CD 1
1. The Quest for Erebor (3:23)
2. Wilderland (4:56)
3. A Necromancer (Bonus Track) (2:54)**
4. The House of Beorn (4:52)*
5. Mirkwood (5:31)*
6. Flies and Spiders (9:35)*
7. The Woodland Realm (5:15)*
8. Feast of Starlight (2:48)
9. Barrels Out of Bond (1:50)
10. The Forest River (5:10)*
11. Bard, a Man of Lake-town (3:18)*
12. The High Fells (3:38)*
13. The Nature of Evil (3:20)
14. Protector of the Common Folk (3:37)
CD 2
1. Thrice Welcome (3:34)
2. Girion, Lord of Dale (4:15)*
3. Durin's Folk (3:04)*
4. In the Shadow of the Mountain (2:15)
5. A Spell of Concealment (3:22)*
6. On the Doorstep (7:46)
7. The Courage of Hobbits (3:00)
8. Inside Information (3:48)
9. Kingsfoil (2:25)
10. A Liar and a Thief (3:41)
11. The Hunters (9:55)*
12. Smaug (6:29)*
13. My Armor Is Iron (5:16)
14. I See Fire (5:00)
15. Beyond the Forest (5:27)
*Temas extendidos en la edición especial del álbum.
**Exclusivamente en la edición especial.
**Exclusivamente en la edición especial.
Dentro del argot de la crítica literaria entendemos el concepto "Geografía del Mal" como el conjunto de elementos que ayudan a identificar un espacio físico como propio de seres malvados o siniestros. Peter Jackson, hoy un director de primera fila, emergió de entre los barones del cine de terror gore en los años ochenta, y quizá por eso siempre ha tenido buena mano a la hora de aportar un componente terrorífico impactante a sus películas. No habría funcionado del todo bien su aproximación a la obra de J. R. R. Tolkien sin que los aposentos de la villanía en la Tierra Media hubiesen quedado perfectamente ambientados, también en lo musical. Con la segunda entrega de El hobbit, titulada La desolación de Smaug, ha llegado la polémica en lo que respecta a su banda sonora, y creo que las anteriores consideraciones pueden servir parcialmente como explicación a ciertas críticas que ya circulan ampliamente entre los aficionados.
Carteles de la película (mis favoritos).
¿Dónde está el problema? Pues en que The Desolation of Smaug prácticamente no contiene un solo tema que deje huella en el recuerdo inmediato, que nos haga andar tarareando unos días tras salir del cine. Puede ser sencillamente que a Howard Shore se le haya agotado la inspiración después de los cuatro monumentos a la composición fílmica que son sus anteriores bandas sonoras para El Señor de los Anillos y el primer Hobbit... o puede ser que el canadiense haya planteado una banda sonora sustentada en conceptos distintos a las anteriores, rebajando el peso de los llamados leitmotifs -fraseados melódicos que identificamos con personajes, situaciones o sentimientos- en favor de una composición más incidental y atmosférica. Yo apuesto por lo segundo, principalmente porque me resulta evidente que Shore no tiene nada que demostrar y puede permitirse giros estilísticos de este tipo; y también porque The Desolation of Smaug muestra una diferencia evidente en sus planteamientos, que no en su nivel de calidad.
Howard Shore (de Here & Now).
Distinto habría sido si el músico hubiese repetido la fórmula clásica y le hubiese salido mal, por ejemplo con temas principales poco atractivos y autorreferencias constantes. No. Howard Shore ha compuesto en esta ocasión una banda sonora densa como el hormigón, infinitamente rica en texturas y originalísima en el uso de instrumentos inesperados, utilizados casi como efectos sonoros que aportan sorpresa y profundidad a los temas, enriqueciendo de paso ese tour por los pueblos y razas del mapa tolkiano que supone cada trabajo para la franquicia.
Como comentábamos, The Desolation of Smaug (tanto la película como su banda sonora) es una inmersión cada vez más profunda en las oscuras geografías del mal de este universo fantástico, bastante más siniestras que las vistas y escuchadas en An Unexpected Journey (2012), que van desde el Bosque Negro (Mirkwood) con sus moscas y arañas hasta el reino perdido y desolado de los enanos, Erebor, pasando por la fortaleza "abandonada" de Dol Guldur, donde Gandalf se las ve con el misterioso Nigromante. Las sensaciones de tensión y progreso van en aumento hasta el tramo final, en el que entra en escena el dragón Smaug -este sí, con un potente leitmotiv propio que no deja lugar a dudas sobre su importancia- y todo el poderío orquestal explota en un gran clímax de acción. El álbum contiene dos epílogos: la canción I See Fire del joven cantautor Ed Sheeran, y Beyond the Forest, quizá la única pieza totalmente concertante del álbum.
