CD 1*
1. My Dear Frodo
2. Old Friends
3. An Unexpected Party
4. Axe or Sword
5. Misty Mountains
6. The Adventure Begins
7. The World Is Ahead
8. An Ancient Enemy
9. Radagast the Brown
10. Roast Mutton
11. A Troll-hoard
12. The Hill of Sorcery
13. Warg-scouts
CD 2
1. The Hidden Valley
2. Moon Runes
3. The Defiler
4. The White Council
5. Over Hill
6. A Thunder Battle
7. Under Hill
8. Riddles in the Dark
9. Brass Buttons
10. Out of the Frying-Pan
11. A Good Omen
12. Song of the Lonely Mountain
13. Dreaming of Bag End
(*No incluyo la duración de cada pista, ya que no existe información oficial al respecto. La edición con la que se ha elaborado la entrada es promocional y puede sufrir variaciones en el momento de su publicación oficial.)
Harto de trabajar en algún rutinario día de clase de 1937, el profesor Tolkien de la Universidad de Oxford cogió uno de los exámenes que corregía y le dio la vuelta. Sobre el papel en blanco escribió: "En un agujero en el suelo, vivía un hobbit". Esa es la famosa anécdota que se cuenta sobre el nacimiento de una de las piedras angulares de la moderna literatura fantástica y de aventuras, El hobbit, cuya versión fílmica llega a los cines en diciembre de 2012. La trilogía literaria de El Señor de los Anillos fue realmente una secuela de esta primera novela de J. R. R. Tolkien que terminó adquiriendo dimensiones gigantescas, opacando en gran medida las virtudes sobresalientes de su más modesta (que no menos brillante) predecesora.
Mucho se habló en su día sobre los recortes argumentales que sufrió la adaptación al cine de El Señor de los Anillos (2001, 2002, 2003) para su estreno como trilogía, y en el caso de El hobbit las cosas parecen haber funcionado al revés. Es un libro de 200 páginas que, para convertirse en una nueva trilogía, ha necesitado combinar una traslación escrupulosa de cada fragmento del libro con algunos añadidos procedentes de los llamados ambiguamente "apéndices" de la obra de Tolkien, así como de la imaginación del director y co-guionista Peter Jackson. También al revés ha funcionado el desarrollo del argumento, ya que, como decíamos antes, El hobbit fue anterior a El Señor de los Anillos y aquí su trama es tratada como "precuela". El hobbit era de todos modos un estreno inevitable tras la aclamada trilogía de hace una década, pero su creación ha pasado por innumerables obstáculos, desde los problemas para rodar en Nueva Zelanda a la renuncia de su director original, Guillermo del Toro. Pero El hobbit tenía que llegar, y Howard Shore era indiscutible como autor de su(s) banda(s) sonora(s). Incluso cuando Jackson prescindió de Shore en King Kong (2005) por tener distintas visiones sobre su ambientación musical, el compositor canadiense estuvo asegurado para cualquier futurible proyecto ligado a la Tierra Media y sus habitantes. Le avalan 3 Oscars por su monumental trabajo en la trilogía y el reconocimiento absoluto de crítica y público, de modo que las expectativas respecto a El hobbit eran enormes. Podemos respirar tranquilos, porque Howard Shore se ha vuelto a superar. La película no lo sé, pero su B.S.O. ya es un clásico.
Los enanos que van a recuperar la Montaña Solitaria.
Lógicamente, no he visto la película, pero acabo de escuchar el CD doble con la versión "normal" de su banda sonora y afirmo rotundamente que está a la altura de sus anteriores aproximaciones al universo tolkiano. Leí el libro hace años, y aunque la película contenga escenas que desconozco, su música es tan autosuficiente en lo narrativo como cabría desear. Por eso es fácil deducir a qué escena corresponde cada fragmento musical del álbum (a esto ayuda el que la película El hobbit: un viaje inesperado ha sido concebida, también musicalmente, como precuela de El Señor de los Anillos, y que muchos cortes de los CDs se titulan como capítulos del libro). Advierto de que el análisis puede contener destripes del argumento.
Imagen de un póster de la película.
Howard Shore parte de una serie de melodías conocidas para construir una nueva composición con entidad propia, quizá un poco más incidental que en la trilogía anterior, pero igualmente sostenida en temas conductores o "leitmotivs", y escrita con el mismo lenguaje musical sencillo, muy clasicista y abundante en fragmentos corales (aquí muy variados) y épicos a rabiar. No abusa de los viejos temas, por cierto, y hay numerosas novedades que ayudan a diferenciar mucho a esta aventura de las anteriores. La primera -y quizá más destacable- es una potenciación de las cuerdas que aporta una dimensión muy orgánica, directa y llena de matices, a la música. La segunda novedad es un tema principal que sirve como melodía recurrente de la partitura. Se trata de la "Canción de la Montaña Solitaria", que suena con distintos tonos dramáticos en temas como The World Is Ahead, Roast Mutton, Over Hill y sobre todo en Misty Mountains y The Song of the Lonely Mountain.
En el primer trailer, los enanos cantan Misty Mountains y después suena Over Hill.
