1. Living in the Plastic Age (5:13)
2. Video Killed the Radio Star (4:13)
3. Kid Dynamo (3:29)
4. I Love You (Miss Robot) (4:58)
5. Clean, Clean (3:53)
6. Elstree (4:29)
7. Astroboy (and the Proles on Parade) (4:41)
8. Johnny on the Monorail (5:28)
No podemos decir que fuese profético, porque en 1980 el uso del plástico estaba más que extendido, pero en estos nuestros tiempos de alerta por su impacto medioambiental, el hecho de que se diese el título The Age of Plastic a un álbum que acaba de cumplir 40 años tiene su aquel. Sus autores, el dúo The Buggles, suelen estar en lo más alto de las listas de "one hit wonders", esto es, grupos y solistas que tuvieron un único éxito convertido en clásico atemporal. ¡Y menudo fue su único éxito, Video Killed the Radio Star! No estamos solamente ante una de esas canciones que cualquiera puede tararear casi de memoria, sino que el poso que dejó con su publicación influyó en buena parte de la música comercial de la década que iba a comenzar.
Parte trasera del libreto de la edición en CD.
The Buggles eran Trevor Horn (bajo, guitarra y voz) y Geoffrey Downes (teclados y percusión), aunque antes de que se publicase The Age of Plastic ("La era del plástico") estaba con ellos también Bruce Woolley, que grabó una versión temprana y más convencional de Video Killed the Radio Star como artista en solitario. The Buggles, simplificando mucho, venían a ser una versión angloparlante de Kraftwerk, pero con aroma a chicle y gominolas, en lugar de a siderurgia y taller mecánico. Su universo musical era una fantasía futurista -hoy deliciosamente retro- que no dejaba de ser una parodia de la sociedad contemporánea de los medios de masas, la televisión y los electrodomésticos del hogar de clase media, la publicidad machacona y los productos enlatados fabricados en cadena.
Los singles de The Age of Plastic.
La idea surgió del ansia de Trevor Horn por desarrollar plenamente sus habilidades como productor musical, faceta que hasta entonces no le había dado éxitos al no encontrar temas de otros con los que trabajar. En este sentido, y pese a que The Buggles sólo grabaron dos álbumes, Horn consiguió lo que quería: convertirse en uno de los productores británicos de mayor prestigio, un referente que iría mucho más allá de los géneros electropop y new wave a los que se asocia el sonido del dúo. Tampoco le fue mal a Geoff Downes, aunque de eso hablaremos después, porque la historia tiene mucha miga.
Living in the Plastic Age
Elstree
Centrándonos en The Age of Plastic, lo primero que hay que aclarar es que no es solo el LP donde está Video Killed the Radio Star; todo el álbum es magnífico, divertidísimo, una golosina ochentera colorista que nos hace viajar en el tiempo a quienes recordamos aquellos años de la EGB, nuestra infancia de Airgam Boys y Peta-zetas. Escuchadas hoy, canciones como Johnny on the Monorail, Clean, Clean o Elstree suenan bastante ingenuas, pero en su sólida simplicidad está su belleza. Elementos comunes a todas ellas son el uso del vocoder, el cacharrito que "robotiza" la voz al pegárselo a la garganta (ver portada del disco), los abundantes sintetizadores y los coros femeninos. Ediciones más recientes del álbum incluyen tanto versiones editadas de sus temas originales como otras canciones incluidas en las caras B de los singles, entre ellas la vibrante Technopop, a mi entender (y pese a no estar en el álbum primitivo) el segundo tema más conocido del álbum.
Technopop
Vídeo killed the Radio Star
Varios de los cuatro singles extraídos del álbum contaron con vistosos videoclips. El más conocido, el de Video Killed the Radio Star, fue dirigido por Russell Mulcahy (que después dirigiría la mítica Los inmortales) e inauguró la más famosa cadena de televisión de temática musical, la norteamericana MTV. También es conocido porque cuenta con la presencia a la batería y los teclados del mismísimo Hans Zimmer.
La curiosa historia de The Buggles continúa en la próxima entrada.
En ascuas me tienes. Es uno de mis discos míticos de mi infancia. Ansioso de la próxima entrega.
ResponderEliminarQuedamos, pues, a la espera de las aventuras -supongo que eminentemente "asiáticas"- de Geoff Downes.
ResponderEliminarAntes de eso, la cosa se pone dramática.
ResponderEliminarPedazo de disco y pedazo de músicos. No es de extrañar que al poco tiempo los "ficharan" nada más y nada menos que... (¡huy!, casi hago espoiler)
ResponderEliminarParece que fue ayer, cuando en 1980, llegó a mi casa este vinilo, con una cubierta de plástico, por encima del cartón tradicional. ¡La de veces que lo escuché desde mi más tierna infancia!
ResponderEliminarNo conocía el tema TECHNOPOP, la verdad, ya que en el LP no aparecía, curioso, pero... ¡no lo había escuchado en mi vida! No me ha parecido gran cosa, después de varias escuchas, creo que cualquier tema del album original es mejor, por algo no apareció en el mismo.
Estaré atento a tu próxima entrada para seguir conociendo detalles de este uno de los grupos de cabecera de mi vida. Gracias, Conde! Me has hecho sentirme muy mayor...
Conde, una propuesta aprovechando el tirón Buggles. A ver si pudieras dedicar una entrada a "Azul y Negro", grupo pionero en el techno pop español y también en lanzar el primer CD de la historia por parte de un artista español, y autores de inolvidables himnos en los 80. Estoy seguro que muchos de tus seguidores te lo agradeceríamos un montón...
ResponderEliminarGracias!
¡¡Qué grandes los Buggles!! Y que pena que estos dos tipos sólo sacaran dos discos. Hubiera sido grandioso que hubieran continuado juntos durante muchos más años. Ese tecnopop ingenuo del que hablas tenía un gancho brutal y seguro que de haber continuado la fórmula hubiesen salido temas y temas de una calidad tan buena como la que dejaron esos dos albumes. Si hasta las caras b de sus singles eran auténticos temazos. Lo de los vídeos es otro cantar, vistos hoy en día el óxido ha hecho su mella.
ResponderEliminarDos músicos como la copa de un pino. Trevor, que prefirió decantarse por la producción, de la que hizo trabajos prodigiosos con multitud de músicos de la época y Geoffrey que se unió a Asia donde permaneció varias décadas (a destacar sus trabajos en solitario a partir de 1986 bajo el pseudómino de The New Dance Orchestra, auténticas maravillas instrumentales, aunque un poco difíciles de conseguir).
Lo dicho, una pena que la fórmula durase tan poco. Por cierto que su otro album (Adventures in Modern Recording) es tanto o más bueno que éste. Si te gustó The Plastic Age, busca el otro, no te arrepentirás.