2. Yebo! (7:11)
Creo que este era el último disco de estudio de Art of Noise que nos quedaba por comentar por aquí. Lo escuché por primera vez para escribir una entrada hace años, pero por unas cosas u otras se quedó en el cajón. Seguramente no muchos lo habrán echado de menos, ya que es uno de los trabajos de menos éxito de la formación británica. El caso es que yo mismo me veo inclinado a coincidir con los críticos, que en su día no le dieron el aprobado, pero me parece que es un álbum con tantas ideas dentro que tirarlo todo a la basura es ir demasiado lejos.
De los Art of Noise originales solo quedaban dos: la compositora Anne Dudley y el músico electrónico y profesor J. J. Jeczalik, pero el planteamiento general de Below the Waste ("Debajo de los desperdicios") está en una línea parecida a la de trabajos anteriores. Por ponernos al día, explicaremos brevemente que The Art of Noise surgió como un proyecto colaborativo, quizá más experimental que comercial, entre figuras musicales (no necesariamente compositores) que buscaban un estilo vanguardista caracterizado por el uso a discreción de samples y ritmos "enlatados" para crear atmósferas posmodernas y a la vez accesibles, un poco pop, un poco funky, un poco a lo prog y new age según el día, para un público amplio.
En Below the Waste (1989) no falta, por ejemplo, esa versión un poco "kitsch" de un tema que todo el mundo conoce: el tema de James Bond, de Monty Norman, que después fue ofrecida para una de las películas de 007 protagonizadas por Timothy Dalton y que la productora rechazó. Supongo que fue un intento de hacer algo parecido a lo que después harían dos de los componentes de U2 con el tema de Misión: Imposible. Gran parte del material que contiene Below the Waste suena poco fresco, como si explotase los últimos restos de una veta ya agotada, a veces estirando simples ocurrencias hasta convertirlas en un cliché, como en la desafortunada Catwalk ("Pasarela"), que seguramente contribuyó a que muchos críticos comparasen a estos Art of Noise crepusculares con creadores de jingles publicitarios venidos a más.
Lo que sí funciona bien es la idea, desarrollada en varias partes del álbum, de mezclar la electrónica del grupo con arreglos de orquesta clásica o con sonidos étnicos africanos (interviene el grupo zulú Mahlathini and the Mahotella Queens), aunque creo que estos últimos están desaprovechados. El primer tema Dan Dare es muy interesante, como también lo son los instrumentales con el título de Promenade y el finale, el relajante Island y el relativamente parecido Robinson Crusoe, magníficos intentos de chill out diría yo que adelantados a su época. Un poco pesados se hacen Yebo!, el ya mencionado Catwalk, Chain Gang, las insustanciales Dilemma, Back to Back y Flashback, junto con la casi desagradable Spit ("Escupe").
Pero, como decíamos, en realidad Below the Waste tiene suficientes buenos momentos como para no ignorarlo. En realidad, y salvo por el hecho que de pasaron diez años antes del siguiente álbum de estudio de Art of Noise, se aprecia que ya hay aquí muchos elementos que conducirían directamente al magnífico The Seduction of Claude Debussy. Visto con distancia, creo que cualquier aficionado al experimentalismo pop de los ochenta tiene que tener en su colección Below the Waste por los mismos motivos que el resto de discografía de la banda.
Muy de acuerdo con tu reseña.
ResponderEliminarA pesar de los baches del disco hay algunas joyas entre esos más de 50 minutos que hacen que el disco valga mucho la pena.
Hasta hace pocos años siempre pensé que Finale era una composición de Anne Dudley, y no, pertenece a J.S. Bach si no recuerdo mal.