1. And Winter Came... (3:15)
2. Journey of the Angels (4:47)
3. White Is the Winter Night (3:00)
4. O Come, O Come, Emmanuel (3:40)
5. Trains and Winter Rains (3:44)
6. Dreams Are More Precious (4:25)
7. Last Time by Moonlight (3:57)
8. One Toy Soldier (3:54)
9. Stars and Midnight Blue (3:08)
10. The Spirit of Christmas Past (4:18)
11. My! My! Time Flies! (3:02)
12. Oíche Chiúin (Chorale) (3:49)
Normalmente, por estas fechas suelo comentar algún disco de temática navideña, pero tengo que admitir que no hay demasiado donde elegir -y con un mínimo de calidad- una vez que han pasado varios años de andadura del blog. El mejor de los que vengo reservando es And Winter Came... (2008), hasta ahora el último álbum de Enya, que lleva demasiado tiempo, creo yo, sin ofrecer nada nuevo a sus seguidores.
Imagen de "portada" del "single" Trains and Winter Rains.
Y sí, lo de "nada nuevo" va casi con cachondeo, considerando que esta artista, formidable casi siempre pese a quien pese, ha sido acusada a menudo de venir repitiendo su fórmula prácticamente desde los tiempos de su quitaesencial Watermark. También es cierto que hay multitud de músicos en todos los géneros que llevan décadas y décadas cantando de la misma manera, tocando igual sus instrumentos y abordando los mismos temas en sus letras, de modo que señalar a Eithne con dedo acusador no es del todo justo. Lo que sucede es que, normalmente, quienes escuchamos de vez en cuando los trabajos de esta señora solemos ser gente que aprecia la imaginación y la creatividad casi por encima de cualquier otra cosa cuando se trata de las llamadas "nuevas músicas", y si bien no creo que haya nadie realmente cabreado, sí que se echa de menos alguna clase de evolución en el sonido de la compositora y cantante irlandesa a lo largo de los últimos tiempos. And Winter Came... no fue el caso precisamente.
Imagen de "portada" del "single" My! My! Time Flies!
Aunque cuenta con los mismos niveles de calidad en la producción y el mismo cuidado de siempre en las composiciones, el último disco de Enya tuvo desde el principio un innegable aura de desgana. El anterior álbum, el para mí muy apreciado A Day Without Rain (2000), fue un álbum conceptual en toda regla sobre las cuatro estaciones del año, y por eso fue un poco raro, una decisión creativa algo pobre, el decantarse por un álbum invernal no tantos años después. Y con invernal realmente queremos decir navideño, corroborando el pensamiento ya bastante extendido de que los artistas tipo Enya tienden a mejorar sus ventas en fechas navideñas. Por esas fechas suelen publicarse sus álbumes, y esta artista ya había publicado en forma de single algún que otro villancico versionado con su peculiar estilo electrónico-polifónico. El álbum Amarantine (2005), por cierto, contó con una versión navideña que incluía unos cuantos villancicos más.
Una imagen del libreto del CD.
Tampoco es que And Winter Came... sea estrictamente navideño, pero la navidad es el tema predominante en esta postal invernal que nos propone Enya, en la que hay nieve, juguetes, ángeles y referencias a Dickens. El álbum incluye, además, una nueva versión (coral) de un tema, Oíche Chiúin, que ya era un viejo conocido de su repertorio. En fin, es el clásico Noche de paz en el idioma gaélico. El resto de temas, salvo algún fragmento en latín, es en inglés. Nada de loxian (lengua imaginaria creada por Roma y Nicky Ryan e inspirada en las lenguas élficas de Tolkien) para este trabajo. No hay altibajos notables entre los temas, ni para bien ni para mal, aunque sí que hubo una canción -que no single- más o menos popular en los medios, Trains and Winter Rains, que está por encima de la media.
Trains and Winter Rains, en una actuación para la TV.
Un tímido intento de evolución musical es My! My! Time Flies!, simpático homenaje al guitarrista dublinés Jimmy Faulkner, que incluye un ritmo muy marcado, casi pop, unas cuantas guitarras (ausentes de su repertorio desde I Want Tomorrow del álbum The Celts) y una melodía algo menos angelical de lo habitual. No fue una idea que cuajase del todo, pero se agradece el intento de meter algo nuevo de verdad.
Otro playback en la tele, My! My! Time Flies!
