martes, 14 de diciembre de 2010

Robert Rich - RAINFOREST


1. Mbira (4:10)
5. Sanctuary (6:15)
6. Temple of Eyes (5:12)
8. Veil of Mist (10:52)

Picoteando aquí y allá entre los discos que suelen ser calificados como "de referencia", me he topado con este álbum de Robert Rich, creo que uno de los más destacados en su discografía. Rainforest (1989) es un trabajo conceptual de corte ecologista, inspirado por el viaje que realizó el músico californiano por varias selvas vírgenes americanas.

Robert Rich, alineado en la primera fila del ambient y en la new age, es un músico autodidacta -al parecer nunca llegó a completar ninguna clase de curso oficial- que aprendió a escuchar música mientras se dedicaba a la jardinería casera durante la infancia. Entendiendo la música muy a su manera, se ha visto influenciado por muchos de los gurús electrónicos tanto de la esfera clásica como de la vanguardia escindida del pop en los sesenta y setenta. Además, ha tomado parte tanto en experimentos llevados a cabo por organismos oficiales (algún seminario universitario sobre acústica) como en ocurrencias de lo más originales (por ejemplo, una terapia para insomnes de San Francisco en la que realizaba interpretaciones durante toda la noche y servía el desayuno por la mañana), desarrollando un estilo que se caracteriza por la sencillez de las melodías, la profundidad de los silencios entre las notas, absolutamente estremecedores, y el carácter envolvente de sus composiciones.

Robert Rich

Rainforest, como decíamos arriba, recrea musicalmente el oscuro y húmedo interior de una selva tropical, cosa que han hecho otros tantos músicos new age con más o menos fortuna. Lo que convierte este álbum en un éxito en esa tarea es su distanciamiento de todo cliché pseudo-tribal y su adopción de un punto de vista poco menos que "religioso" a la hora de describir con sonidos la pureza impenetrable de las selvas vírgenes. En temas como el inicial Mbira, Rich ofrece una introducción cálida, como acentuando lo que tiene la selva de "locus amoenus". No obstante, y pese a que aquí sí que podemos hablar de música inspirada por los pueblos que habitan las selvas vírgenes, en el resto del disco predomina una naturaleza vacía de influencia humana. En estos mundos no perturbados por nuestras zarpas pululan tanto los sonidos de los elementos -escuchamos en algunos momentos sutiles goteos, como de agua condensada entre las hojas de las plantas- como los de algunos pequeños animalillos, pongamos insectos y aves, que Rich transforma en sonido mientras escuchamos temas tan logrados como Surface y Sanctuary. No es mal título el de ese corte, si tenemos en cuenta que la selva ilustrada por Rich es como una gigantesca catedral, un lugar de culto. El sonido del gamelán de The Forest Dreams of Bach funciona también a modo de mantra, como para entrar en un trance místico, y Drumsong endulza este trance y lo llena de colorido.

La percusiva Temple of Eyes podría servir como banda sonora para El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad, un viaje tortuoso hacia la oscuridad de la jungla y su ausencia de leyes civilizadas. The Raining Room está dedicada al cineasta ruso Andrei Tarkovsky, y se trata de una pieza muy estática y contemplativa con algún sonido aislado como de canto de pájaros. Tarkovsky bien podría haber utilizado este tema en películas tan misteriosas como Stalker. Veil of Mist ("velo de niebla") supone un ligero cambio de estilo, sobre todo porque aquí cobran importancia los instrumentos de viento y el piano, y la atmósfera se vuelve ligeramente más densa. El poder evocador de este tema es muy alto, sobre todo si somos capaces de cerrar los ojos y ver con la mente. Concluye el álbum con A Passage in Bronze, extraña mezcla de percusiones difusas y sonidos lejanos de insectos nocturnos.

Veil of Mist

Rainforest me gusta más cada vez que lo escucho. Al principio puede parecer un poco frío, un poco en la línea de Steve Roach o algo así, pero después va ganando en profundidad hasta convencernos con su retrato de un paraíso natural que está en peligro de terminar desapareciendo. Parte de los derechos del álbum han sido cedidos a una organización de defensa de la selva tropical.

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