Me encanta The Alan Parsons Project, no solo porque conecto con su manera de desarrollar entretenidísimos álbumes conceptuales, sino porque tengo bastante claro que en su momento fue la perfecta puerta de entrada al mundo del rock progresivo desde un ámbito pop-rock algo más mainstream, como podía ser la música que hacían grupos en la línea de la E.L.O. (Electric Light Orchestra), los Wings de Paul McCartney o -a ratos- la Steve Miller Band y los personalísimos Supertramp. Hasta desde la música disco hubo una oportunidad de usar el Project como bisagra para explorar otros territorios.
Dicho esto, podemos ir presentando Eye in the Sky (1982) como uno de los dos álbumes más célebres del Project, junto con Tales of Mystery and Imagination (1976), este último quizá menos vendido a su salida pero más atemporal y con un mayor prestigio crítico. Eye in the Sky cuenta, por encima de todo, con el tema más radiado de la trayectoria del dúo, el que da título al disco, y eso al final tiene tanto peso que la popularidad del álbum ha crecido exponencialmente a su alrededor. En realidad, y voy adelantando lo que comentaré después, es una pena que a su lado sean mucho más "desconocidos" otros trabajos a mi juicio superiores y más redondos como Pyramid (1978) o, sobre todo, The Turn of a Friendly Card (1980).
Para empezar, es un hecho innegable que entre el álbum anterior y Eye in the Sky se produjo la pausa creativa más larga que había necesitado hasta entonces el grupo para lanzar material nuevo. Hasta entonces habían publicado un álbum al año, mes arriba o abajo, y aquí hubo más tiempo para componer y grabar, por lo que era de esperar que las expectativas fuesen altas. Sin embargo, Eye in the Sky es el trabajo más irregular del Project hasta aquel momento. El más descompensado entre sus mejores y sus peores momentos. Incluso poniendo sobre la mesa el flojete Eve (1979), tengo la certeza de que los puntos bajos de Eye in the Sky son un poco más bajos. Por suerte, sus puntos altos también son mucho más altos.
Eye in the Sky explora la idea un tanto conspiranoica de que existe alguien vigilándonos constantemente, un Gran Hermano que diría Orwell, llamémosle gobierno mundial en la sombra, iluminati, conspiración masónica o gobierno dictatorial de turno. El diseño de la portada es una estilización de ese ojo que todo lo ve. No me parece que el álbum termine de desarrollar del todo bien este concepto más allá de los textos, sobre todo porque su naturaleza es más bien política y esto es difícil de ilustrar musicalmente con la clase de piezas que en discos anteriores reproducían bien los ambientes tétricos de Allan Poe, la ciencia-ficción de Asimov o el antiguo mundo egipcio. No obstante, el álbum comienza fuerte con el estupendo instrumental Sirius (que en la TV norteamericana se utiliza como sintonía de transmisiones deportivas), seguido de la mencionada canción homónima Eye in the Sky, de sobra conocida.
Children of the Moon es un poco menos potente, si bien su producción y arreglos marca de la casa le aportan muchisimo encanto; y Gemini, un tema en general modesto, sorprende al menos por lo poco trillado de su sutil sonido en la discografía de la banda. Una gran sorpresa es el largo Silence and I, "muy Woolfson" y con un pasaje central instrumental-sinfónico fabuloso. Creo que la peor parte del álbum comienza a partir de aquí.
You're Gonna Get Your Fingers Burned ("Te vas a quemar los dedos"), sin ser una cosa horrible, parece un intento de hacer un tema pop extremadamente convencional que encaja a medias como un parche en medio del álbum. Está bien hecho y tal, pero difícilmente parece encajar con los desarrollos de pop progresivo escuchados antes. Eye in the Sky toca fondo con la -esta sí- horrible Psychobabble, cuya existencia solo se explica mediante la idea de rellenar unos minutos que aporten duración al álbum, y si acaso con la letra, que trata sobre alguien que habla al psiquiatra sobre sus pesadillas recurrentes y puede emparentarse con el concepto general del disco. La expresión "tema de relleno" encuentra aquí un ejemplo digno de un diccionario. Ni los arreglos, que en un álbum de The Alan Parsons Project se dan por sentados, aportan prácticamente nada. Los coros son especialmente molestos.
Tras la estupenda Mammagamma, que es una de esas geniales pero a veces demasiado breves piezas instrumentales de mitad de álbum del Project, seguimos poco entusiasmados con Step by Step, que es apenas mejor que las dos canciones previas al instrumental. Afortunadamente, el álbum reserva uno de sus mejores momentos para el final: Old and Wise, una maravillosa balada producida en el olimpo de Parsons, genialmente bien compuesta y arreglada con instrumentos de cuerda y un gran saxofón.
