martes, 31 de diciembre de 2019
lunes, 30 de diciembre de 2019
La galaxia musical sigue creciendo con y sin Williams.
Con Williams, y seguramente por muchos años, gracias a que el veterano compositor sigue contando con su saga más famosa para sus trabajos fuera del cine. Por ejemplo, con la suite sinfónica Galaxy's Edge.
Galaxy's Edge
Es un tema largo y totalmente nuevo especialmente compuesto para ambientar la zona del mismo nombre del parque de atracciones Disney World, un amplio escenario visitable inspirado en Star Wars. Se lanzó como descarga digital, aunque existe una edición en vinilo.
Portada del vinilo de Galaxy's Edge ("El límite de la galaxia").
El pasado mes de abril se publicó el doble CD Celebrating John Williams, en el que el director de la Filarmónica de Los Ángeles, Gustavo Dudamel, repasa temas emblemáticos de Williams. El álbum incluye, entre otras piezas de Star Wars, la interesantísima Adagio for Strings from The Force Awakens, un tema dramático compuesto para El despertar de la Fuerza que no está en el álbum oficial de la película. No existe de momento una versión grabada por el propio compositor, aunque podemos considerar que esta es bastante canónica al ser Dudamel una especie de protegido de Williams, y al ser el propio director venezolano quien dirigió algunos temas de la BSO de la susodicha película.
Adagio for Strings from The Force Awakens.
El último trabajo colaborativo de John Williams, grabado junto a la violinista alemana Anne-Sophie Mutter, contiene cuatro temas de la saga arreglados para violín solista: Rey's Theme, Yoda's Theme, Luke and Leia y Across the Stars (que da título al álbum). Una edición especial del mismo con un DVD extra incluye también Princess Leia's Theme.
Rey's Theme
Y no, no me voy a olvidar de la más famosa producción reciente de la franquicia: la serie The Mandalorian, exclusiva del canal de pago Disney+, que gracias al hierático protagonista y al entrañable "baby Yoda" ha hecho las delicias de los fans. El músico encargado de la serie es el sueco Ludwig Göransson, ganador de un Oscar por Black Panther, que aporta a la saga galáctica una poderosa, pegadiza sintonía con la que concluyen los episodios. De cada episodio, por cierto, se ha publicado una especie de EP digital con sus temas musicales. Después de 8 episodios, tenemos entre manos una buena cantidad de música que quizá se publique en formato físico en algún momento. This Is the Way!
The Mandalorian
viernes, 27 de diciembre de 2019
John Williams - STAR WARS: THE RISE OF SKYWALKER
1. Fanfare and Prologue (4:34)
2. Journey to Exegol (2:49)
3. The Rise of Skywalker (4:18)
4. The Old Death Star (3:16)
5. The Speeder Chase (3:21)
6. Destiny of a Jedi (5:12)
7. Anthem of Evil (3:23)
8. Fleeing from Kijimi (2:51)
9. We Go Together (3:17)
10. Join Me (3:42)
11. They Will Come (2:50)
12. The Final Saber Duel (3:57)
13. Battle of the Resistance (2:51)
14. Approaching the Throne (4:16)
15. The Force Is with You (3:59)
16. Farewell (5:14)
17. Reunion (4:05)
18. A New Home (1:47)
19. Finale (10:51)
Con El ascenso de Skywalker concluye, esta vez sí, la mastodóntica obra magna del gran maestro de la música de cine, John Williams. Más de cuarenta años han pasado desde que Spielberg recomendó a Lucas que contratase al músico tras el éxito de Tiburón (1975). Williams, un músico hasta entonces de moda gracias a sus trabajos para películas de catástrofes, se convertía en paradigma musical del nuevo cine comercial de Hollywood. En el caso concreto de Star Wars (1977), sorprende que el compositor no se tomase demasiado en serio aquella película juvenil "de sábado por la tarde" y, por otra parte, crease una de las pocas bandas sonoras que hoy forman parte del repertorio clásico estándar. No se cuestionó su regreso para concluir la trilogía original (1977, 1980, 1983) y tampoco para las precuelas (1999, 2002, 2005), aunque sí hubo algunas dudas sobre su continuidad tras la jubilación de George Lucas, la venta de Lucasfilm y el fichaje de J. J. Abrams, que ya tenía compositor fetiche (Michael Giacchino), como director del Episodio VII.
