Terminamos este largo homenaje a Vangelis (habrá un epílogo) con un temazo que ejemplifica la que fue la última etapa de su evolución creativa. Vangelis, a comienzos del siglo XXI se veía a sí mismo como compositor de música clásica, y tanto en el anterior Mythodea (2001) como en este Alexander, BSO de la película de Oliver Stone, fundió su sonido electrónico con el de una orquesta sinfónica.
He escogido Eternal Alexander porque, siendo una composición grandiosa marca de la casa, se aprecia bien en ella la participación de la orquesta. Mi otra candidata, Titans, parece más cerca del 100% de posibilidades de ser puro teclado. Por cierto, siguiendo la costumbre que une la música de Vangelis a diversos usos de todo tipo, mencionaré que Titans se está escuchando con frecuencia en estadios de fútbol justo antes de empezar el partido.
Para mi, sin duda, el disco que mas he escuchado de Vangelis. En estos dias repasare su extensa discografia que seguro me pierdo algunas joyas. Por cierto, acabo de descubrir esta web y voy a escuchar mucho de lo que recomiendas.
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