Beyond the Forest.
Por el largo camino que suponen los dos CDs encontramos diversos ambientes élficos (bellísima Feast of Starlight), piezas que mueven a la grima y algunos pequeños temas que podemos asociar -tímidamente en algún caso- con nuevos personajes como la elfa Tauriel o Bardo, habitante de la ciudad del lago, aunque mucho de ello es identificable para nosotros gracias a su propio poder de evocación, nunca porque se trate de temas ya escuchados en las partituras previas.
Feast of Starlight.
Insisto: Howard Shore renuncia por completo al reciclaje de su propio material, cosa que habría sido facilísima e incluso habría satisfecho mucho más a algunos fans poco exigentes. Shore, que parece dispuesto a recrear la Tierra Media con la misma originalidad que la primera vez, ni siquiera recurre al pegadizo tema de la Montaña Solitaria, esencial en Un viaje inesperado. Shore lo utilizó con mesura en el álbum oficial, aunque Jackson quizá abusó de él un pelín en el montaje de la película. Habría sido lícito, incluso lógico que volviésemos a escuchar la melodía cantada por Neil Finn, pero parece que al compositor no le agradan los atajos, del mismo modo que a Gandalf no le pareció bien viajar en águila hasta Mordor y echar el anillo al volcán sin mayores complicaciones ni caminatas. Entre los dos CDs, la presencia de composiciones ya conocidas (el tema de la Comarca, algún guiño a Sauron y el Anillo) puede no sumar ni medio minuto en total. En cambio, sí que se intuye la presencia de temas que pasan ante nosotros como de puntillas, seguramente esperando a brillar con pleno tronío en la tercera entrega de la saga, There and Back Again (Partida y regreso), que promete contener momentos de épica fastuosa.
La edición especial.
Brillante, potente y arriesgada, mucho más jugosa para el experto curtido en bandas sonoras que para el consumidor ocasional, la música editada en el álbum de El hobbit: La desolación de Smaug cierra la boca de quienes pudieron quejarse de que Un viaje inesperado bebía de lo escuchado en El Señor de los Anillos, entre otros los mismos académicos de Hollywood que le negaron la nominación a los Oscars, a pesar de ser lo mejor del año pasado. También habrá tenido que actuar en consecuencia el propio Peter Jackson, quien desperdició gran parte de la música compuesta originalmente para el filme anterior, y que en este caso se ha encontrado, por si lo dudaba, con una partitura netamente incidental que encaja como un guante en cada escena. Para terminar, solo queda recomendar la edición especial por encima de la edición normal (cuya mera existencia se explica solo por afán de lucro por parte de los completistas) aunque admito que nunca he sido un gran admirador del formato físico en digipack. En Spotify.
Pues acabo de comprarme justo el viernes la edición extendida, tras asistir al preestreno el día 12, aunque no he tenido ocasión aún de escucharla en condiciones pero lo poco oído me parece muy bueno.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención el extenso libreto con comentarios musicales tan específicos.
Las ediciones buenas de esta saga (dos sagas, más bien) son una exquisitez. Por cierto, ahora me estoy acordando de que en Internet, creo que en la página de la discográfica o del propio Howard Shore, se incluían para bajar en pdf unas extensas guías de audición para las ediciones completas de El Señor de los Anillos, ilustradas y pormenorizadas al máximo. Googlea un poco si te interesa.
ResponderEliminarUn saludo, amigo.
Pues ya que hablas de sacar cuartos, yo creo que me esperaré a que saquen las ediciones "Aún Más Completas" de estas bandas sonoras al igual que las Complete Recordings de la trilogía previa. Porque aunque estas ediciones especiales consten de 2CDs, está claro que les falta mucho, mucho, mucho material.
ResponderEliminarPor cierto, esos PDFs de los que hablas supongo que serían los impresionantes libretos que acompañaban a cada Complete Recording, y que Doug Adams editó hace un año todavía más ampliados en su libro "The Music Of the Lord Of The Rings Films".
Muy buen post como siempre.
Banda sonora es realmente muy buena e interesante. Tu entrada es muy buena y con muy buena información.
ResponderEliminarSaludos.