John Williams (de Jedi News)
Por fortuna, Abrams es más papista que el papa y en seguida llamó al veterano compositor para El despertar de la Fuerza (2017). Por extensión, Rian Johnson también contó con él en Los últimos Jedi (2017), y es que, por rupturista que fuese su propuesta, la salida de Williams habría sido tan significativa como la del propio Lucas. Anunció entonces Williams que, con 87 años, volvería a la lejana galaxia por última vez en el Episodio IX, el último de la saga numerada hasta que dentro de 15 o 20 años alguien tenga una previsible ocurrencia.
La trilogía de secuelas, muy resumidamente, puede definirse como una nueva historia que es consecuencia directa de los sucesos de la trilogía original, una mezcla de poderío visual y homenaje constante a los viejos temas y situaciones que busca adrede la nostalgia. Si ya ardió Troya con el poco tino que tuvo Lucas al plantear muchos aspectos de los episodios I, II y III, con la nueva tanda de películas hemos podido descubrir hasta qué punto ha arraigado Star Wars en la cultura de masas y también hasta dónde puede influir la eterna lucha entre los Sith y los Jedi los haters y los fans incondicionales sobre el desarrollo de la propia franquicia. ¿Arriesgarse e innovar con temáticas más complejas y actualmente relevantes? ¿Satisfacer a toda costa a los fans? El ascenso de Skywalker, pese a ser para mi gusto una maravillosa película y una conclusión brillante para la saga, se encuentra para los críticos en una tierra de nadie: hay que castigarla por su conservadurismo y hay que perdonarla in extremis por su amor a los fans. Vuelve a ponerse de moda hablar con cinismo de Star Wars en redes sociales, y los youtubers aumentan sus visitas gracias a hipérboles sobre su infancia destruida.
Cartel de la película.
Afortunadamente, John Williams y su BSO vuelven a salir indemnes del cinismo imperante. La música de El despertar de la Fuerza brilló por su tono equilibrado y su abundante material nuevo, como los temas de Rey, Kylo Ren y la Resistencia. Los últimos Jedi contó con menos novedades (The Rebellion Is Reborn), pero con una mayor complejidad y riqueza en las composiciones que convertían incluso temas incidentales en piezas dignas de una sala de conciertos. Y El ascenso de Skywalker es una mezcla de ambas cosas: hay abundante material melódico nuevo y las piezas son ricas y sorprendentes. Pero lo que hace única a esta última partitura es su intensidad dramática y su potencia emocional, logrados gracias a numerosos pasajes muy muy épicos y a otros que desprenden una profunda melancolía. Williams incluye en el CD oficial dos piezas para concierto que van directas a formar parte del canon musical de la saga: The Rise of Skywalker, que es un adagio optimista muy luminoso, y Anthem of Evil ("Himno del mal"), traslación musical aterradora, abismal, del lado oscuro de la Fuerza. El trabajo que hacen los infaltables William Ross con las orquestaciones y Shawn Murphy con las mezclas es estupendo, como siempre.
The Rise of skywalker
Anthem of Evil
Reaparecen muchos de los temas que todos conocemos (el de Rey, el de Leia, el de la Resistencia, etc.) siempre bien integrados en piezas en las que ocurren infinidad de cosas, musicalmente hablando, y a veces con grandes variaciones de tono según la escena. El tema de la Fuerza suena en varias ocasiones, con todo su fraseado además, pero en un par de momentos se opta por el tema de Yoda -aunque el personaje no esté en pantalla- como expresión de luz y bondad absolutas. La utilización de la pieza de El Imperio contraataca en la que Yoda saca el X-wing de Luke del cenagal adquiere aquí un significado muy emocionante. Arrollador.
Como también se diría que el responsable del montaje ha subido un poquito el volumen de la banda sonora respecto a otras películas, disfrutamos muchísimo de algún pasaje en concreto que resulta arrollador, como el que emplea varios tambores y timbales cada vez que aparecen los caballeros de Ren, o piezas completas de acción que son un pepino nuclear, tipo Fleeing from Kijimi, Battle of the Resistance o (sobre todo) The Speeder Chase. Pero el recurso musical más destacable de esta BSO, precisamente porque Williams lo ha utilizado muy poco tanto en la trilogía original como en la ahora concluida, es el de los coros.