En la línea de otros trabajos de The Alan Parsons Project, son varios y variados los vocalistas invitados, todos masculinos: David Patos (Children of the Moon), Chris Rainbow (Gemini), Lenny Zakatek (You're Gonna Get Your Fingers Burned y Step by Step), Elmer Gantry (Psychobabble) y Colin Blunstone (Old and Wise), además del propio Eric Woolfson (Eye in the Sky y Silence and I), que como todos sabemos, era el alma compositiva del dúo por mucho que Alan Parsons le diese nombre.
Mencionaba lo del espacio de tiempo respecto al trabajo anterior porque, escuchado con distancia y sin profundizar en detalles sobre el proceso de grabación, la impresión paradójica que se percibe es que Eye in the Sky se concibió como con prisas. Parece que, en el momento mismo en que Parsons y Woolfson se reunieron para grabarlo, traían en la mochila solo tres o cuatro temas que mantenían la brillantez de los mejores trabajos de ambos. Después, no sabemos si con premura, por desgana o buscando un nuevo horizonte musical en el panorama de los ochenta, el trabajo se completó con piezas que resultan más ramplonas por estar poco maduradas que por la falta de talento de sus autores.
Lo de Alan Parsons Project daría para una tesis doctoral. Primero porque fueron el ejemplo más claro de la deriva a la que llegó el rock en la segunda década de los 70, con el estudio de grabación convertido en un instrumento en sí mismo, y los productores en demiurgos absolutos del invento (hasta el punto de que ni siquiera era necesario dar conciertos para mantenerse). En segundo lugar, por la paradoja de que una propuesta basada en melodías almibaradas, ritmos poperos y orquestaciones grandilocuentes -todo ello ejecutado por músicos de estudio- llegase a jugar en la liga del rock progresivo y sinfónico, e incluso abanderase la moda del álbum conceptual. Sea como fuere, lo cierto es que nos dejaron una serie de discos más que decentes, como Pyramid y The Turn..., y que éste marcó el inicio de su declive, coincidiendo con la llegada de los años 80 y la caída de los grandes dinosaurios. Yo lo compré nada más publicarse y naturalmente me encantó: era más joven y menos exigente (también corrí a comprarme el maxisingle perpetrado por unos tal Pink Project con la remezcla de Mammagamma y Another Brick In The Wall. Ahí lo dejo).
ResponderEliminarOstrás, mira que normalmente estoy al 100 % con tus apreciaciones, pero esta vez divergemos sobre Psychobabble, que a mí sí que me gusta bastante, le encuentro un ritmo muy divertido :-)
ResponderEliminarEn relación a lo demás, totalmente de acuerdo. 'Tales' es uno de los álbumes de mi vida; 'I Robot' y 'Piramid' son maestros, y 'The Turn...' es arrebatadormente bello. Este 'Eye...' marca el inicio del fin de la banda, época en la que los álbumes ganan en mediocridad, estancamiento, cada vez con menos entidad conceptual y de los que se pueden rescatar temas aislados sin que se resientan (pero eso sí, siempre TEMAZOS).
De todas maneras, siempre me alegraré por que este grupo haya tenido un ultra-hit. Por muy trillado que esté, hay que admitir que es lo único que mantiene a esta banda en el candelero de las radios musicales, porque si no fuese por eso, estarían tristemente enterrados al igual que mil y un bandas. Qué lejos me parecen ahora aquellos años en que incluso un tema como "Mammagamma" sonaba en M80 (¡aunque fuese como relleno en las transiciones horarias!).
Reconozco que este disco, que fue el primero que compre recién salido del grupo, me resultó más flojo que los anteriores y así lo defendí ante el resto de mis amigos y sobre todo amigas que lo adoraban. Pero el tiempo y la nostalgia me ha hecho valorarlo más con los años. Desde luego no es su peor disco y me remito a todo lo que hicieron después que fue inferior, quizás exceptuando Froidiana ( ya se, no es un disco oficial del grupo pero si) pero tampoco me parece que Turn of a friendly card sea el mejor, estando Tales, I Robot o Piramid por ahí. Y quizás porque fue el primero que oí, no "despreciaría" tanto EVE que me encanta.
ResponderEliminarTengo curiosida de saber tu opinión sobre lo último que se ha publicado de Alan Parsons
Juan Pini, hoy en día parece raro, pero es cierto que en los setenta había tal efervescencia del negocio discográfico que el disco, más que un reflejo de lo que una banda era capaza de hacer en directo, era como un libro o una película, o sea, una experiencia para disfrutar en casita. Es verdad que The Alan Parsons Project está lleno de paradojas.
