sábado, 5 de abril de 2014

Rick Wakeman - THE SIX WIVES OF HENRY VIII


1. Catherine of Aragon (3:44)
2. Anne of Cleves (7:53)
3. Catherine Howard (6:35)
4. Jane Seymour (4:46)
5. Anne Boleyn (6:32)
6. Catherine Parr (7:06)

"La seis esposas de Enrique VIII" (1973) es el título del segundo álbum del teclista londinense Rick Wakeman, además del primero en su carrera que contenía temas de creación propia. El mítico componente de Yes inició con él, ya sin fecha de caducidad, una trayectoria propia que supo compaginar solventemente con su pertenencia a la banda progresiva. En anteriores entradas he comentado los álbumes de Wakeman Journey to the Centre of the Earth (1974) y The Myths and Legends of King Arthur and the Knights of the Round Table (1975), al primero de los cuales destrocé, siendo solo un poco más benévolo con el segundo. Varios comentaristas me instaron a escuchar este trabajo que nos ocupa, y ahora entiendo los motivos.

Trasera de una edición en CD.

Tampoco es que The Six Wives me parezca la octava maravilla del mundo, pero está claro que se trata de un trabajo muchísimo más maduro (¡paradoja!) y equilibrado que aquellos otros álbumes que grabó inmediatamente después, en los que pasaba del elegante rock progresivo instrumental aquí contenido hacia algo indefinido, mitad sinfonismo electrónico, mitad ópera rock acartonada. Aunque no está exento de las opulencias virtuosistas de sus trabajos temáticos clásicos, The Six Wives mantiene en todo momento los pies en el suelo y no se anda con los desvaríos grandilocuentes y muy muy caducos de otros títulos suyos, sin duda porque Wakeman concibió su carácter conceptual como excusa para reunir en un solo vinilo una serie de piezas aisladas que llevaba elaborando desde hacía tiempo.


Se divorció de Catalina de Aragón
Decapitó a Ana Bolena
Jane Seymour murió por complicaciones tras el parto.
Anuló su matrimonio con Anne de Cleves.
También decapitó a Catherine Howard.
Catherine Parr fue su viuda.

Precisamente por eso resulta muy difícil asociar la música de cada tema con la esposa del rey inglés que le da título, aunque Rick Wakeman apunta que los cortes del álbum, en todo caso, están más asociados con evocaciones que le produce la personalidad de cada desdichada señora que con características biográficas de las mismas. No es un disco conceptual que siga unos criterios narrativos definidos (las esposas ni siquiera hacen su aparición en el mismo orden en que Enrique se casó con ellas y/o se divorció y/o las mandó matar). Más bien deberíamos ver todo ello como una divertida extravagancia, esto es, que Wakeman manejaba seis temas musicales instrumentales y les puso el nombre de estas señoras como podría haberles puesto cualquier otro. También se comenta que la idea original era incluir un tema más en el disco, correspondiente al propio Enrique VIII, que aunque no llegó a compartir soporte -por problemas de espacio- con sus esposas sí que ha sonado en conciertos bajo el título de Defender of the Faith ("Defensor de la fe").

Defender of the Faith.

Realizar una descripción detallada de cada tema es cosa complicada. La mayoría de la música del disco, al menos en una primera escucha, tiene un carácter muy fragmentario, muy libre. No queda demasiado en nuestro recuerdo inmediato, salvo pasajes aislados como el bellísimo inicio de Catherine Howard a base de piano y guitarras. Sí nos dejan huella, por ejemplo, la nerviosa energía free jazz de Anne of Cleves, los toques ominosos presentes en Anne Boleyn o los diversos insertos corales que aportan dramatismo y ambiente "de época" a las composiciones, aquí y allá. En general, Wakeman desarrolla gran cantidad de fraseados melódicos con arreglos de todo tipo y diversos ritmos, casi siempre dando la impresión de querer poner su lucimiento como maestro del teclado (todo tipo de aparatos, que conste, entre otros los entrañables Minimoog y Mellotron) por encima de un desarrollo pleno de las ideas que va esbozando. Y pese a ello, la inmensa mayoría del material musical de The Six Wives es altamente disfrutable y resulta bastante más coherente (y llevadero) en escuchas posteriores de lo que podría parecer en un acercamiento superficial. Bien.

Catherine Howard. Me puede lo melódico.

Otro punto a su favor es la presencia en el disco de prácticamente todos los miembros de la banda Yes (Bill Bruford, Steve Howe, Chris Squire, Alan White) entre los instrumentistas invitados, lo que lo convierte en un ítem obligatorio para cualquier admirador de esta formación de referencia. Desde luego, queda claro que en el caso de Rick Wakeman tendré que ser selectivo a la hora de escuchar esa inmensa mayoría de su obra en solitario que todavía desconozco. Ojalá me lleve más estupendas sorpresas como esta.

3 comentarios:

Víctor Hugo dijo...

Esta semana me compré este disco. Adoro a Yes y bueno, todo lo que salió de esa pedazo de banda.

Esteban dijo...

Hola:
Completamente de acuerdo en que este disco es mucho mejor que el "Journey..." (casi indigerible para mí a causa de las nefastas voces) y que "The Myths...", aunque debo reconocer que a este último le tengo un divertido recuerdo de las varias veces que lo escuché en vinilo. También coincido en que el Wakeman que sigue a estos tres discos fue de mal en peor. En realidad, desde mi modesto punto de vista, sus mejores trabajos son los que hizo con Yes, al menos hasta "Tormato", y luego con ABHW.

Un saludo desde Canarias.

José Ramón dijo...

Bueno, Rick Wakeman es en si mismo todo un exceso. O te gusta o no. Yo me quedo con sus cuatro primeros discos por igual.

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