1. Discreet Music (30:35)
2. Fullness of Wind (9:57)
3. French Catalogues (5:18)
4. Brutal Ardour (8:17)
Aunque es bien conocida la anécdota que "inspiró" a Eno para desarrollar la música ambient en términos oficiales, a veces se asocia el dato con la grabación del álbum más emblemático del artista, Ambient 1: Music for Airports (1978), cuando su producto más inmediato fue en realidad Discreet Music (1975).
Al parecer, el ex-componente de Roxy Music había sufrido un accidente y se encontraba tumbado en una cama de hospital. Algún alma caritativa le había puesto allí cerca un tocadiscos con un vinilo de música de arpa, aunque el pobre Brian, que casi no podía moverse, no era capaz de subirle el volumen, que estaba demasiado bajo. En fin, el hombre se debió acostumbrar al sonido del disco tan bajito, imaginamos que mezclado con el ir y venir de enfermeras, el zumbido de máquinas, etc., de manera que el compositor británico se planteó crear piezas musicales que se mezclaran perfectamente con el entorno de los quehaceres cotidianos, a fin de hacerlos más llevaderos sin resultar invasivas. Parece que obtuvo este concepto de Erik Satie y lo que él llamaba "música de mobiliario", que venía a ser más o menos lo mismo que entendemos por ambient.
Portada de una edición posterior.
Inevitablemente, Discreet Music es un trabajo bastante más experimental -que ya es decir- que la posterior serie Ambient, aunque también se apartaba levemente de sus anteriores trabajos tanto en solitario (pongamos Another Green World, en el que había trazas claramente ambientales) como con Robert Fripp, si bien de estas últimas colaboraciones sí que retomaría su gusto por la manipulación sonora de laboratorio. El caso es que, a base de experimentos con cintas, magnetófonos y reproducciones a distintas velocidades, Discreet Music se erigió como un potente primer paso hacia tantas grandes obras como ha dado, en términos generales, lo ambiental-electrónico con posterioridad.
El tema que da título al álbum, contenido en la cara A del vinilo original, es una pieza ambient de formato clásico y generada en principio mediante sintetizador, muy propia del Eno de aquellos tiempos, aunque quizá no con la sencilla elegancia minimalista de Music for Airports, pero sí en una línea por el estilo. La segunda mitad del disco, todavía más arriesgada si cabe, es una serie de tres piezas derivadas del famoso Cánon de Pachelbel, interpretadas por una pequeña orquesta que introduce importantes variaciones de melodía y ritmo sobre la obra clásica. Gavin Briars actúa como director de la orquesta y co-arreglista. De alguna manera, Eno es consciente de que las posibilidades que abre este nuevo campo de experimentación sonora está más cerca de la música clásica del siglo XX que del mundo pop-rock con el que hasta entonces había flirteado en mayor o menor medida.
Diagrama explicativo de la grabación del primer tema del álbum, incluida en el estuche del disco.
No diría que Discreet Music sea una obra especialmente accesible para empezar a conocer el ambient como género, pero sí es un título bastante interesante y muy original en su contexto histórico. Desde luego, a quienes ya estén familiarizados con la obra de Brian Eno les parecerá una experiencia más que agradable.
Discreet Music.
1 comentario:
la verdad es que prefiero el Eno anterior, desde sus comienzos con Roxy Music hasta geen world. No son discos fáciles de encontrar si como a mi nos gusta la música física, es decir, en soporte magnético o cd.
Indagaré en tu propuesta que siempre se aprende algo.
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