1. Oxygene (Part 5) (1:30)
2. Ethnicolor (11:41)
3. Chants Magnetiques / Magnetic Fields (Part 1) (8:11)
4. Souvenir de Chine / Souvenir of China (5:37)
5. Equinoxe (Part 5) (6:01)
6. Rendez-Vous III (Harpe Laser / Laser Harp) (3:54)
7. Equinoxe (Part 7) (5:29)
8. Wooloomooloo (3:22)
9. Rendez-Vous II (11:54)
10. Ron's Piece (6:35)
11. Rendez-Vous IV (7:01)
Hay diferentes formas de entender un álbum en directo desde el punto de vista del consumidor de música, sea éste coleccionista o no. Puede verse como un modo de satisfacer la curiosidad sobre cómo suena sobre el escenario el artista en cuestión. También responde a la necesidad del fan de poseer todos los lanzamientos oficiales de su ídolo. Y en algunos casos algo más raros, un álbum en directo se convierte en todo un documento poco menos que histórico, bien por la importancia del evento en sí mismo, bien por el contexto en el que tuvo lugar. Jean Michel Jarre ha publicado varios álbumes en vivo a lo largo de su carrera, todos bastante buenos como mínimo, y al menos un par de ellos auténticos hitos en varios sentidos. En el caso de En Concert Houston-Lyon (1987), rebautizado en su edición "extendida" de 1997 con el título de Cities in Concert. Houston-Lyon, estamos ante uno de estos momentos trascendentales.
Portada alternativa de la versión del álbum de 1986.
Quizá no sea tan carismático y esencial como The Concerts in China, pero el segundo álbum en vivo de Jarre es igualmente potente a la hora de reflejar los años de mayor esplendor popular de la carrera del músico francés. Contiene temas escogidos de los conciertos de 1986 en Houston (Texas) y en Lyon, Francia.
El primero de estos eventos fue el espectáculo en celebración del 150 aniversario de la fundación del Estado de Texas y el 25 aniversario de la NASA, tornado inesperadamente en amargo homenaje a las víctimas del transbordador espacial Challenger. Todos los que entonces teníamos uso de razón recordamos aquel momento terrible en el que la nave explotaba pocos minutos después del lanzamiento, marcando de paso el inicio del declive del programa espacial estadounidense. Aunque se pensó lógicamente en suspenderlo, el concierto se replanteó finalmente como una celebración del heroísmo de los/las astronautas y de la épica espacial, con todos sus claroscuros. Jarre utilizó todo el ultramoderno centro de Houston, literalmente, como escenario. Los propios edificios funcionaron como pantallas donde proyectar imágenes láser, y la afluencia de público, que alcanzó el millón y medio de espectadores, batió el récord Guinness. Récord que, por cierto, poseía hasta entonces el propio Jean Michel.
El mastodóntico concierto de Houston. Toda la ciudad fue parte del escenario.
El concierto de Lyon se celebró también en fechas cercanas y estuvo enmarcado igualmente en la promoción del álbum Rendez-Vous (1986). En este caso, su carácter histórico queda unido al hecho de haber tenido lugar con motivo de la visita del papa Juan Pablo II a Lyon, que es además la ciudad natal de Jarre. Fue aquel un papa bastante dado a los espectáculos de masas, cercano al mundo artístico y mediático, y no fue nada raro que Jean Michel Jarre quisiese plasmar en disco aquel evento en particular. Debo decir, eso sí, que no sé si el propio Juan Pablo II estuvo presente en el concierto.
Yéndonos a la música aquí contenida, que al final es lo que cuenta, debemos comenzar con una advertencia: es un álbum con muy pocos temas al que le habría sentado de maravilla una edición en dos discos como está mandado. No obstante, es de suponer que primó su carácter como testimonio de una época brillante de su autor por encima de su mero disfrute musical para el oyente-consumidor, entre otras cosas porque es justo afirmar que la naturaleza de la música de Jarre no permite que sus interpretaciones en directo aporten nada muy distinto de sus versiones de estudio. Menos mal que la selección de los cortes es bastante buena, y gracias a eso las cosas se equilibran.
Una imagen del concierto de Lyon (de www.jeanmicheljarre.com).