En tiempos remotos, los escuchamos únicamente en algún punto muy concreto, como la lucha final entre Luke Skywalker, Darth Vader y el Emperador de El retorno del Jedi, y por eso es más que coherente, no quiero hacer spoilers, que aquí escuchemos las cien voces de Los Angeles Master Chorale en varios cortes "ominosos" como el mencionado Anthem of Evil o Approaching the Throne, entre otros. Ni que decir tiene que el tema del Emperador reaparece con intensidad. Seguramente alguien esperaba una reutilización de piezas corales épicas de las precuelas como Duel of the Fates o Battle of the Heroes, pero aquí se incumple una de las predicciones que varias fuentes apuntaban, quedando fuera tanto de la película como del álbum oficial cualquier referencia popularmente reconocible a los episodios I, II y III. También es cierto que Williams ha escrito -y quién sabe si grabado- más de tres horas de música que quizá vean la luz algún día y en las que puede haber de todo.
Tras el tema Reunion, que es ya de por sí un popurrí con piezas optimistas de la saga, y A New Home, que acompaña al epílogo protagonizado por Rey, la partitura concluye obviamente con el imprescindible tema de los créditos finales, en el que el "medley" incluye tanto piezas de la nueva película como desarrollos a plena potencia de The Imperial March (que ya hemos escuchado en el corte The Old Death Star), del tema de Rey (que para mí es el mejor tema "de personaje" de toda la saga junto al de Yoda), y la fanfarria inicial, interpretada tal cual para dar esa necesaria y agradecida sensación de conclusión que cierra el círculo. La película utiliza una variación de la famosa fanfarria en un momento especialmente grandioso de la batalla final, pero la pieza del álbum prescinde de este fragmento, casi seguro un añadido de la sala de montaje. Habrá que escuchar alguna de las versiones expandidas del álbum que pronto colgarán muchos fans para ver si se incluye esta pieza "corregida", ya que con los años se revalorizará.
¿Qué más se puede decir? Que John Williams mantiene los estándares altísimos, todavía por encima de cualquier otra figura de su gremio; que el álbum -como viene siendo tradición en la saga- se sostiene por sí solo como experiencia musical completa, coherente y gratificante; y que, pese a que vamos a echar de menos este sonido tan característico sinfónico y romántico de Star Wars, podemos estar contentos de que sea su autor original quien ha completado el trabajo iniciado hace cuatro décadas de manera impecable. Es un privilegio haber disfrutado de esta colosal, deslumbrante obra musical a lo largo de nuestras vidas y ser contemporáneos de alguien destinado a ser una leyenda de la música de todos los tiempos.
Destiny of a Jedi
Como también se diría que el responsable del montaje ha subido un poquito el volumen de la banda sonora respecto a otras películas, disfrutamos muchísimo de algún pasaje en concreto que resulta arrollador, como el que emplea varios tambores y timbales cada vez que aparecen los caballeros de Ren, o piezas completas de acción que son un pepino nuclear, tipo Fleeing from Kijimi, Battle of the Resistance o (sobre todo) The Speeder Chase. Pero el recurso musical más destacable de esta BSO, precisamente porque Williams lo ha utilizado muy poco tanto en la trilogía original como en la ahora concluida, es el de los coros.
The Speeder Chase
En tiempos remotos, los escuchamos únicamente en algún punto muy concreto, como la lucha final entre Luke Skywalker, Darth Vader y el Emperador de El retorno del Jedi, y por eso es más que coherente, no quiero hacer spoilers, que aquí escuchemos las cien voces de Los Angeles Master Chorale en varios cortes "ominosos" como el mencionado Anthem of Evil o Approaching the Throne, entre otros. Ni que decir tiene que el tema del Emperador reaparece con intensidad. Seguramente alguien esperaba una reutilización de piezas corales épicas de las precuelas como Duel of the Fates o Battle of the Heroes, pero aquí se incumple una de las predicciones que varias fuentes apuntaban, quedando fuera tanto de la película como del álbum oficial cualquier referencia popularmente reconocible a los episodios I, II y III. También es cierto que Williams ha escrito -y quién sabe si grabado- más de tres horas de música que quizá vean la luz algún día y en las que puede haber de todo.