ResponderEliminarGuillermo (Atreus), en realidad solo he escuchado Eye in the Sky dos veces, cuando compré el CD hará 10 años y justo antes de escribir el análisis. Es posible que con el tiempo le coja el gusto a Psychobabble, pero de momento no tengo por dónde cogerlo. Y es verdad que Eye in the Sky es una canción trillada (pero estupenda). Hasta un magazín de tarde de hace años, el que presentaba Ana Rosa Quintana en Antena 3, tenía todos los días a una orquesta instrumental de fondo tocando ese tema y ningún otro, en bucle durante hora y pico.
José Ramón, está claro que a partir de entonces llegó el declive. No he escuchado nunca Freudiana entero, pero estará por aquí en algún momento. Y ten en cuenta que no desprecio a Eve, es más bien que incluso para lo que el grupo quería hacer con él, se les quedó a medio camino. Es verdad que tiene sus virtudes.
Gracias a todos por comentar!
Freudiana me devolvió el cariño al grupo. Y los dos primeros discos en "solitario" de Alan Parson no están nada mal. Y hombre, Hacer un análisis de un disco como Eye in the sky con solo 2 escuchas aisladas me parece aventurado.
ResponderEliminarEn cualquier caso, llevo años siguiendote y siempre aprendo de tus comentarios.
José Ramón, sé que es mucho arriesgarse a criticar un álbum tan conocido como este tras solo dos escuchas, pero aunque esto es algo que no hago a menudo, creo que también tiene sentido plantearse un análisis musical como lo hace un crítico de cine o literario: nada más salir de ver el estreno de la película o justo después de leer el libro. Creo que las críticas "inmediatas" tienen un componente de objetividad que se pierde cuando, en fin, pasas varios años de tu vida escuchando aquel disco (y todos tenemos alguno) que nuestro padre ponía en el casete del coche. Además, lo de que lo he escuchado dos veces tampoco es exacto, ya que la mitad o más del álbum ha aparecido en recopilatorios que he quemado de tanto escucharlos, desde los tiempos -precisamente- de las casetes para el coche.
ResponderEliminarSoy consciente de que he recomendado como maravillosos e imprescindibles algunos discos que, de haberlos escuchado una sola vez, quizá ni estarían aquí. Un ejercicio de curiosidad que hago a menudo es, después de publicar mi análisis, ver qué dijo la prensa en su momento sobre el álbum en cuestión, y aunque esto nunca será para mí un criterio de análisis, he visto en este caso que Eye in the Sky tuvo críticas muchísimo peores que las mías. En realidad, verás que mi decepción se reduce más a un par de temas que a la totalidad.
Evidentemente el tiempo pone las cosas en su sitio. Ya comenté que cuando salió me defraudó un poco pero claro, su inmediatamente posterior, Ammonia Avenue me defraudó un poco más. Y el siguiente, Vulture Culture, mucho más. Stereotomy me pareció más interesante y Gaudi un horror. En cualquier caso, hablamos de un grupo que es más un producto de laboratorio pero que a muchos como yo, marcó nuestra adolescencia.
ResponderEliminarHola Conde.
ResponderEliminarAnimado por esta entrada he profundizado en la discografía del 'project'. Antes solo había escuchado de refilón algunos discos además de sentir gran predilección por I Robot y ese Instrumental Works.
Lo cierto es que estoy descubriendo auténticas joyas...
Me gustaría ver comentados más discos de APP en tu blog, que dicho sea de paso sigo desde el comienzo.
Saludos
Tengo marcado este album como el último de la primera época, seguramente porque fue por este disco como entré en contacto con este genial dúo. A partir del siguiente empecé a comprármelos en vinilo según se iban publicando y, no sé, como que no llegaban a la altura de los primeros. La verdad es que "Eye in the Sky" no está tan mal. Yo tengo mi especial manía a Lenny Zakatek, al creo que ya he puesto verde en algún otro comentario de otro disco de tAPP. Casualmente aquí se descuelga con dos temas, con lo que el daño es mayor.
ResponderEliminarEsta formación es la única que he visto etiquetada como "pop progresivo". Me da igual que la tachen de producto de laboratorio. Ha compuesto obras bellísimas durante toda su carrera y la alternancia de vocalistas (todos muy acertados, menos uno) me ha parecido un aporte del que carecían otras bandas. Los arreglos orquestales también son marca de la casa y toda una muestra de su buen hacer; los han mantenido, con mucho acierto, incluso cuando ya estaban pasados de moda.
Para mí, unos tipos muy grandes, que tienen todo mi respeto y mi devoción.