Richard Donner filmó Superman y Superman II al mismo tiempo. Debido a algunas desavenencias con la productora, no obstante, se contrató a otro director, Richard Lester, para que terminase la segunda película. Pese a que todo estaba esencialmente terminado y a falta de realizar la postproducción, Lester regrabó algunas escenas para acomodar la película a su visión personal. En algún punto del camino se cayó del cartel John Williams, que fue sustituido por Ken Thorne. Tanto en Superman II (1980) como en la fallida Superman III (1983), Thorne reutiliza y reelabora los temas de Williams, añadiendo algún pequeño elemento propio.
En el álbum publicado con la BSO de Superman III, por cierto, tuvo gran relevancia la presencia de Giorgio Moroder, que contribuye con un par de temas de sintetizador (incluyendo un tema de amor para Clark y Lana Lang, su nueva novia), amén de colaborar en unos cuantos cortes con autoría distinta a la de Thorne que buscan explorar una vertiente pop de la película. Hay hasta una versión electrónica del tema principal. Todo bastante rancio, dicho sea de paso.
Los vinilos originales de Superman II y Superman III
En el álbum publicado con la BSO de Superman III, por cierto, tuvo gran relevancia la presencia de Giorgio Moroder, que contribuye con un par de temas de sintetizador (incluyendo un tema de amor para Clark y Lana Lang, su nueva novia), amén de colaborar en unos cuantos cortes con autoría distinta a la de Thorne que buscan explorar una vertiente pop de la película. Hay hasta una versión electrónica del tema principal. Todo bastante rancio, dicho sea de paso.
La intro de Superman III, con una pieza original de Ken Thorne.
El nuevo Love Theme.
Dependiendo de dónde lo consultemos, queda la duda de si Williams compuso material nuevo y lo cedió a Thorne, o si la frase "a partir de material original compuesto por John Williams" que podemos leer en los créditos se refiere simplemente a la reelaboración que mencionamos antes. Algunas fuentes bien informadas apuntan a la primera opción: que Williams creó dos o tres "temas" para cada secuela que luego serían trabajados por los músicos titulares. Al parecer, puede rastrearse alguna de estas ideas musicales de encargo en trabajos posteriores de Williams. No podemos confirmarlo por ahora, y yo me decanto por la idea de que Superman II y III son sólo reciclajes. El caso es que no son desdeñables como bandas sonoras, al menos coyunturalmente, pero se nota bastante la ausencia de Williams incluso en el tema inicial, al que unas simples pinceladas mal dadas en la producción le restan bastante épica.
Superman IV está disponible en una nueva edición de La La Land Records.
Con Superman IV: en busca de la paz (1987) se complicaron las cosas. La producción corrió a cargo de Golan y Globus, los cerebros de la Cannon, y pese a contar con el competente Sidney J. Furie como director, los constantes recortes de producción y la pésima calidad de la cinta dieron al traste con la franquicia. El músico elegido, Alexander Courage (autor de la sintonía de la serie Star Trek), contó, esta vez sí podemos confirmarlo, con tres nuevos temas de Williams: uno para la nueva "chica" de la película, otra para el niño que pide a Superman que acabe con las armas atómicas, y la tercera para el supervillano de turno, el Hombre nuclear. Pudieron quedarse en nada al tener Courage que recomponer y regrabar varias veces la partitura para ajustarla a una película con un guión y montaje siempre cambiantes. Creo que, pese a todo, el resultado final no suena mal.
Una suite que alguien ha montado con fragmentos seleccionados de Superman IV.
El Superman cinematográfico iba a estar dormitando en la Fortaleza de la soledad durante dos décadas. Sus émulos de la televisión (Superboy, Lois y Clark) seguirían utilizando sintonías derivadas del tema de Williams. La excepción fue Smallville, en la que sonaba un tema pop. No obstante, se utilizaron temas originales de 1978 tanto en momentos puntuales del tramo final de la serie como en la aparición estelar de Christopher Reeve, a modo de homenaje.
Las portadas del CD de Superman Returns y de su versión expandida.
El director Bryan Singer, en la cima de su carrera tras las dos primeras entregas de los X-Men, fue el elegido para dar forma a Superman Returns (2006), una ambiciosa continuación tardía que enlazaba directamente con la película original de Donner, ignorando las secuelas. John Williams fue la primera opción de Singer, aunque los problemas de agenda del primero llevaron al segundo a contar con la ayuda de John Ottman. Éste había trabajado en X-Men 2 con excelentes resultados y era también montador de las películas de Singer.
La espectacular intro de Superman Returns.
Un ejemplo de cómo hacer algo maravillosamente fresco con algo que, en esencia, ya existía.