Reunion
Tras el tema Reunion, que es ya de por sí un popurrí con piezas optimistas de la saga, y A New Home, que acompaña al epílogo protagonizado por Rey, la partitura concluye obviamente con el imprescindible tema de los créditos finales, en el que el "medley" incluye tanto piezas de la nueva película como desarrollos a plena potencia de The Imperial March (que ya hemos escuchado en el corte The Old Death Star), del tema de Rey (que para mí es el mejor tema "de personaje" de toda la saga junto al de Yoda), y la fanfarria inicial, interpretada tal cual para dar esa necesaria y agradecida sensación de conclusión que cierra el círculo. La película utiliza una variación de la famosa fanfarria en un momento especialmente grandioso de la batalla final, pero la pieza del álbum prescinde de este fragmento, casi seguro un añadido de la sala de montaje. Habrá que escuchar alguna de las versiones expandidas del álbum que pronto colgarán muchos fans para ver si se incluye esta pieza "corregida", ya que con los años se revalorizará.
Finale
¿Qué más se puede decir? Que John Williams mantiene los estándares altísimos, todavía por encima de cualquier otra figura de su gremio; que el álbum -como viene siendo tradición en la saga- se sostiene por sí solo como experiencia musical completa, coherente y gratificante; y que, pese a que vamos a echar de menos este sonido tan característico sinfónico y romántico de Star Wars, podemos estar contentos de que sea su autor original quien ha completado el trabajo iniciado hace cuatro décadas de manera impecable. Es un privilegio haber disfrutado de esta colosal, deslumbrante obra musical a lo largo de nuestras vidas y ser contemporáneos de alguien destinado a ser una leyenda de la música de todos los tiempos.
miércoles, 25 de diciembre de 2019
Vince Guaraldi / Vince Guaraldi Trio - A CHARLIE BROWN CHRISTMAS
1. O Tannenbaum (5:08)
2. What Child Is This (2:25)
3. My Little Drum (3:12)
4. Linus and Lucy (3:06)
5. Christmas Time Is Here (Instrumental) (6:05)
6. Christmas Time Is Here (Vocal) (2:47)
7. Skating (2:27)
8. Hark the Herald Angels Sing (1:55)
9. Christmas Is Coming (3:25)
10. Für Elise (1:06)
11. The Christmas Song (3:17)
12. Greensleeves (5:25) [bonustrack en la edición en CD]
La cultura popular estadounidense es bastante peculiar, y la televisión tiene un lugar de honor en sus tradiciones y costumbres. Un clásico imprescindible de la Navidad yanqui es el especial que emitió la CBS en 1965 con los personajes de Charles M. Schultz como protagonistas. Lo han repuesto cientos de veces y se ha visto en otros países, España incluida, donde yo mismo pude verlo de niño. El programa cuenta una de esas historias tiernas que vienen a subrayar cuál es el verdadero significado de la Navidad, y parece que en este caso dieron en el clavo, porque A Charlie Brown Christmas sigue siendo un objeto de adoración absoluta para varias generaciones.
Portada posterior, en la que se especifica lo del "Trío".
Las historias de Carlitos (los llamados Peanuts, antes de que Snoopy se convirtiese en icono pop) eran peculiares, distantes de otros productos puramente infantiles, a veces con cierta carga filosófica, y el programa (el primero sobre estos personajes que se emitió en TV) acertó al adoptar una ambientación novedosa que incluía lo musical. Poco antes, el productor Lee Mendelson había concebido un documental para televisión sobre estos cómics de moda en la época, y contrató al pianista de jazz Vince Guaraldi para ambientarlo.
Linus and Lucy
Aunque el programa no llegó a emitirse, Guaraldi ya había compuesto algún material (por ejemplo Linus and Lucy, la sintonía principal) que sería grabado como LP bajo el nombre de Jazz Impressions of "A Boy Called Charlie Brown" (1964) y posteriormente aprovechado -junto con una selección de versiones instrumentales de villancicos- para el especial de Navidad que nos ocupa. Lo que seguramente no preveía Guaraldi es que aquel modesto encargo daría origen a uno de los álbumes navideños de más éxito de todos los tiempos. Para hacernos una idea, la BSO de A Charlie Brown Christmas es el equivalente norteamericano de nuestro Raphael cantando El tamborilero.
Greensleeves
Bajo el nombre de Vince Guaraldi Trio, Guaraldi, el contrabajista Fred Marshall y el batería Jerry Granelli ofrecen un ramillete de temas clásicos navideños pasados por el tamiz elegante y sosegado del jazz, cálidos y con un carisma arrollador. Por ahí se cuelan la bellísima Greensleeves, que es una pieza renacentista no necesariamente navideña, y la Para Elisa de Beethoven. Intervienen aquí y allá otros músicos de sesión y un coro infantil, el de la Iglesia Episcopaliana de St. Paul, de San Rafael (California), que, según apunta la Wiki, celebró con helado abundante el final de la larga sesión de grabación. Cantan en Christmas Time Is Here y Hark the Herald Angels Sing.