Que el álbum comience con Oxygene V es simplemente anecdótico, ya que este primer corte funciona más como un prólogo que como una pieza musical. Por encima de la nerviosa melodía de sintetizador destacan las voces de los locutores de radio y televisión norteamericanos informando sobre el concierto que va a tener lugar en Houston esa noche, y que está causando gran expectación, problemas de tráfico inclusive. Suena después Ethnicolor, un tema muy épico procedente del rompedor Zoolook que suena fenomenal en su versión completa, y al final del cual Jean Michel saluda al público. Después suena el bastante habitual Magnetic Fields I en versión recortada (¿qué narices tiene Jarre contra la segunda mitad de la versión del álbum?), con un pequeño arreglo pseudo-orquestal de base que se une al frenetismo sintético de la pieza. Como si se cerrase un círculo, más voces de periodistas reconocen su agradable sorpresa ante la música del francés (ni siquiera se aclaran con la pronunciación del apellido), no centrándose tanto en los fuegos de artificio como sucedía en el prólogo del disco. No podía faltar a continuación la siempre bienvenida Souvenir of China, y lo que fue la cara A del vinilo concluye con Equinoxe V y más reporteros atrapados en el tumulto.
El Rendez-Vous Houston, en fabuloso (ehem...) VHSRip.
Lo siguiente que escuchamos, bastante impresionante, es la bendición del papa en Lyon con las campanas de la catedral sonando después. Comienza entonces Third Rendez-Vous, una pieza pensada originalmente para lucimiento de la famosa arpa láser de Jarre, que concluye (solo en la edición de 1987) con otra periodista entre el público de Houston. En la edición de 1997 del álbum se introdujeron aquí Equinoxe 7 y Wooloomooloo, unidos entre sí por un nuevo rezo de Juan Pablo II, cuya voz vuelve a sonar antes de continuar con Second Rendez-Vous y su acertada mezcla de electrónica y sinfonismo coral. Tras mencionar Jarre a su amigo, el fallecido astronauta Ron McNair -quien iba a interpretar su saxo desde el espacio de no haber sucedido la tragedia del Challenger- suena obviamente la magnífica Ron's Piece.
Por último, y tras el épico discurso de John F. Kennedy (solo en el CD de 1997) en el que afirmaba que los EEUU iban a ir a la Luna "porque era difícil" y no por lo contrario, suena como colofón del álbum la festivalera Fourth Rendez-Vous con un añadido de saxofón. El epílogo lo ponen dos grabaciones distintas en las ediciones de 1987 y 1997 con el papa pronunciando más bendiciones y con Jarre despidiéndose del público en Houston, respectivamente.
Y el Rendez-Vous Lyon, con la misma calidad.
Aunque es un pelín tramposo al mezclar azarosamente grabaciones de ambos conciertos e incluir material externo a los mismos, Houston-Lyon sigue siendo una manera fabulosa de presenciar, auditivamente al menos, dos momentos cumbre en la carrera del músico francés en su faceta más megalómana. Insisto: algo de esta envergadura (sobre todo lo de Houston) habría merecido un doble álbum, pero como tenemos que valorar lo que hay, nos queda decir que, aun no siendo un trabajo imprescindible para el neófito, sí es jugosísimo para conocer y apreciar como se merece no solamente la trayectoria de su autor, sino también uno de los momentos más dulces de la música instrumental popular contemporánea.
Me encantaron los primeros discos de Jarre aunque a partir de Rendez Vous sentí que empezaba a repetirse y que era mas un espectáculo de fuegos artificiales quedando la música en segundo termino. Siempre pensé que comparado con sus cohetaneos era demasiado comercial.
ResponderEliminarCuando recuperé las ediciones remasterizadas en CD de los discos que nunca tuve (rendez vous, Cousteau, etc.)y el concierto que hizo en 5.1 en China me reconcilié un poco con el pero ya le he perdido la pista y no parece que haga algo nuevo.
Anda bastante desorientado incluso el propio Jarre. Ni se aclara sobre su estilo actual, ni a él mismo parecen gustarle algunos de sus últimos discos. Como no empiece a tomar decisiones pronto sobre su futuro, vamos a darlo por perdido más de uno.
ResponderEliminarFelices fiestas, José Ramón.
estoy de acuerdo contigo. Creo que ya está más en otras cosas
ResponderEliminarEste disco en directo no es una nueva remezcla del año 1997, es una remasterización del mismo disco que venía en el Box-Set 10th Anniversary publicado por Polygram en 1987, la portada es idéntica a la portada del disco "In Concert Houston/Lyon" pero el disco "Cities in concert Houston/Lyon" que venía en el Box tenía otra portada.
ResponderEliminarUn saludo.
Ah, pues tomo nota de la aclaración. Muchas gracias, Carlos.
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