Como no hubo singles oficiales publicados para promocionar el álbum, que otra vez se vendió como churros, no nos topamos esta vez con las habituales "caras B" de los sencillos de Enya, a veces muy interesantes, pero sí que hubo un tema titulado Miraculum que solamente pudo obtenerse como parte del álbum en su versión para descarga digital.
Miraculum
Resumiendo, podemos calificar a And Winter Came... como un álbum conservador y poco sorprendente, aunque Enya es una artista tan especial y poco prolífica que sigue siendo muy agradable escuchar su música incluso cuando no se ha esforzado tanto como otras veces. Y encima las fechas acompañan, así que tampoco hay tanto de lo que quejarse. A disfrutar de las fiestas, que todavía les queda un buen tirón.
El disco está en Spotify.
Tanto es este album con el anterior Amarantine me parecen los mas debiles de su carrera, ya muy lejos de su gran obra Watermark... no obstabte me agrado bastante como bien dices el tema Trains and Winter Rains muy por encima del resto de los demas temas. Solo espero que su siguiente album que se supondría saldría en 2013 ( aunque creo que sera hasta 2014) se mejor que sus dos ultimos trabajos y marque una evolución en comparación a su habitual formula para hacer música, que hoy en día ya no nos sorprende tanto como en los ochentas y noventas.... de cualquier manera tampoco esta mal el disco para ambientar estos dias navideños!! saludos!!!
ResponderEliminarGracias por comentar, Pablo. Veo que estamos bastante de acuerdo.
ResponderEliminarenya no evoluciona desde su origen. Te gusta o no, es lo que hay. Tengo este disco, creo que fue un regalo de navidad de aquel año. lo escuché y lo guardé. Le volveré a dar una segunda oportunidad.
ResponderEliminarInteresante post. Enya ha tenido trabajos interesantes, pero así mismo de ha repetido en exceso en la forma de hacer y de crear música. A pesar de ellos algunos de sus trabajos se encuentran en mi discoteca de "new age", pues bien valen la pena.
ResponderEliminarUn saludo.
Tengo toda la discografía de Enya, comenzando por la banda sonora para la BBC "The Celts" (1987)"Watermark" (1989) y "Shepherd Moons" (1991)también estupendos, pero a partir de ahí baja mucho, o quizás es que nos fuimos acostumbrando a esas texturas tan especiales de su música. Comentar que antes de "The Celts" tiene otra banda sonora "The Frog Prince" (1985) donde creo que interpreta solamente tres temas de los compuestos; el resto son interpretados por otros músicos¡Esperando lo siguiente!
ResponderEliminarDebe ser que todos nos acostumbramos a lo bueno demasiado pronto. Por cierto, tengo entendido que hay planes de que salga algo nuevo este 2014. A ver qué pasa.
ResponderEliminarSaludos, Sebastián.
Comento por primera vez por aquí, aunque hace ya algún tiempo que leo tu blog. Aquí tienes a otro fanático de las "nuevas músicas" ;-)
ResponderEliminarSobre "And Winter Came...", mira que soy fan de Enya, y que no pocas veces he tenido que defenderla contra la típica acusación de "siempre hace lo mismo". En realidad, cualquier seguidor de su carrera sabe que no es así, y que solo necesitamos escuchar "The Celts" para encontrar una música alejada (al mismo tiempo que conectada) de lo que popularmente se llama "estilo Enya". O que "Watermark" se aleja de la fórmula single para crear ambientes íntimos y lentos. O que "Shepherd Moons" explota mejor ese camino, logrando un equilibrio entre comercialidad y calidad.
Y mira que soy fan de "A Day Without Rain", una reinvención necesaria y muy entretenida. Pero ya en "Amarantine" vi signos de cansanción, aunque aún teníamos joyitas que ofrecían cosas nuevas ("Less than a pearl", por ejemplo).
Por eso me duele este "And Winter Came...". Es precioso, qué duda cabe. Pero ya sí es un disco en el que todos sus temas son más de lo mismo. Solo se salva, para mí, "My! My! Time Flies", y no es de los grandes. Esa capacidad de los últimos discos de tener algún tema sobresaliente entre la morralla aquí desaparece. Me saturo con tanta cuerda y efecto de voz.
Por primera vez en la corta carrera de Enya me encuentro con un disco intrascendente.
Dicen que este año habrá nuevo trabajo, cierto. Pero también se decía lo mismo el año pasado, y el anterior, y el anterior. Con esta mujer no se sabe. Solo espero que esta larguísima pausa le haya servido para recapacitar e innovar, aun siendo fiel a su estilo.
Un saludo.