Se trata de la adaptación que hace Shore, con la colaboración del grupo pseudo-étnico Plan 9, del poema que Tolkien pone en boca de la compañía de enanos protagonistas de su libro. Es una especie de arenga que reivindica el derecho de Thorin Escudo-De-Roble y sus enanos sobre el tesoro robado por el dragón Smaug muchos años atrás en el antiguo reino minero de la Montaña Solitaria, que funciona tanto en la película como en su banda sonora como principal motor (y motivador) dramático. El cantante de Crowded House, Neil Finn, canta una versión alargada del mismo tema en el penúltimo corte del álbum. Es el clásico tema pseudo-pop que suele incluirse para aumentar las ventas, y sin embargo suena genialmente integrado gracias a sus coros y sus repiqueteos de yunques, como si los enanos cantaran mientras preparan las armas para el asalto a su Montaña.
The Song of the Lonely Mountain, con Neil Finn y Plan 9.
Un tema bien conocido que también tiene gran importancia aquí es el de la Comarca, esa pieza amable y bucólica que nos recuerda el apacible país de los hobbits. Es utilizado como leitmotiv del protagonista, Bilbo Bolsón, tanto de su persona como de su constante añoranza de su bonita casa en la verde colina de Bolsón Cerrado. Está muy presente, por ejemplo, en el tema inicial My Dear Frodo y en el siguiente Old Friends.
Los primeros temas del álbum corresponden a la visita de los enanos a Bilbo.
Otras piezas de El Señor de los Anillos tienen también breves -pero notables- apariciones, un tanto tímidas, casi como subrayando su carácter premonitorio. Por ejemplo, escuchamos el exótico tema de Lothlórien para evidenciar la presencia de la reina élfica Galadriel en el Concilio Blanco (The White Council) al que asiste el mago Gandalf el Gris. A este respecto, decir que hay trocitos dispersos aquí y allá, de los temas que en la trilogía correspondían a Mordor y Sauron (en An Ancient Enemy, por ejemplo), un villano que todavía no ha dado la cara y se hace pasar por el Nigromante contra el que lucha el Concilio.
Gandalf el Gris y Radagast el Marrón.
También asiste al mismo el mago Radagast, que cuenta con un excelente y novedoso tema propio (Radagast the Brown) lleno de violines y bellos coros infantiles. Para terminar, y sin pretender ser exhaustivo, decir que también podemos escuchar melodías correspondientes a Rivendel en The Hidden Valley; y al Anillo Único y su maldición, muy sutiles, en el tema Riddles in the Dark, correspondiente al encuentro de Bilbo y el torturado Gollum.
Bilbo Bolsón en Rivendel.
Mención aparte merecen los fragmentos de acción (Warg-scouts, Out of the Frying-Pan), casi siempre caracterizados por composiciones simples y potentes para instrumentos de viento y coros amenazadores. No son orcos sino trasgos los principales villanos que acechan en las cavernas y bosques de El hobbit, pero su música -así como la naturaleza de ambas criaturas- es parecida.
Evidentemente, habrá que esperar a la película para saber al detalle qué clase de aventuras esperan a Gandalf en sus investigaciones sobre el Nigromante, que son las escenas menos definidas de antemano al ser en gran medida obra de los guionistas y no tanto de Tolkien. Temas bastante incidentales como The Hill of Sorcery ("La Colina de la Hechicería"), An Ancient Enemy y buena parte de la larga The White Council parecen claramente ligadas a esta rama argumental, pero no me atrevo a describirlas más allá de su carácter oscurantista y premonitorio. En cualquier caso, si atendemos a la lista de temas del álbum llegaremos a la conclusión de que no hay en la película El hobbit tantos añadidos de cosecha propia de Peter Jackson y compañía como podría parecer a priori, y eso que la historia de esta primera entrega termina -creo- con el rescate de los protas gracias a las águilas en una arboleda en llamas, justo después de escapar de los trasgos de las Montañas Nubladas. Un bonito cierre para el álbum es la breve pero hermosísima Dreaming of Bag End ("Soñando con Bolsón Cerrado"), onírica y fantástica a reventar.
Y poco más hay que decir, salvo que para esta ocasión Howard Shore ha contado con la Orquesta Filarmónica de Londres y que el álbum ha sido grabado en los estudios Abbey Road. Salvo por Neil Finn, Plan 9 y el actor Richard Armitage (que interpreta al líder enano Thorin), no hay, que yo sepa, colaboradores de campanillas procedentes del ámbito de las "nuevas músicas" o la world music como en el pasado estuvieron Enya o Sheila Chandra. Tampoco es que hagan mucha falta, considerando la sobrada calidad de la obra. Los temas de cada CD, por cierto, van todos enlazados y sin interrupciones como en una única gran pieza de concierto, por lo que es recomendable contar con el álbum original o con un reproductor que no introduzca pausas entre los cortes si queremos disfrutar de la música plenamente. Se publicará una edición especial con algunos cortes extra, y con temas extendidos ya presentes aquí.
En fin, una maravilla que nos devuelve felizmente a la añorada Tierra Media. Y el año que viene, otra.