domingo, 28 de agosto de 2022

Klaus Schulze - DEUS ARRAKIS


1. Osiris (18:28)
2. Seth (31:47)
3. Der Hauch Des Lebens (27:08)

Volvemos después de unas merecidas vacaciones con un disco que tenemos sobre la mesa desde justo antes del verano: el álbum póstumo del añorado Klaus Schulze, que para mí ha sido una gran sorpresa.

No es que esperase algo malo o mediocre por parte de un artista al que sigo desde hace muchos años, pero pensaba equivocadamente que Schulze no tendría nada de verdad nuevo que ofrecer a estas alturas del partido. Si acaso maestría, experiencia. Pero está claro que con alguien como Klaus Schulze me equivoqué en mi estrategia. Resulta que siempre me he empeñado en escuchar sus discos de manera cronológica, muchas veces pensando en una nueva entrada de este blog, y apenas me quedé en algún punto a mediados de los ochenta. Con la excepción de Rheingold (que escuché por el encanto de la presencia de Lisa Gerrard), no había ni rozado su producción más actual, y este Deus Arrakis (2022) me ha hecho comprender algo inquietante.

Klaus Schulze en una imagen promocional.

Ahora estoy convencido de que el Klaus Schulze de los últimos años suena como siempre quiso sonar gracias a las tecnologías musicales actuales. Que no se enfade nadie, no estoy diciendo que clásicos como Timewind (1975) o Moondawn (1976) sean trabajos fallidos o preparatorios, pero creo posible que ese toque oscuro de sus primeras obras sea fruto de las limitaciones técnicas de la época, y no tanto de que Schulze buscase adrede unas atmósferas esotéricas. Deus Arrakis contiene todos y cada uno de los tics del músico, salvo la portada daliniana, y aun así logra expandirse con un colorido musical y una variedad textural que, tal como yo lo veo, responden a lo que tal vez el alemán siempre quiso para sus composiciones.

Contraportada

No sé si el álbum está únicamente inspirado en Dune, porque los títulos de los temas van por otros derroteros ("Osiris", "Seth", "El aliento de la vida") pero es verdad que abundan los matices más o menos arábigos, un fluir horizontal que evoca amplios horizontes y mares de dunas. No falta el violonchelo (imprescindible en las grabaciones de Schulze), aquí a cargo de Wolfgang Tiepold en una grabación previa que nuestro artista tenía archivada, e interviene también la vocalista Eva-Maria Kagermann en el último tema. Schulze explicaba que el impulso creativo le llegó gracias a la nueva versión de Dune a cargo de Denis Villeneuve, en la que participó indirectamente gracias a que Hans Zimmer, autor de su BSO, se basó en un tema suyo para un fragmento de la partitura que después ganaría el Oscar. Klaus Schulze era un friki de la novela de Frank Herbert desde su publicación, y sabemos que hay varias referencias a la misma a lo largo de su abultada discografía.

Deus Arrakis me parece un trabajo imprescindible, enorme en su longitud (casi 80 minutos) y en su ambición por la variedad de ambientes y texturas envolventes. Está mucho más inclinado a la luz que a la oscuridad, pero sin perder el carácter misterioso de las obras de Klaus Schulze. Hay que escucharlo, porque es uno de sus mejores trabajos y una despedida desde lo más alto.

Puede escucharse al completo en YouTube, pero pongo aquí solo un trocito.

Se ha lanzado en varios formatos, incluyendo una edición limitada y numerada en estuche de lujo. Para adquirir el álbum, remito a los lectores a la página oficial de Bandcamp.

2 comentarios:

  1. Ufff yo del Schulze de los 70 y primeros 80 no salgo jeje. La vida es demasiado corta como para jugar al ajedrez y escuchar la integral de Schulze jeje. Son tiempos pasados que ya no volverán, ahí quedan para los nostálgicos jeje. Hablar de la música electrónica de hace 50 años es como hablar por ejemplo del Barroco, estilos musicales que ya pertenecen a la historia. Ahora se lleva la producción-dj que es la que copa el mercado discográfico.

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  2. Pues acabo de pedirmelo. Lo poco que he oido en tu entrada es puro Schulze

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