domingo, 21 de octubre de 2012

Emerson, Lake & Palmer - PICTURES AT AN EXHIBITION


1. Promenade (1:58)
2. The Gnome (4:16)
3. Promenade (1:23)
4. The Sage (4:40)
5. The Old Castle (2:31)
6. Blues Variation (4:21)
7. Promenade (1:28)
8. The Hut of Baba Yaga (1:16)
9. The Curse of Baba Yaga (4:08)
10. The Hut of Baba Yaga (1:06)
11. The Great Gates of Kiev (6:37)
12. Nutrocker (4:22)

El compositor ruso Modest Mussorgski (1839-1881) tiene en la obra Cuadros de una exposición (1874) una de las obras maestras que han hecho perdurar su nombre entre los grandes autores del Romanticismo musical. Esta composición programática fue creada como homenaje al pintor Viktor A. Hartmann, amigo de Mussorgski, y la idea que manejó el segundo fue la de "pintar" con música los cuadros seleccionados para una exposición póstuma del primero. Mussorgski concibió esta suite para piano, aunque la versión más conocida de la misma es la orquestal, que debemos a Maurice Ravel.

En 1970, el trío de semidioses progresivos formado por Keith Emerson (teclista), Greg Lake (bajista y cantante) y Carl Palmer (batería) actuaron en uno de los festivales más memorables de aquellos años de revolución juvenil, el de la Isla de Wight, realizando una versión -muy en su línea virtuosista- de la obra de Mussorgski. Entonces estaba permitido casi todo en música, y eso que el rock sinfónico todavía no había alcanzado ni por asomo su mayor grado de complejidad. Debemos suponer que esta curiosa idea de ELP respondía a lo que en el mundillo de la música electrónica popular primitiva de entonces estaba haciendo (pensemos en Wendy Carlos o Isao Tomita), aunque tal vez fue una simple excusa para hacer gala pública de su virtuosismo instrumental. Seguramente los ELP no se sentían demasiado lejos de los pioneros del sintetizador.

Keith Emerson, Carl Palmer y Greg Lake.

Sea como fuese, el caso es que aquella interpretación tuvo una gran acogida popular, y los ELP terminarían por realizar una grabación oficial de su versión de Mussorgski. Fue en 1971, en el Newcastle City Hall (el ayuntamiento de la ciudad, debo entender), y el álbum Pictures at an Exhibition acabó por convertirse en una de las piedras angulares de la evolución del rock experimental de los setenta. Curiosamente, suena más bien como si hubiese surgido en los años de decadencia del género, y no en los de su emergencia.

Portada y contraportada originales.

¿A qué me refiero? A que en los primeros años setenta había una tendencia más hacia la elegante perfección formal que hacia el exceso, y ELP se decantan aquí por su vertiente más espectacular y exhibicionista. Emerson, Lake y Palmer, como todos sabemos, se sentían (quizá con razón) los mejores en lo suyo, y para demostrarlo se emplearon a fondo y sin pudor en su recreación galáctica-robótica-con-camisa-de-amebas de una obra tan bien conocida como la del autor ruso. Es una peripecia de la que, visto con muchos años de distancia, salieron airosos.

En el interior de la carpeta del vinilo vemos pinturas ilustrando cada tema, pero no las de Hartmann.

El secreto fue llevarse la obra original a su terreno, convirtiendo lo que podían ser sutiles desarrollos instrumentales en rarísimos fraseados de sintetizadores, bajo y batería que parecen propios de un jazz frenético. También intercalan algún tema propio, como Blues Variation o la canción The Sage. Lo mejor, sin embargo, es lo tocante a Mussorgski: la fabulosa Promenade, una especie de interludio que suena varias veces en la suite (representa un paseo por la galería de arte para llegar al siguiente cuadro) y que la banda interpreta con variaciones, utilizando un órgano de iglesia instalado en el escenario para la ocasión, o en una versión cantada. Donde se dejan llevar por el virtuosismo es en piezas como The Gnome o las dos piezas sobre la bruja Baba Yaga, aunque en general se puede describir el álbum al completo como un pulso entre los tres miembros del trío para decidir quién es el más rápido, el más  hábil con las teclas o las baquetas, el más inteligente a la hora de adaptar a Mussorgski a su instrumento rockero. Como curiosidad, el álbum -no sé si solamente en ediciones especiales- contiene una última pieza titulada Nutrocker que adapta el Cascanueces ("Nutcracker", en inglés) de Tchaikovski. Supongo que el ambiente ruso de la composición la convierte en un buen acompañamiento.

Contraportada del CD.

No diría que Pictures at an Exhibition sea una obra esencial para quien esté comenzando hoy en día a escuchar rock sinfónico o progresivo, dada su complejidad melódica y lo bastante mal que ha envejecido su sonido respecto al de otras obras del género... pero su importancia en el desarrollo de este estilo tan popular fue capital y, desde luego, esto convierte su escucha en una experiencia más que interesante. No sé si es la clase de disco que se convierte en favorito de alguien en la actualidad, pero sí es de los que deben conocerse y hasta estudiarse. En Spotify.

Un concierto con el contenido del álbum fue estrenado en cines. Este es el comienzo.

1 comentario:

parsick dijo...

Fantástica reseña Conde, como siempre. Creo que esta "peripecia", como acertadamente la denominas, sólo se entiende si se ha vivido esa época (no es mi caso) o si has buceado mucho en ese género, aunque sea poco tiempo después (ese es más mi caso). Yo concretamente devoraba rock sinfónico y progresivo en los 80 (Genesis, Camel, Pink Floyd, Yes, etc.); ELP no eran de mis favoritos, en mi humilde opinión estaban un peldaño por debajo de los que he mencionado. Aunque tuvieron bastante éxito, quizá les faltaba un guitarrista para despuntar como lo hicieron las citadas bandas. Por estas cosas de la vida, "Pictures at an Exhibition" fue el primer disco que escuché de ellos, por lo que tengo un recuerdo más apegado a la nostalgia que la crítica objetiva. No obstante, me quito el sombrero ante la "peripecia".

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