Christmas Time Is Here (Vocal)
Guaraldi seguiría componiendo música para los especiales de Carlitos durante años, mientras A Charlie Brown Christmas vendía millones de copias e influía hondamente a jóvenes músicos que adoptaban, gracias a su sencillez al alcance de todos los públicos, el lenguaje a veces tan exclusivo del jazz. Un imprescindible que tenía que estar en nuestro blog, y más en fechas tan apropiadas. ¡Felices fiestas!
El especial completo, legal y en castellano.
lunes, 16 de diciembre de 2019
Wim Mertens celebra sus 40 años de carrera.
Y lo hace con un cuádruple álbum, Inescapable, lanzado el pasado mes de noviembre. Incluye tanto versiones en directo como piezas inéditas actuales y antiguas, y dará pie a una gira de aniversario que lo traerá de nuevo a España. Viene a menudo, que conste, entre otras cosas porque desde un principio tuvo más éxito aquí que en su Bélgica natal, y porque se casó con una mujer española. El 28 de enero estará en Madrid, el 31 en Barcelona y el 2 de febrero en Sevilla. Una de las cosas buenas de ser seguidor de Mertens es que en cualquier momento su pequeño "ensemble" puede pasar por el modesto auditorio de tu ciudad de provincias, así que conviene estar atentos a nuevas citas.
Portada del estuche Inescapable.
Wim Mertens, recordemos, es musicólogo, compositor, pianista, guitarrista y hasta contratenor. Es un músico asociado a la música clásica contemporánea -entendida en un sentido amplio- de la rama minimalista, si bien también es muy apreciado en el campo algo heterodoxo de las "nuevas músicas". Es autor de una discografía enormemente extensa de la que hemos comentado ya unos cuantos títulos en el blog, la clase de artista que muchos amantes de la música con mayúsculas deben, necesitan conocer si todavía no han tenido el placer.
Close Cover
viernes, 13 de diciembre de 2019
Ya puede escucharse la BSO de El ascenso de Skywalker.
Hace un par de días colgaron la versión del álbum "For Your Consideration" en la web de Disney enfocada a la temporada de premios, para su descarga libre y gratuita. Como muchos ya sabemos, este tipo de edición no comercial es la que se hace llegar a los miembros de los jurados de las entregas de Golden Globes, Oscars, etc. Más adelante se les enviará una copia física (que unos días después suele estar en eBay a precio de oro, dada su extrema rareza) a los académicos hollywoodienses.
Lo interesante es que este "álbum" nunca es igual que el que se publica oficialmente en tiendas. Algunos temas son distintos y otros incluyen partes inéditas, cuando no estamos hablando de cortes totalmente ausentes de la edición comercial. Hubo unos 10-12 minutos inéditos tanto en El despertar de la Fuerza como en Los últimos jedi. La condición que debe cumplir esta versión de cortesía para los premios, regla quizá no escrita, es que se ciña de manera estricta a la música tal como suena en la película, normalmente en el mismo orden que en el montaje final. En el caso de cada nueva BSO de Star Wars, la cosa es incluso más delicada, ya que la productora (creo que aquí John Williams ni pincha ni corta) procura que queden fuera las piezas que ya han sonado tal cual en películas anteriores, como por ejemplo la fanfarria inicial, y también temas arreglados para concierto que luego sí están en la edición comercial al uso. Se trata de que ningún académico vete la BSO por considerarla demasiado dependiente de material ya utilizado anteriormente.
Portada de la edición oficial, que se publicará el 20 de diciembre.
Como decíamos, en otras ocasiones han esperado al estreno de la película para publicar estos archivos de audio, pero parece que se les ha podido colar antes de tiempo, y de ahí que en cuestión de horas retirasen los contenidos de la página. En cualquier caso, alguien se tomó la molestia de capturar la música y compartirla en el foro de la completísima web John Williams Fan Network - JWFAN. Si quieres escucharla y/o descargarla en calidad 192 kbps, pincha en este enlace a dicho foro. Una vez dentro, pincha en el segundo desplegable que encuentres y ahí estarán los temas para su acceso uno por uno. Advierto que los temas de esta edición llevan títulos (no necesariamente los mismos que en el CD comercial), y que éstos pueden contener spoilers sobre el argumento.
