1. May Be a Price to Pay (5:00)
2. Games People Play (4:23)
3. Time (5:15)
4. I Don't Wanna Go Home (4:52)
5. The Gold Bug (Instrumental) (4:34)
6. The Turn of a Friendly Card
The Turn of a Friendly Card (Part One) (2:45)
Snake Eyes (3:16)
The Ace of Swords (Instrumental) (2:57)
Nothing Left to Lose (4:07)
The Turn of a Friendly Card (Part Two) (3:22)
Cuando uno enumera los grandes grupos del rock progresivo de los setenta, generalmente deja a un lado a The Alan Parsons Project en un primer momento. Es cierto que su sonido no ha envejecido del todo bien, y que seguramente sea más exacto calificar su estilo como "pop progresivo" que como cualquier otra cosa, pero pienso que merecen más elogios de los que, en general, les deparan los mitómanos. Llevaron al extremo la creación de álbumes conceptuales y cometieron muchos de los excesos propios de su género, pero escuchar álbumes como The Turn of a Friendly Card, aun no siendo este su mejor trabajo, deja claro que son un grupo a reivindicar.
Imagen del interior del libreto del CD.
Bien, más que un grupo se trataba de un dúo: Alan Parsons, reputadísimo ingeniero de sonido británico que había trabajado con The Beatles y Pink Floyd; y (sobre todo) el desaparecido Eric Woolfson, el cerebro musical tras el Proyecto. En cada álbum contaban con músicos y cantantes de sesión que contrataban para la ocasión, sin que nadie aparte de ellos dos formase parte oficialmente de la formación. Hace tiempo comentamos sus álbumes Tales of Mystery and Imagination. Edgar Allan Poe (1976), I Robot (1977) y Pyramid (1978), y ahora tocaría seguramente Eve (1979), un disco que para unos es oro y para otros bazofia, así que, dado que no lo he escuchado entero, he preferido dar un saltito hasta el título que nos ocupa.
Con este álbum se publicó un cuádruple LP con todos los discos
de la banda hasta entonces, con este diseño en la portada.
The Turn of a Friendly Card (1980) es quizá el último álbum del Project que mantiene el nivel alto de sus primeros tiempos. Entrada la década de los ochenta se decantarían cada vez más firmemente hacia el pop, si bien seguirían hasta el final explorando acertadamente los arreglos e instrumentaciones que les dieron prestigio en sus inicios. Tuvimos un primer álbum sobre los cuentos de Poe, un segundo sobre los robots de Asimov, un tercero sobre el misterio de las pirámides de Egipto y un cuarto sobre la feminidad, este quinto trabajo de estudio versa sobre el vicio del juego. Parece que Woolfson vivía en Mónaco cuando se gestó el álbum, de modo que la inspiración le pillaba bastante cerca. El álbum viene a contar, difusamente, la historia de un señor al que se le cruzan los cables y que se lo apuesta todo a las cartas en un casino, dando pie a diversas reflexiones sobre la vida, sobre los juegos de azar, sobre la vida como un juego de azar.
La estructura de The Turn of a Friendly Card ("El turno de una carta buena/amistosa") es la habitual en The Alan Parsons Project: una serie de temas cantados bastante elaborados y distintos entre sí, con distintas voces, ritmos y arreglos; y un par de piezas instrumentales algo más arriesgadas. Como única peculiaridad, decir que la cara B del vinilo consiste en un único tema (a efectos de su título, al menos) que se subdivide en pequeñas partes. Se trata del homónimo The Turn of..., y es quizá la mejor parte del álbum, ya que contiene fabulosos arreglos orquestales al comienzo y al final, y la exquisita canción Nothing Left to Lose. Es mi tema favorito del álbum, aunque no se queda muy atrás la balada Time, la primera pieza vocal del dúo en la que canta el propio Eric Woolfson, y Parsons le hace los coros. Games People Play también es conocida, aunque reconozco que me gusta menos.
Diseño para la portada de un single promocional.
En cuanto a los instrumentales, The Ace of Swords aparece como una especie de intermedio orquestal en el macro-tema de la cara B, con algunas de sus melodías más destacables; y The Gold Bug, cuyo título es ambiguo, está hacia la mitad de la cara A y destaca por su excelente base rítmica y su melodía de saxo. Por un lado, puede referirse al relato de Edgar Allan Poe El escarabajo de oro, cosa probable si recordamos el álbum de debut del Proyecto. Y puede referirse a una expresión del mundo de las finanzas que describe a alguien ansioso por conseguir mucho dinero rápidamente, cosa que está muy en consonancia con el concepto del álbum.
The Gold Bug en vivo, en 1995.
Una última edición del álbum en CD incluye una buena cantidad de temas extras, entre versiones inconclusas de algunos cortes, maquetas y demás. Es la mejor opción de compra, y puede disfrutarse completa en Spotify. Acabamos con la "suite" final del álbum.