miércoles, 4 de marzo de 2015

Rahul Sharma - MUSIC OF THE HIMALAYAS


1. Maqam-E-Navaa (Sufyana Musiqi) (10:28)
2. Melody of Kashmir (13:18)
3. Melody of Jammu & Kashmir (12:37)
4. Melody of Kashmir in Contemporary Music (36:10)

El santoor es un instrumento tradicional indio -de la India, se entiende- parecido al dulcémele, un instrumento de cuerda percutida, solo que con una forma más triangular. Como otras tantas cosas en el místico oriente, los secretos del santoor parecen fluir por venas familiares, de generación en generación. En el caso de los Sharma, se añade el hecho de que su dedicación al instrumento ha servido para darle a este un mayor prestigio, incluso dentro de lo que en India se considera "música culta". Rahul Sharma es, como poco, la tercera generación de su familia que se dedica a cultivar el arte del santoor, y aunque se ha hecho un nombre en la escena de la llamada world music gracias a su aperturismo y sus colaboraciones como gente tan variopinta como Deep Forest o Kenny G, me apetecía comentar el primer disco suyo que llegó a mis manos, de título Music of the Himalayas (2002), y que es, relativamente, algo más purista.

Contraportada.

Music of the Himalayas fue grabado, parece que sin conocimiento previo del propio Sharma y del ensemble con el que trabajaba, mientras se encontraban de gira por Europa presentando un espectáculo étnico a base de músicas variadas del Indostán y otras zonas cercanas a la famosa cordillera. Como integrantes de su segmento del show estaban también sobre el escenario Ustad Shafat Ahmed Khan a la tabla y Pandit Bhawani Shankar al pakhawaj.

Melody of Kashmir.

Encontramos en el álbum cuatro piezas largas que, al menos para el oyente no acostumbrado, sonarán muy parecidas entre sí. Quizá la más excepcional sea Melody of Kashmir in Contemporary Music, que parece haber exigido un mayor despliegue de virtuosismo en su ejecución, pero el sonido es más o menos el mismo. ¡Pero menudo sonido! Es pura evocación del viaje a un lugar lejano y exótico, del descubrimiento y la aventura, toda una exquisitez interpretativa a base de percusiones trepidantes y melodías siempre cambiantes, siempre impredecibles, a base de santoor. Una bomba sonora para la imaginación que se disfruta doblemente gracias a su larga duración y al efecto de trance que conlleva su escucha. Más que recomendable.

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