Hasta donde yo sé, el hecho de que Disney retirase estos contenidos de su web no significa que su descarga por otros medios sea ilegal, pero quiero recordar que Otras músicas. Otros mundos nunca contiene enlaces de descarga ni promueve la piratería, así como tampoco se lucra directa o indirectamente de ninguno de los contenidos publicados.
martes, 10 de diciembre de 2019
Klaus Schulze - AUDENTITY
CD 1
1. Cellistica (24:31)
2. Tango-Saty (5:47)
3. Amourage (10:37)
4. Opheylissem (5:11)
CD 2
1. Spielglocken (21:24)
2. Sebastian Im Traum (28:21)
Leyendo el librillo de una de las últimas ediciones de Audentity (1983), descubrimos por boca de su autor que el doble álbum es, pero no es, un trabajo conceptual sobre el poemario de Georg Trakl titulado Sebastian en el sueño (1915), titulado a su vez como un poema en él incluido. Pinchando aquí puedes leer el poema.
Klaus Schulze, en una imagen del libreto del CD.
Klaus Schulze confesó quienes eran sus ídolos personales al dedicarles los temas del estupendo álbum X, y este Audentity (del mismo modo que hizo en 1979 con Frank Herbert y su Dune) es un trabajo inspirado en la obra de Trakl. Pero, como decíamos antes, no es un trabajo conceptual al uso al no pretender narrar musicalmente los pasajes de la obra literaria, sino que sus piezas están más bien inspiradas libremente en ellos. Con franqueza, después de haber escuchado el álbum tres o cuatro veces últimamente, no sabría decir si es uno de los más accesibles o uno de los más áridos de Schulze, y todavía no sé si es útil conocer la obra literaria en la que se inspira, porque ésta es también bastante surrealista.
Cellistica
Audentity es, en todo caso, un álbum representativo de lo que Schulze estaba haciendo en aquella época: una música más textural que melódica, totalmente alienígena para el neófito pero no tan planeadora, tan cósmica -y oscura- como la que realizaba en la década anterior. Los ritmos son más explícitos y parece buscarse un sonido más de a pie, no tan trascendental como en los tiempos más potentes del estilo popularizado por la llamada Escuela de Berlín.
Amourage
Klaus Schulze procura incluir el violonchelo habitual en sus piezas con desarrollo largo (aquí con especial énfasis en el tema inicial Cellistica), aunque innova con el sonido de otros temas más breves. Personalmente, me gustan los experimentos pero algún corte como Tango-Saty se me hace bola. Muy sutil y envolvente es Amourage, mi pieza favorita del álbum, y Opheylissem funciona por sus percusiones (anda por ahí Michael Shrieve, que estaba en Santana) y su toque muy a lo Tangerine Dream ochenteros.
Opheylissem
Sebastian Im Traum
No está nada mal tampoco Spielglocken, otra pieza larga que no anda lejos de un ambiente rollo Oxygéne o Equinoxe, pero quizá la pieza más arriesgada y atrayente del álbum sea la extensa Sebastian Im Traum, que viene a ser una concatenación de pasajes con efectos oníricos. Esta suite se titula como el citado poema de Trakl, y creo que si sigo escuchándola y leyendo al mismo tiempo el poema acabaré teniendo alguna pequeña epifanía. Mi problema es que nunca he poseído la capacidad de apreciar visceralmente la poesía como quizá Klaus Schulze sí lo hace.
Otra imagen del estuche.
Muy buen álbum, variado y con muchos rincones en los que recrearse, pero siempre entendiendo esto en el contexto de la obra de un músico que raramente ha sido para todos los públicos. Existe una edición posterior que reordena los temas en ambos CDs para acomodar al final el bonustrack Gem, de casi una hora de duración.
domingo, 1 de diciembre de 2019
Trevor Jones - THE DARK CRYSTAL
1. Overture (3:07)
2. The Power Ceremony (3:50)
3. The Storm (1:00)
4. The Mystic Master Dies (0:47)
5. The Funerals / Jens's Journey (5:23)
6. The Skeksis Duel (3:37)
7. The Pod Dance (3:09)
8. Love Theme (3:13)
9. Gelfling Song (2:15)
10. The Gelfling Ruins (2:41)
11. The Landstrider Journey (0:40)
12. The Great Conjunction (4:10)
13. Finale (7:13)
Cristal Oscuro (1982) es una de esas películas emblemáticas de los ochenta que marcaron a una generación y que vio todo el que tenía ojos para ver... Menos yo. La vi ayer por primera vez, animado a ver también la nueva serie precuela disponible en Netflix. Lo curioso es que el álbum con su hermosa BSO llevaba años en mi colección, pero soy un poco maniático y no me gusta colgar críticas sobre música de películas que no he visto.
