1. The Adventures of Han (3:49)
2. Meet Han (2:20)
3. Corellia Chase (3:34)
4. Spaceport (4:07)
5. Flying with Chewie (3:30)
6. Train Heist (4:48)
7. Marauders Arrive (5:15)
8. Chicken in the Pot (2:09)
9. Is This Seat Taken? (2:36)
10. L3 & Millennium Falcon (3:17)
11. Lando's Closet (2:13)
12. Mine Mission (4:11)
13. Break Out (6:15)
14. The Good Guy (5:25)
15. Reminiscence Therapy (6:13)
16. Into the Maw (4:49)
17. Savareen Stand-Off (4:26)
18. Good Thing You Were Listening (2:08)
19. Testing Allegiance (4:21)
20. Dice & Roll (1:55)
Parece que la franquicia iniciada por George Lucas se está resintiendo en la taquilla con este último título, lastrado quizá por el protagonismo de un Han Solo que (lógicamente) no es Harrison Ford, un tono general más bien planito y, sobre todo, la sensación de que la abundancia de películas de la saga está haciendo que dejen de percibirse como "acontecimientos". Paga el pato una película que, no obstante, sí tiene cosas muy a reivindicar. Sin ir más lejos, su banda sonora es una agradable sorpresa.
John Powell (de starwarsnewsnet.com)
John Powell, el compositor elegido para Solo, logra resolver con notable el gran problema que supone componer una música que tenga en cuenta la herencia creativa del maestro Williams y que sea al mismo tiempo innovadora y fresca. Solo: una historia de Star Wars (2018), igual que Rogue One (2016), es y no es Star Wars, en el sentido de que no es un episodio numerado y, por lo tanto, busca jugar un poco con ese universo tomándose unas cuantas -y bienvenidas- licencias formales. Powell contribuye a esto con una banda sonora fresca y colorista, no carente de brío, pero que, todo hay que decirlo, podría haber caído en la herejía si hubiese sido compuesta para uno de los "episodios".
Yo mismo tenía el cuchillo preparado, entre otras cosas porque Williams anunció hace poco que el futuro Episodio IX sería el último para él, y sospechaba que antes o después metería la zarpa en Star Wars ese sindicato del crimen musical que es Remote Control Productions. Afilé el cuchillo, digo, al comprobar que Powell está entre sus filas. Afortunadamente, Powell no es un Badelt ni un Jablonski, y alguien ha tenido la muy feliz idea de que el propio John Williams componga y dirija el tema principal de la película, The Adventures of Han, marcando así la línea a seguir por Powell.
The Adventures of Han
Pero con o sin los dictados de Williams, Powell sabe mezclar bien el sinfonismo clásico romántico con sonidos más de moda, típicos del actual cine de acción y aventuras, sin "nolanizar" ni "zimmerizar" en exceso la partitura. Hay aportaciones muy interesantes, de hecho, como un coro étnico femenino/infantil que encarna musicalmente a los bandidos enmascarados de la escena del tren (Marauders Arrive), o un tema de amor bastante inspirado (Lando's Closet). También tiene su encanto el típico tema diegético que contiene casi toda BSO de Star Wars, en este caso un sensual dúo pop en lengua alienígena titulado Chicken in the Pot ("Pollo en la olla"), que cuenta con la colaboración de otro colega de Remote Control, Gavin Greenaway.
Marauders Arrive
Lando's Closet
Chicken in the Pot
Sí nos chirrían los dientes algunos recursos muy genéricos que están presentes en algunos puntos de Solo. Por ejemplo, hacia el final de Flying with Chewie suena un fragmento optimista con un punto de charanga que debe estar pregrabado en los archivos de Remote Control desde los tiempos de Gladiator (en Now We Are Free), y que hemos escuchado hasta el vómito en películas y anuncios de TV. Da pena que algo tan manido se haya colado en el sacrosanto canon musical de Star Wars.
Flying with Chewie
Reminiscence Theraphy
Pero en fin, hay una indudable inteligencia en la manera que tiene Powell de reutilizar y adaptar el famoso The Asteroid Field de El Imperio contraataca para las escenas en que el Halcón Milenario atraviesa el famoso Corredor Kessel. Toca la fibra nostálgica con mucho acierto y la escena sabe a gloria. Se ahorra el álbum otras dulzuras para fans al suprimir la fanfarria de Star Wars de los créditos finales, como en Rogue One.
Imagen de la contraportada.
Me parece difícil comparar, como han hecho algunos críticos, este Solo de John Powell con el Rogue One de Michael Giacchino, sobre todo porque el segundo intentó mantener una fidelidad escrupulosa al estilo Williams que le impidió expandir musicalmente sus recursos musicales, mientras que el primero, aportación del propio Williams aparte, ha hecho su agosto. Tiempos vendrán, me temo, en los que lo genérico y pregrabado, el sonido estándar de la BSO comercial contemporánea, terminen de invadir los mundos de Star Wars, y si bien Solo no merece ser acusada directamente de ello, sí que ha dejado la puerta abierta.