1. Fais Que Ton Rêve Soit Plus Long Que La Nuit (15:32)
C'est une nuit verte / Celle des barricades / Nuit verte ou rouge /
Ou bleue ou noire / Qu'importe mon ami / Cela importe mon ami
L'espoir de la victoire
2. Fais Que Ton Rêve Soit Plus Long Que La Nuit (15:25)
Le rêve est realité / Jouissez sans entrave / Vivez sans temps morts /
Baisez sans carottes
En mayo de 1968, en París, tuvo lugar la mayor demostración del poder revolucionario juvenil que ha conocido el mundo. Nunca sabremos si, de no haberse suspendido la masiva huelga general y la cadena de protestas un par de meses después de su inicio, toda la sociedad occidental actual habría cambiado radicalmente. Quizá sí que cambió. ¿Fue una revolución utópica que no llegó a término? ¿Fue un grito enorme de libertad que nunca persiguió otros fines que el de hacerse escuchar? Los estudiantes parisinos que construían barricadas y cantaban proclamas contra la sobreorganizada sociedad de consumo, contra los horrores de Vietnam y la Guerra Fría, sintieron durante unas cuantas semanas que en sus manos estaba "hacer que su sueño fuese más largo que la noche".
Portada de la edición en CD.
París era entonces, como ahora, un hervidero de aspirantes a artistas, soñadores y heterodoxos de todo pelaje, y es lógico que aquellas almas libres se sintiesen conmovidas ante los acontecimientos. Por allí se encontraban tres jóvenes músicos psicodélicos griegos: Demis Roussos, Loukas Sideras y Evangelos Papathanassiou, los componentes de Aphrodite's Child, que andaban en fechas de grabar en la ciudad su primer álbum. De Sideras no se supo mucho con los años, Roussos se compró una colección de túnicas para recorrer platós de televisión como cantante melódico, y Evangelos, conocido por el diminutivo Vangelis, se convirtió en el compositor instrumental vanguardista más importante e influyente de las últimas décadas del siglo XX. En 1972 echaría la vista atrás para conformar este extraño álbum que nos ocupa, a base de los recuerdos que tenía de lo sucedido cuatro años antes.
Portada alternativa.
Fais Que Ton Rêve Soit Plus Que La Nuit es el resultado del experimento, uno de los LPs más difíciles de encontrar para el actual coleccionista de Vangelis, editado originalmente solo en Francia y Grecia, y publicado en CD hace solamente dos o tres años (bajo el título de Paris May 1968) como suplemento a una revista griega, para más dificultades. Se trata de un poema sinfónico (así lo proclama la cubierta del álbum) consistente en dos suites que mezclan con una técnica de "collage", recreando el sonido ambiente de las calles parisinas durante las revuelas, con intervenciones a los teclados y las percusiones del propio Vangelis, y con la participación de músicos y cantantes poco conocidos o simplemente no profesionales. Por suerte, algo tan interesante es muy fácil de encontrar en la Red. O en YouTube mismamente:
La primera cara del LP.
No es fácil encontrar información que detalle si es verdaderamente Vangelis el autor de toda la música del álbum, inspirado por lo que leyó en las pintadas de los muros de París, o si algunos fragmentos -sobre todo las canciones-protesta, diría yo- son auténticos himnos de Mayo del '68, pero el disco posee un aura de autenticidad documental que lo hace fascinante, si bien no es precisamente una obra musical accesible para todo el público.
Contraportada (con la anterior, ambas de www.vangelismovements.com).
No esperemos encontrar aquí al Vangelis cósmico y electrónico de los setenta, ni al elegante compositor clasicista y new age posterior, sino en todo caso a aquel compositor de sonido nostálgico, neblinoso y algo primitivo cuya obra más representativa fue, a gran distancia de esta, L'Apocalypse Des Animaux (1973). Todavía abierto a la experimentación, creativamente muy joven y felizmente inexperto, aquel Vangelis Papathanassiou nos fascina cuando pensamos que, a los músicos como él, hoy se les considera gurús de la meditación zen y soñadores en plácidas torres de marfil, sin saber que muchos de ellos han vivido la vida (e incluso la Historia) a pie de calle, con todos los compromisos generacionales que ello conlleva.
Un extracto.
Soy seguidor de la música de Vangelis desde principios de los años 90, y si bien no es su etapa más reconocida, hay que reconocer que su "etapa francesa" tiene un algo especial, un encanto y versatilidad que la hace fascinante. No hemos de olvidar que estamos hablando de los inicios y que nuestro amigo griego tocó varios palos (y todos ellos con soltura y su toque unipersonal y reconocible): con los Aphrodite's Child, con las bandas sonoras de cine de autor francés, con los experimentos vanguardistas más innovadores o con la música para los documentales de Frederic Rossif.
ResponderEliminarYo tengo 35 años, así que lógicamente lo de mayo del 68 sólo puede ser para mí algo que me ha llegado de oídas. Vangelis por el contrario lo vivió en pleno auge y quiso registrarlo de la mejor manera que sabe hacerlo: a través de la música. Este album me parece una obra fantástica, rebosante de un "espíritu joven" que se transmite con cada himno y con cada pasaje instrumental que se sucede.
El ser una obra difícil de conseguir creo que lo dotó de mayor interés si cabe para mí. Al final lo conseguí al comprar el CD "Sex Power" editado de forma no oficial por el sello pirata Platinum Music (creo que era de Mónaco) que lo incluía como temas extra (como "Poem Symphonique"). No obstante también me lo compré cuando se editó oficialmente en una revista griega, porque durante un tiempo se pudo comprar a través de la web en determinadas tiendas especializadas.
Lo dicho, otra joya de la corona.
Gracias Conde, disfruto mucho con tu blog.
Es una pena que no hayan tenido más tacto a la hora de publicar las primeras obras de Vangelis. No digo yo que vayan a venderse millones de ejemplares, pero sí que hay una gran base de admiradores que compraría gustosamente ediciones oficiales (y bien editadas) de Sex Power o el disco del que hablo en la entrada, por poner dos ejemplos. Quizá con el tiempo...
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