Tráiler original.
The Dark Crystal fue un bonito y esmerado experimento cinematográfico del inolvidable Jim Henson, creador de Barrio Sésamo y Fraggle Rock. Se trata de todo un largometraje no necesariamente destinado a los más peques realizado con títeres y algún disfraz ocasional. Si bien es una obra ajena a la productora Lucasfilm, surgió en el contexto del fenómeno Star Wars, estando en el equipo tanto el productor de El Imperio contraataca, Gary Kurtz, como Frank Oz, que ponía voz al maestro Yoda y aquí ejerce de co-director junto a Jim Henson.
Portada de una edición en CD. ¿Por el 25 aniversario?
Fue precisamente en una biografía de George Lucas donde leí que, antes de contar con una partitura original de Trevor Jones, Henson y Oz pensaban utilizar música de Vangelis, no sé si nuevas composiciones (¿Llegaron a hablar con el griego?) o piezas preexistentes de su discografía. Reconozco que, tal como había ocurrido con Star Wars y también ocurriría después con películas como Willow o El Señor de los Anillos, un filme tan radicalmente fantástico como Cristal Oscuro funciona mejor, emocionalmente hablando, gracias una potente banda sonora clásica orquestal.
Portada de la edición en vinilo del 35 aniversario.
El sudafricano Trevor Jones (1949-) llegó al proyecto gracias a que Henson había visto por aquel entonces la maravillosa Excalibur (John Boorman, 1981). Pese a sus abismales diferencias en tono y argumento con Cristal Oscuro, comparte con ella un cierto sabor estético. El caso es que la música original de Jones, entonces todavía novato, tiene más bien poca presencia en Excalibur. Todos recordaremos que sobresalían piezas del repertorio clásico como Carmina Burana o el Parsifal de Wagner, pero Jones aportó algunos fragmentos incidentales en escenas de fiestas y banquetes, y Henson vio potencial para escenas del mismo tipo en su película.
The Pod Dance
Sorprendentemente, y aunque las piezas medievalistas de Cristal Oscuro (por ejemplo The Pod Dance) son maravillosas, Trevor Jones logra resultados incluso más memorables con sus piezas sinfónicas, desde el grandilocuente tema principal que se escucha en la obertura (Overture) hasta un Love Theme arrebatador. Aporta su rotundo sonido la London Symphony Orchestra, grabada -entre otros estudios- en Abbey Road y dirigida por Marcus Dods.
Overture
Love Theme
Jones también recurre a algunos instrumentos menos comunes para recrear el extraño mundo de los skeksis, los místicos y los gelflings, tales como un cromorno renacentista, el doble flageolet (sospecho que para el sonido de la extraña flauta doble del protagonista, Jen) y los sintetizadores Fairlight y Synclavier. La pieza The Funerals / Jen's Journey refleja bien la diversidad sonora de esta BSO.
Gelfling Song
The Funerals / Jen's Journey
La complejidad compositiva de la partitura The Dark Crystal no pudo ir a más, como suele ocurrir en estos casos, con unas cuantas secuelas que desarrollasen sus conceptos. La película no cumplió del todo en taquilla, pero Jim Henson volvería a la carga en 1986 con su siguiente experimento: Dentro del laberinto (Labyrinth), otra vez con Trevor Jones y su tocayo de apellido David Bowie. Estará en este blog antes o después.
Trevor Jones dirigió la orquesta sinfónica de RTVE en 2006 y hasta se publicó un álbum.
En todo caso queda decir que, aunque no estamos ante una obra musical rabiosamente original, el álbum editado de The Dark Crystal, en sus distintas versiones a lo largo de casi cuatro décadas, tiene esa rara cualidad de hacerse cortísimo y resultar siempre exquisito en cada nueva escucha. Procuraré comprobar lo que ha hecho Daniel Pemberton para la serie The Dark Crystal: Age of Resistance (2019).