Vangelis sí que estaba un momento algo más sólido de su trayectoria gracias al éxito magnífico de su reciente banda sonora para Blade Runner y los ecos de Chariots of Fire, que seguían sin apagarse. Ese mismo año publicaría la partitura para la película japonesa Antarctica.
Al menos cuatro temas de Private Collection fueron singles. Aquí, dos portadas.
Private Collection es un álbum pequeño en lo que a número de temas se refiere, pero enorme en lo que a melodías y producción se refiere. Es imposible que nadie en aquel entonces lograse un sonido más perfecto. No tengo claro del todo si se trata de una obra conceptual o no, aunque las letras sí que desprenden abundantes referencias a la ternura, el amor y la fe religiosa. Aun siendo sus primeras canciones muy pop y perfectamente comerciales, hay sitio para los experimentos. En este sentido tenemos Italian Song, primer corte del álbum, que Anderson canta en un italiano inventado. O sea, que no es italiano sino una imitación fonética. Es una canción lenta que, gracias a la voz de soprano del vocalista, parece casi un aria. La balada And When the Night Comes es quizá el tema menos conocido del álbum, y no por ser de menos calidad, sino porque no es tan luminoso e invita menos al tarareo. Deborah es de mis favoritas, una de esas canciones que pareces conocer desde siempre aunque nunca la hayas escuchado antes. La letra hace referencia, según entiendo, a un padre que mantiene correspondencia por carta con su hija pequeña. Exquisito tema.

Polonaise (una polonesa, según apunta el título) tampoco es de lo más famoso de Private Collection. Suena como un himno que comienza con timidez y va creciendo hacia un tramo final muy poderoso. Al parecer, esta canción se inspiró en los sucesos políticos que tuvieron lugar en aquellos años en Polonia, con el sindicato Solidaridad y su lucha contra el régimen soviético. Pero mi tema favorito es He Is Sailing. No sé muy bien qué clase de imágenes me trae al pensamiento, pero quizá sean playas tropicales paradisíacas y nativos vestidos con colores brillantes. Todo eso está ahí, y sin embargo pesa sobre lo demás su contenido religioso, ya que He Is Sailing ("Él -Dios- está navegando") es prácticamente el Padrenuestro con algunas variaciones. Por su ritmo marcado y la suntuosidad de sus arreglos instrumentales, sobre todo unas percusiones apabullantes, recuerda un poco en su planteamiento al State of Independence de The Friends of Mr. Cairo, aunque en cualquier caso se trata de una canción que produce una sensación de libertad, de viaje y aventura difíciles de explicar si no se escucha.
La segunda cara de la edición en vinilo la ocupa por completo el tema Horizon, la pieza más larga en la carrera del dúo y una de las más ambiciosas. Es prácticamente una canción convencional alargada durante los primeros diez minutos, pero la atmósfera es tan espectacular, tan enorme, que en todo momento tenemos la sensación de estar realmente ante una suite mucho más complicada de lo que es en realidad. La segunda mitad es mucho más íntima, aunque Vangelis se las arregla para que sus más sutiles toques de piano nos transporten a algún lugar sublime más allá de la estratosfera. En cuanto a su temática, es una plegaria a la autoconfianza que abunda en el optimismo casi utópico -muy new age, todo hay que decirlo- que aportan las letras de Anderson a la práctica totalidad del disco. Se grabó un sexto tema durante las sesiones de Private Collection, que además apareció como cara B entre los singles del álbum, aunque nunca como integrante del mismo. Se trata de Song Is, y se escucha en este vídeo:
¿Y qué hace a Private Collection mejor que Short Stories (1980) o The Friends of Mr. Cairo? (1981) No es fácil de explicar, pero creo que todos quienes hemos escuchado estos álbumes llegamos a la misma conclusión: Private Collection es un álbum mucho más sólido, con mayor sabor de conjunto que logra calar más hondo en nuestra memoria de oyentes, mientras que Short Stories no tenía grandes afanes melódicos y Mr. Cairo parecía más una colección de temas sueltos -algunos un poco fuera de tono- que un todo coherente. Todavía quedaba por llegar un cuarto álbum, Page of Life (1991), tardío en las fechas y un poco escaso de frescura y originalidad.
Quedémonos con Private Collection por ahora, y ojalá nos sirva para hacer un poco más dulces los pequeños sinsabores de este tórrido agosto.
He Is Sailing, directa de un vinilo con su característico sonido.
Deborah.