viernes, 22 de julio de 2011

John Williams - INDIANA JONES AND THE KINGDOM OF THE CRYSTAL SKULL


1. The Raiders March (5:06)
2. The Call of the Crystal (3:50)
3. The Adventures of Mutt (3:12)
4. Irina's Theme (2:26)
5. The Snake Pit (3:15)
6. The Spell of the Skull (4:24)
7. The Journey to Akator (3:08)
8. A Whirl Through Academe (3:34)
9. "Return" (3:12)
10. The Jungle Chase (4:23)
11. Orellana's Cradle (4:22)
12. Grave Robbers (2:29)
13. Hidden Treasure and the City of Gold (5:14)
14. Secret Doors and Scorpions (2:17)
15. Oxley's Dilemma (4:46)
16. Ants! (4:14)
17. Temple Ruins and the Secret Revealed (5:51)
18. The Departure (2:27)
19. Finale (9:20)

Casi veinte años después de la última vez, y tras constantes rumores sobre el argumento de la cuarta parte siempre prometida pero nunca realizada, Spielberg y Lucas se animaron. Se ha sabido que el verdadero impulsor del proyecto fue Harrison Ford, y Spielberg también tenía ganas de contentar a los fans que llevaban desde 1989 preguntando qué pasaba con Indy. La película se llamó Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, se estrenó en 2008 tras un montón de reescrituras de guión (creo que el definitivo no fue pésimo, pero ni de lejos el mejor posible) y contó con otra banda sonora de John Williams, un señor que ya tiene canas hasta en los pelos de la nariz y cada vez se prodiga menos, pero cuando lo hace nunca falla.


Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull es la cuarta partitura de Williams para el héroe del sombrero y el látigo, y pese a que la película ha polarizado bastante a los seguidores de Indiana, su banda sonora está perfectamente a la altura de lo esperado. También esta música fue recibida con cierta tibieza en su momento, pero tres años después sigue creciendo con cada escucha, casi como prometía Spielberg que ocurriría con la propia película. Certifico ambos casos.

Lo que sucede es que, como el propio argumento de la película, su banda sonora es un ejercicio de "unir los puntos" más o menos predecible: como venimos diciendo estos días, toda película de Indy tiene una aventurilla inicial, un par de persecuciones en diferentes medios de transporte (una en serio y otra más en broma), una pelea a puñetazo limpio, una escena con animales repugnantes y/o peligrosos y una revelación final y mística que deja fritos a los malos. La cuarta parte se ajusta quizá demasiado al corsé de las tres anteriores, y a Williams no le queda más remedio que hacer lo propio, esto es, música para persecuciones, música para peleas, música para bichejos asquerosos y música mística para el artefacto de turno.

La calavera de cristal.

En este caso, Indy va en busca de la mítica ciudad de Akakor (en la película la llaman Akator), que según la tradición podría ser la mítica Eldorado, para depositar en ella una misteriosa calavera de cristal de aspecto inquietante. John Williams compone un tema propio para la calavera llamado The Call of the Crystal, que en el álbum aparece estructurado como pieza para concierto, no incidental. Está vagamente -y acertadamente- inspirado en el tema del arca de toda la vida, aunque está lleno de sonidos muy misteriosos como los que se producen al rozar copas de cristal húmedas con los dedos. Funciona a la perfección gracias a la atmósfera amenazadora que va creando según progresa. Otro tema principal de aspecto concertante es Irina's Theme, dedicado a la villana de la película, la militar soviética Irina Spalko. Aunque parece una mezcla del tema de amor de El ataque de los clones con alguna melodía siberiana de Doctor Zhivago y tiene un deje totalmente romántico (con claros matices de villanía), lo curioso es que el personaje en cuestión no es ni por un momento el interés amoroso de Indy en la película.

Irina Spalko no quiere rolletes con Indiana.

Casi un tema para concierto es también The Adventures of Mutt, que mezcla un estilo musical muy aventurero con música incidental de persecución en su retrato del personaje Mutt Williams, el muchacho motero que acompaña a Indy en su misión. Guarda cierto parecido lejano con la divertida melodía de Indy's Very First Adventure de La última cruzada, y también suenan en él las notas de The Raiders March aquí y allá, casi anunciando lo que el argumento reserva como una relativa sorpresa para el Dr. Jones. Y hasta aquí los temas propios de la película, ya que el resto del contenido de la banda sonora es música incidental pura y dura, tan a la altura de Williams como podría esperarse.

El greaser y macarra ocasional Mutt Williams, junto a su madre Marion Ravenwood.

No obstante, también podemos echar una ojeada a algunos cortes interesantes como The Spell of the Skull, que comienza -literalmente- con el tema del Arca de la Alianza. Corresponde a la escena inicial, que se desarrolla casi entera en el mismo almacén enorme donde terminaba la primera película. The Snake Pit responde a la necesidad de un tema abiertamente cómico en la partitura, que como decíamos antes, no podía faltar. Los temas de persecuciones son variados y de alta calidad, como por ejemplo A Whirl Through Academe y The Jungle Chase (con la melodía del tema de Mutt). Y tampoco podía faltar el tema de los bichejos, hormigas en este caso, en el corte titulado Ants!. La parte final del álbum contiene temas más calmados, misteriosos, algunos muy intensos como Hidden Treasure and the City of Gold y The Departure, que son bastante originales porque, sin que ello deba sonar negativo, no suenan muy en la línea de las bandas sonoras de Indy. La banda sonora concluye con la melodía de The Raiders March (que también sonaba al principio, en el CD) con alguna interesante variación hacia el final, y en la que se inserta el tema de Marion como sucedía en El arca perdida.

Para terminar, y a sabiendas de que me he dejado en el cajón muchos detalles que merecían la pena, quiero comentar algo sobre uno de los temas, The Journey to Akator, que en principio viene a ser la clásica melodía sobre la cortinilla del avión recorriendo el mapa. En su momento levantó bastante polvareda porque se utiliza música claramente mexicana en lugar de música andina peruana, como habría correspondido. Muchos lo tomaron como la clásica muestra de que para los yanquis, de Texas a la Tierra del Fuego todo son señores bajitos y morenos con sombrero de mariachi. Yo más bien lo veo como el típico chiste cultural de la saga, del mismo tipo que aquella El Cairo llena de pedigüeños y espadachines, aquella otra que ponía sorbete de sesos de mono y "serpiente con sorpresa" sobre las mesas de La India, donde además se practicaba el vudú (¿eso no era caribeño?) y cosas así. No creo que sea una cuestión de falta de respeto, sino más bien fruto de la necesidad de caricaturizar las cosas que siempre ha tenido este universo pulp de Indiana Jones. Pero por supuesto, a mí me habría sonado mejor algo más andino, más auténtico. Escúchese el tema de la discordia:

La cucaracha, la cucarachaaaa, ya no puede caminar...

Resumiendo, que la cuarta partitura de Indiana Jones es excelente, no muy arriesgada tal vez, pero bastante rica sobre todo gracias a la incursión de potentes leitmotivs propios de los que carecía casi por completo La última cruzada. Tristemente, la cultura tan de usar y tirar que nos rodea la ha hecho pasar sin pena ni gloria por la memoria del espectador medio. En Spotify, aunque advierto que la edición existente no contiene absolutamente toda la música, y que el estuche con las cuatro bandas sonoras no aporta nada nuevo a esta en particular.


The Call of the Crystal.

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