1. Encounters (3:13)
2. Seven Lives (4:26)
3. Touchness (3:36)
4. The Same Parents (5:20)
5. Fata Morgana (3:24)
6. Hell's Heaven (3:52)
7. La Puerta del Cielo (3:29)
8. Distorted Love (4:12)
9. Je T'aime Till My Dying Day (4:19)
10. Déjà Vu (2:56)
11. Between Generations (4:32)
12. The Language of Sound (4:21)
Hacía tiempo que no teníamos por aquí a Michael Cretu y su proyecto Enigma. Como el que nos interesa hoy es el último álbum completamente nuevo que han lanzado hasta la fecha, con Seven Lives Many Faces (2008) nos ponemos al día con ellos. La verdad es que el disco me pilló por sorpresa en su momento, sobre todo porque el anterior A Posteriori había salido solo dos años antes, un tiempo relativamente corto si tenemos en cuenta los lapsos que han mediado entre otros trabajos de Enigma. Las expectativas estuvieron bastante altas antes de su salida, por lo que sé, e incluso tuvo cierta repercusión gracias a las redes sociales de moda entonces, aunque debo decir que es un disco al que todavía no le he encontrado el gusto.
Portada del primer single promocional, lanzado antes que el álbum.
Quizá sea que el principal problema para mí es que me suena a poco novedoso. Con ello no quiero decir que el grado de sofisticación electrónica y perfección tecnológica sean bajos... de hecho, son tan altos como siempre o más. Lo que ocurre es que se decanta hacia una comercialidad (casi todos los temas son cantados, y no siempre del todo bien) marca-de-la-casa que deja poco sitio para sorprenderse con alguna idea nueva que aporte algo diferente. En fin, es como si Cretu y su gente hubiesen hecho "un disco de Enigma" adrede, sin más finalidad que la de reivindicarse a sí mismos. El alma mater del grupo declaró que se trataba de un álbum "omnicultural", aunque todos los que conocíamos sus anteriores obras ya estábamos acostumbrados a la mezcla constante de sonidos étnicos y sampleados de todo tipo y toda procedencia.
Lo más curioso que nos encontramos aquí es el uso del dialecto balear, cosa más o menos lógica si recordamos que Michael Cretu vive en Ibiza desde finales de los ochenta. Suenan curiosas las letras en el tema promocional La Puerta del Cielo y Between Generations en catalán balear, que por lo demás, no son canciones de esas memorables como Gravity of Love o Return to Innocence. No puedo evitar sentir que en ambos temas la melodía va por un lado y el ritmo por otro.
El vídeo oficial de La puerta del cielo, como algún otro de este álbum,
contiene escenas recicladas de clips antiguos de Enigma.
En general, Seven Lives Many Faces ("Siete vidas, muchas caras") es un álbum un tanto oscuro, quizá un regreso algo forzado a las atmósferas góticas y eróticas del seminal MCMXC a.D. (1990), con aires relativamente más frescos logrados a duras penas gracias al recorrido realizado desde entonces en discos mucho más luminosos e imaginativos. En cualquier caso, este séptimo álbum de Enigma no termina de encontrar un equilibrio entre todo ello. Los temas cantados son un pelín sosos y, aun admitiendo que hay hallazgos muy interesantes (esa guitarra eléctrica de Fata Morgana, mismamente), los instrumentales se quedan algo planos también, excepción hecha del muy bonito Déjà Vu:
Desde luego, se aprecia una deriva hacia la madurez gracias a una simplificación de los arreglos ambientales, cosa que no es mala, aunque esta parquedad cromática se extiende al conjunto del álbum y nos deja con la impresión que comentaba antes, de titubeante regreso a los orígenes, referencias iconográficas religiosas inclusive. Los mejores temas no dejan de ser aceptables, meritorios en algún caso, aunque los peores tocan fondo: Distorted Love, con todos los respetos, es un tema horrendo en todos y cada uno de sus aspectos. No digo que Andru Donalds cante mal, pero creo que Michael Cretu debería haber buscado hace muchos años un vocalista más acorde con las atmósferas de sus temas. Buf.
Contraportada del CD.
Pienso que Seven Lives Many Faces supone seguramente el punto creativo más bajo en la trayectoria de Enigma, un proyecto musical (que no un grupo, como ya sabemos) que no ha dejado de decaer poquito a poco desde aquel magistral Le Roi Est Mort. Vive Le Roi! de 1996, a mi juicio su cima artística. Y pese a todo, en The Screen Behind the Mirror (2000) y A Posteriori (2006) seguía habiendo momentos sublimes que justificaban las grabaciones al completo. Lo malo de Seven Lives Many Faces, más por culpa de su sosez generalizada que por algún otro error concreto, es que se ve superado incluso por el "arriesgado" Voyageur (2003), cuya rareza solamente se explicaba en un contexto de aperturismo musical.
Estamos en 2013, con lo que podría estar al caer algún otro trabajo de Cretu y los suyos. Cruzaremos los dedos, a ver si sale un poco mejor. En Spotify podemos escuchar el álbum original, aunque se editó una edición limitada con un segundo CD y cuatro o cinco temas añadidos, que no sé si estará también disponible para escucharse gratuitamente.
Considero que este disco es meramente comercial, quienes no conocen la música de Enigma les parecerá muy agradable. No me atrevo a decir que es malo, mejor, sigo manteniendo mi disco favorito, Le Roi Est Mort, vive le Roy!
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