domingo, 17 de marzo de 2013

"The Dark Side of the Moon" ha cumplido 40 años.

Psicodelia, rock progresivo, rock sinfónico, rock cósmico... Todos los calificativos erran el tiro en mayor o menor medida cuando se trata de definir qué es The Dark Side of the Moon, el álbum clásico de Pink Floyd que se lanzó en un lejano mes de mayo de 1973. Sigue tan vigente como el primer día, sobre todo porque parece haberse adelantado tanto a su tiempo que quizá su futuro prometido nunca se convierta en nuestro presente. Escucharlo ahora es disfrutarlo tal como es hoy, sin añoranzas en sepia ni necesidad de contextualizar su sonido. 

Si fuese un ser humano, sería ese hombre que sujeta el banderín ajedrezado al final de las carreras. Lleva allí sentado cuarenta años, justo al lado de la línea de meta, esperando a que los bólidos lleguen adonde él se encuentra. Quizá nunca nadie doble la última curva, o quizá lo hayan hecho hace tiempo y no nos hemos enterado, lo que al final es lo mismo. O quizá sencillamente han cerrado el viejo circuito para celebrar las carreras en otra parte y a él no le han avisado. 

4 comentarios:

  1. Un estupendo ( y rompedor ) trabajo. Imprescindible.

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  2. Uno de los mejores discos de la historia musical.

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  3. Albúm emblemático donde lo haya. Hoy tan fresco e innovador como hace cuarenta años. Recuerdo que, al principio costó que entrase, pero es como las cosas buenas de la vida. Por eso ahora desconfío de las escuchas fáciles y la banalidad que nos meten por lo ojos. Ahora y antes, seguimos siendo los raros de la película. Un abrazo.
    http://santosirreverentes.blogspot.com.es/

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  4. Palabras mayores. ... Y absolutamente vigente.

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