1. Indy's Very First Adventure (8:11)
2. X Marks the Spot (3:07)
3. Scherzo for Motorcycle and Orchestra (3:49)
4. Ah, Rats!!! (3:36)
5. Escape from Venice (4:21)
6. No Ticket (2:42)
7. The Keeper of the Grail (3:21)
8. Keeping Up with the Joneses (3:35)
9. Brother of the Cruciform Sword (1:53)
10. Belly of the Steel Beast (5:26)
11. The Canyon of the Crescent Moon (4:16)
12. The Penitent Man Will Pass (3:23)
13. End Credits (Raiders March) (10:36)
(Una curiosidad. Casi todos los títulos de la lista son frases que alguien decía en el trailer de la película. Tal vez Spielberg no quiso convertir la lista de temas en un montón de spoilers, y John Williams le hizo caso)
La segunda parte de Indiana Jones no terminó de cuajar en su momento (hoy en día se la ve con mejores ojos), de modo que Spielberg y Lucas decidieron hacer una tercera entrega que, en lo estético y en lo argumental, retomase buena parte de lo que tan bien funcionó en En busca del arca perdida. Nazis, paisajes desérticos y reliquias judeo-cristianas fueron barajadas otra vez, con algún aliciente nuevo e importante, para convertir Indiana Jones y la última cruzada (1989) en la que sigue siendo la mejor película del personaje en lo que se refiere a sus aspectos meramente fílmicos. Tiene un empaque de película clásica apabullante, los actores dan lo mejor de sí y, sin dejar de lado el esquema ya fijo de cada película de la saga, sorprende con una atmósfera épica que expande sus horizontes visiblemente. Y también tiene una buena dosis de comedia.
John Williams, sin embargo, realiza aquí una banda sonora ligeramente inferior a las dos primeras, aunque tiene sus motivos. Para empezar, tal como comentábamos en el post anterior, Williams estaba comenzando una nueva etapa compositiva de su carrera que se caracterizaba por un uso algo más comedido de las fanfarrias, una predominancia cada vez mayor de las cuerdas sobre los vientos y, en resumen, un "aplanamiento" del carácter nervioso e impactante de sus primeros tiempos. Pero de todos modos, The Last Crusade sigue teniendo todos los ingredientes de los mejores trabajos de Williams, y está perfectamente a la altura del resto de la saga.
"El hombre del sombrero ha vuelto. Y viene con su papá".
En cualquier caso, es una banda sonora un poco rara para una película de Indy. Una cosa es cierta, y habla en su favor: las tres películas originales de Indiana Jones nunca fueron una trilogía en sentido estricto, aparte del hecho de ser tres. Se trata más bien de una serie de tres películas independientes sobre un mismo personaje que podrían haber sido también seis, siete, o veintisiete. Pero hicieron tres. Y cada una solamente mantiene como enlace respecto a las demás la personalidad del protagonista que encarnó Harrison Ford, y ese cierto esquema argumental del que ya hablaremos en el siguiente post. Spielberg sugirió a Williams que no abusara de The Raiders March en esta partitura, sobre todo porque a estas alturas no hacía falta tirar de ella para que la gente supiese quién es Indy, y porque esta película iba a tener su propio tono. Al final sí que se escucha la melodía en algún momento culminante de la película, aunque el álbum que se publicó en el 89 la relega al corte de los títulos finales. De hecho, ni siquiera suena en las famosas cortinillas del avión recorriendo el mapa del mundo.
El tema musical del Grial se hace extensivo a su guardián.
Williams vuelve a componer una serie de leitmotivs para los elementos de la película, tanto personajes como situaciones. Los más destacables son el tema que compone para el Santo Grial, que suena muy medieval y solemne, y al mismo tiempo bastante místico. Todo un acierto. Y el otro gran tema es el correspondiente a los nazis, una fanfarria bastante potente -incluso algo pasada de rosca diría yo- que subraya su presencia caricaturesca de villanos de tebeo. Parece que también hay alguna intención de crear alguna pequeña serie de notas para Henry Jones, el padre de Indy que encarnó Sean Connery, aunque o bien no he sido capaz de identificarlo, o bien ni siquiera llegó a fraguar. Creo que puede ser la melodía que suena al comienzo de The Canyon of the Crescent Moon, y también suena muy hermosamente hacia la mitad de los títulos finales, pero su presencia es tan escasa que en la práctica podría estar relacionada con cualquier otra cosa.
¿Por qué la chica de esta película no tiene tema propio? ¿Guardará algún secreto perverso?
Lo que sí tiene Indiana Jones and The Last Crusade es un magnífico repertorio de música incidental para escenas de acción, seguramente el mejor de la saga. Ahí están Escape from Venice con sus divertidas notas de mandolina, Belly of the Steel Beast y sus elaboradas (y variadas) percusiones, y sobre todo Scherzo for Motorcycle and Orchestra, que hoy en día sigue interpretándose como obra de concierto y que en alguna recopilación aparece mencionada como el tema oficial de la película, aunque no lo es. Y mucho ojo a la incursión discreta que hacen algunos instrumentos, como ese ¿clarinete? erotizante de The Austrian Way (en la edición de 2008), la flauta arábica de The Canyon of the Crescent Moon o la mencionada mandolina de Venecia. También utiliza Williams estupendamente las cuerdas, con sutileza, para producir asco y repulsión en Ah, Rats!!!. Siempre se le ha dado muy bien al compositor esta clase de experimentos grimosos, y aquí funcionan tan estupendamente como con las serpientes de El arca perdida o con los bichos de El templo maldito.
Ratas. Menos mal que no son serpientes...
Lo peor de esta banda sonora, al menos a la hora de hacerla memorable, es que no posee un tema principal, sino más bien una gran cantidad de música incidental de extraordinaria calidad, pero que no se nos queda pegada al cerebelo. Personalmente, sí que hay un tema que destacaría por encima de cualquier otro, y que me encanta: Indy's Very First Adventure, el corte que abre el CD y que corresponde a la escena inicial de la película, la aventurilla-prólogo con la que comienza toda película del arqueólogo, que en este caso se sitúa en su adolescencia. John Williams realiza una especie de banda sonora dentro de la banda sonora general, una suite de 12 minutos (en la edición de 2008) en la que hay de todo, desde una melodía cómica en la línea de aquel The Basket Game de El arca perdida hasta un finalazo con las notas básicas de The Raiders March, pasando por sus propios leitmotivs, como ese tan español de la Cruz de Coronado.
Contraportada de la edición de 2008.
En fin, que si Raiders of the Lost Ark y The Temple of Doom fueron un 10, esta banda sonora se queda en un 9, lo que, considerando el nivel de Williams, sigue dejando a cualquier otro músico en la cuneta. En Spotify.
Volvemos con rusos y calaveras.
Scherzo para motocicleta y orquesta.
No sé si habrá llegado mi primer comentario, ha aparecido un error al final. Por seguridad te comento que he descubierto tu blog y que me parece muy bueno, tus artículos, al menos los últimos que he podido leer son estupendos. Sigue publicando. Yo te he agregado a mi feed para estar pendiente de tus actualizaciones.
ResponderEliminarUn saludo,
Daniel
Gracias, Daniel. Y descuida, que pienso seguir publicando mientras el cuerpo aguante. Por supuesto, me encantará que te pases por aquí para opinar, tanto cuando estés de acuerdo como cuando no lo estés.
ResponderEliminarUn saludo, y gracias otra vez.