Francamente, la banda sonora de Superman Returns podría ser la que mejor revive el espíritu de la original. Las orquestaciones son magníficas (el tema de los créditos iniciales suena brutal) y el material de Williams ha sido de verdad reelaborado en el mejor sentido del término, dotado de nueva y genuina personalidad, manteniendo a la vez el profundo sinfonismo y el sonido atemporal de la obra primigenia. La relativa mala fama actual de la película, que pese a sus virtudes se quedó en un quiero y no puedo (parece un "remake" encubierto de la original lleno de enormes agujeros argumentales) resta popularidad a una obra musical brillante y a reivindicar.
La portada es tan fría como la música allí contenida.
Con la franquicia todavía en cuarentena, llegó en 2013 El hombre de acero (Man of Steel), dirigida por el entonces muy loado Zack Snyder, responsable de 300 y Watchmen. El filme reiniciaba la mitología del personaje y se buscó adrede un nuevo enfoque narrativo y estético que, teóricamente al menos, mantuviese cierta coherencia con la insigne trilogía de Batman de Christopher Nolan a fin de reunir a ambos héroes en un futuro proyecto conjunto. Pero creo que Man of Steel, pese a tener sus defensores, no mantiene la coherencia ni consigo misma.
Zimmer interpreta su Man of Steel en vivo, en su DVD Live in Prague.
En cualquier caso, el músico elegido esta vez fue nada menos que Hans Zimmer, que por los motivos antes mencionados se decanta por crear un nuevo tema para Superman que recuerda al minimalista leitmotiv de su propio Batman. Si para Batman había sólo dos notas amenazadoras, para Superman hay también dos, en este caso repetidas, in crescendo y con un carácter francamente heroico, como incidiendo en el reverso luminoso que es el kriptoniano para el atormentado justiciero de Gotham. Creo que es un tema fresco e innovador, digno del personaje, aunque el conjunto de la BSO de Man of Steel (que se lanzó incluso en un CD doble) carece de la fuerza ambiental y expresiva de las partituras del nuevo Batman. Es un Hans Zimmer no del todo inspirado, más centrado en potenciar escenas de acción que en crear un corpus musical sólido. Salvo por el buen tema central, el resto de la música suena, en general, fría y gris, como el Superman hierático y sin chispa de la película.
Portada de Batman v Superman: Dawn of Justice.
Ya publicamos una reseña -medio en broma- de la posterior partitura de Batman v Superman: Dawn of Justice (2016) firmada por Zimmer y Junkie XL, que es interesante pero difícil de digerir por su abundancia de ruidismo. Hay en ella un nuevo tratamiento para Batman (Snyder no es Nolan, Ben Affleck no es Christian Bale) y escuchamos un novedoso tema para la recién llegada Wonder Woman.
Por ser exhaustivos, terminaremos con Liga de la justicia (Justice League, 2017), que fue realizada de nuevo por Snyder, aunque un problema familiar hizo que el proyecto fuese pulido por Josh Whedon. El producto final, quizá no tan nefasto como se empeñó en decir la crítica, sí que es endeble y da la impresión de haber sido víctima de un montaje feroz guiado más por razones económicas que por criterios artísticos. Hans Zimmer afirmó que Batman v Superman sería su ultima partitura superheroica, y aquí estaría al mando, teóricamente hablando, Junkie XL en solitario. No obstante, con los vaivenes de la producción se acabó contratando a Danny Elfman, autor de la BSO de Batman (1989) que acababa de trabajar con Whedon en Los Vengadores: la era de Ultrón. Su trabajo atestigua de manera singular el prematuro agotamiento del universo fílmico de DC al retomar con muy poca gracia, en una pura maniobra desesperada de fanservice, los temas originales de Batman (el compuesto por el propio Elfman) y Superman (el de John Williams) en varias escenas. Se cerraba el círculo de un modo agridulce.
Portada de Justice League
Por ser exhaustivos, terminaremos con Liga de la justicia (Justice League, 2017), que fue realizada de nuevo por Snyder, aunque un problema familiar hizo que el proyecto fuese pulido por Josh Whedon. El producto final, quizá no tan nefasto como se empeñó en decir la crítica, sí que es endeble y da la impresión de haber sido víctima de un montaje feroz guiado más por razones económicas que por criterios artísticos. Hans Zimmer afirmó que Batman v Superman sería su ultima partitura superheroica, y aquí estaría al mando, teóricamente hablando, Junkie XL en solitario. No obstante, con los vaivenes de la producción se acabó contratando a Danny Elfman, autor de la BSO de Batman (1989) que acababa de trabajar con Whedon en Los Vengadores: la era de Ultrón. Su trabajo atestigua de manera singular el prematuro agotamiento del universo fílmico de DC al retomar con muy poca gracia, en una pura maniobra desesperada de fanservice, los temas originales de Batman (el compuesto por el propio Elfman) y Superman (el de John Williams) en varias escenas. Se cerraba el círculo de un modo agridulce.
El tema central de Justice League