2. Portico (6:44)
Superado ya ese tenso momento del fin del curso escolar, me atrevo a volver por estos lares para comentar un disco que me sorprendió gratamente y tenía en el cajón desde hace meses. Se trata de Raum (2022), el segundo álbum de estudio de Tangerine Dream tras la pérdida del pionero Edgar Froese.
Se podría decir que Tangerine Dream, desde el momento en que muere Froese en 2015, tenía todas las papeletas para convertirse en una banda tributo, un dinosaurio en el peor sentido del término, ya que otras bandas "fósiles" suelen tener a un fundador de la banda original, o al menos a un representante de alguna de las épocas doradas todavía en activo. TD resurge ahora como nombre de marca, como concepto quizá, una formación con carácter transgeneracional, porque se ha producido -entiendo yo- un fenómeno un tanto peculiar: el sonido de Tangerine Dream ha dejado de depender de quién forma parte de la banda.
Resulta que los Tangerine Dream llevan publicados, con este, 74 discos de estudio. Han tenido tiempo y lugar de sobra para establecer un estilo propio y reconocible, asimilando con naturalidad la entrada y salida de componentes, hasta un punto en el que cualquier aficionado con el equipo musical adecuado puede crear algo que lo imite. También hay que decir que una discografía tan exageradamente abultada da pie a pensar que no todo lo que han publicado puede mantener un nivel alto. Aunque estoy mucho más familiarizado con los "Pink Years" y la etapa Virgin, sé que desde finales de los años noventa, TD ha lanzado tanto material al mercado (conciertos, recopilaciones de material de archivo, estuches de coleccionismo, remezclas, regrabaciones...) que solo un verdadero fan ha podido ser capaz de estar al día. Muchos títulos han pasado por el escaparate sin que algunos seguidores potenciales hayan llegado a enterarse siquiera de su existencia.
En este momento, Tangerine Dream está constituido por Paul Frick, Thorsten Quaeschning y Hoshiko Yamane. Los dos primeros se encargan de los sintetizadores y secuenciadores, y la tercera de los elementos de cuerda. Sin menosprecio hacia ellos y por todo lo escrito anteriormente, seguramente Raum no debería ser tan bueno. Es uno de los mejores discos de TD que he escuchado, produciéndose algo parecido a lo que le ocurrió al álbum póstumo de Klaus Schulze, que suena mejor y más acorde a los tiempos que nunca pese a que contiene esencialmente lo mismo que hace cincuenta años.
En Raum ("Espacio") encontramos los clásicos desarrollos largos, más secuenciales que melódicos, que hicieron tan especiales a clásicos como Rubycon o Ricochet, solo que con un toque sutil en los ritmos que les aporta modernidad. Parece que el miembro más reciente de TD, Paul Frick, tiene experiencia en la música urbana. Pero el álbum se recrea en lo cósmico, elegante, sutil y casi siempre minimalista, sin esa impresión que dejan algunos artistas electrónicos actuales de querer ser reclutados para macrofiestas universitarias. No es la clase de música que pueda describirse con palabras, pero si hay que describir algunos cortes destacables, me quedo con el vibrante Continuum (podría ser la pieza perfecta para iniciar a un novato), You're Always on Time y su melodía épica que suena a himno futurista, el cristalino y "acuático" Along the Canal y el largo In 265 Zeichen, de estructura casi sinfónica, con otro fragmento melódico muy logrado y con un toque de violín en un fragmento que le viene al pelo.
No se quedan atrás tres piezas de Raum que, al parecer, el propio Edgar Froese dejó a medio grabar. Han sido utilizadas en los temas 2, 6 y 7: el urgente Portico (peligrosamente convertible en pieza de baile a poco que caiga en malas manos), el atmosférico What You Should Know About Endings, y el tema homónimo al álbum, que tiene un toque retro muy interesante, a ratos a lo Phaedra. Pero no diría yo que el álbum sea tan estupendo únicamente porque se haya exprimido este material legado por Froese. Es difícil encontrar elementos que cohesionen todos los cortes del disco con claridad, pero al final queda la impresión de que no hay desniveles en los casi 70 minutos que dura la obra, con o sin la presencia del fundador en cada segmento. Sabiamente, y quizá como una inteligente guinda para este sabroso pastel, se ha utilizado una portada que recuerda a épocas clásicas de la banda. La foto es de Edgar Froese y el diseño general, de su viuda Bianca.
Terminamos con el EP Probe 6-8, que adelantaba el álbum unos meses antes de su publicación. Contiene un tema no incluido en Raum, Para Guy, y varios remixes interesantes.
Curioso cómo mis dos blogueros musicales de cabecera, Mike Shooter/Daniel Ramón y tú, habéis comentado estos trabajos de TD y de Klaus Schulze con poco tiempo de diferencia y habéis "intercambiado" vuestras entradas en escasas 24 horas.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo comentado por ti: ambos artistas siguen haciendo básicamente lo mismo que hace 50 años, pero adaptando su sonido a los nuevos tiempos. Yo añadiría incluso que siendo fieles a su estilo clásico y no renunciando en absoluto a él, han ido reinventándose con el paso de los años y labrándose unas robustas y estupendas carreras, en el caso de TD por encima incluso de sus cambios de componentes y forjando una marca musical legendaria.
Gracias por la entrada una vez más, Conde, ya te echábamos de menos. Por cierto, me voy para tu tierra unos días en breve, espero disfrutar de ella como siempre.
Un saludo y feliz verano!
A Tangerine Dream les perdí la pista en 1991. No se que han hecho despues. Tras su etapa Virgin poco me han interesado. No obstante haré por escucharlo. Los audios que has añadido no suenan mal.
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