Me he encontrado, tanto en Spotify como en la mejor página que conozco sobre Vangelis -no oficial-, llamada Elsewhere, el disco cuya portada encabeza esta entrada. Se trata de un álbum que contiene la banda sonora de la película Motín a bordo (The Bounty, 1984) aquel remake del clásico de aventuras con Marlon Brando que en los ochenta dirigió Roger Donaldson con Anthony Hopkins y Mel Gibson. Pero hay que andarse con cuidadín, porque aunque se basa de un modo más o menos fiel en la partitura original del griego barbudo, es una reinterpretación a cargo del compositor cinematográfico Dominik Hauser.
Sin entrar a comentar si la música me parece buena o mala, el simple hecho de que en la portada tenga preeminencia el nombre de Vangelis sobre el de Hauser nos da una idea de hacia dónde se enfoca el producto, al menos mercadotécnicamente hablando. Viene a ser algo parecido a aquella pseudo-banda sonora que apareció con el estreno de Blade Runner y que tampoco estaba interpretada por el autor heleno, sino por The New American Orchestra, conglomerado de músicos reunidos para la ocasión. El asunto es que este esquivo compositor vanguardista, pese a dársele tan bien la cosa que incluso llegó a recibir un Oscar por Carros de fuego, siempre se ha resistido mucho a publicar sus trabajos para películas, y cuando lo ha hecho ha sido reelaborando mucho la estructura de la partitura hasta convertirla en algo muy distinto de lo escuchado en la sala de cine. Francamente, hay que afirmar que Vangelis acepta muy a regañadientes el que se le identifique con la música de cine. No se considera especialista en ese campo y no quiere encasillarse.
Como todos sabemos, existe una tremenda multitud de bandas sonoras de Vangelis que no han sido jamás publicadas oficialmente, incluyendo las de filmes tan importantes como Desaparecido (Missing) o Lunas de hiel (Bitter Moon), amén de muchísimos documentales con contenido musical bastante digno de salir al mercado. The Bounty es una de las bandas sonoras no publicadas que más merecerían este privilegio, y los responsables del disco que estamos comentando, BSX Records, han decidido no hacer esperar más a los fans que aguardan a que, seguramente antes o después, Vangelis dé su visto bueno para ediciones en condiciones. Mientras tanto, quienes admiramos al griego nos conformamos con las grabaciones piratas que circulan por la red de redes y que son facilísimas de conseguir. Precisamente la música original de The Bounty no suena especialmente mal en sus ediciones "bootleg", y cuenta con música para rellenar nada menos que dos CDs. Dando un rápido repaso a algún temilla de la versión de Dominik Hauser, la verdad es que, sin ser horrible, resulta obvio que imitar el sonido personal de Vangelis es tarea imposible.
2 comentarios:
Tal vez lo más probable que suceda sea que, como sucedió con el gran Jerry Goldsmith, que Vangelis tenga que fallecer para que los fans podamos escuchemos muchas de sus obras en mejores condiciones (en el caso de Goldsmith referido a las "Complete Soundtracks", de las que por lo general era reacio).
Saludetes barbudos!
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