martes, 12 de agosto de 2014

Gavin Bryars - THE SINKING OF THE TITANIC


1. The Sinking of the Titanic (24:40)
2. Jesus' Blood Never Failed Me Yet (25:57)

Los años de mayor ebullición en lo que después se conocería como "nuevas músicas" fueron seguramente los primeros 70'. No es que se crearan entonces todas las obras más emblemáticas; más bien se puede decir que fue entonces cuando saltaron a la palestra los principales artistas que definirían el género. Entre ellos se encontraba un grupo -que no necesariamente un colectivo- de compositores minimalistas que buscaban un acercamiento a públicos amplios, en la mejor coyuntura histórica para hacer algo así. Gavin Bryars nunca ha sido, ni de lejos, tan conocido como los habituales Glass o Nyman, pero es autor de una obra muy concreta que le hace figurar entre los grandes: The Sinking of the Titanic ("El hundimiento del Titanic"), una obra experimental compuesta entre los últimos sesenta y los primeros setenta que, para bien o para mal, se ha venido beneficiando durante años posteriores por el interés popular hacia el mito del famoso transatlántico que chocó con un iceberg.

Gavin Bryars (por Eamonn McCabe para The Guardian).

Gavin Bryars, antiguo bajista de jazz y discípulo de John Cage según la Wiki, tuvo la idea de realizar una obra musical que reflejase los últimos momentos sobre la cubierta del Titanic, cuando, según la leyenda no del todo confirmada, los músicos siguieron tocando en mitad del caos del naufragio hasta ahogarse. El resultado es una inquietante mezcla de música clásica de cámara con un sonido abismal propio del ambient, o lo que es lo mismo, el frío e insondable murmullo de las profundidades oceánicas devorando poco a poco a la frágil orquesta. Una pieza musical tan rara y ambiciosa necesitaba el empuje de un mecenas de altura, y Bryars tuvo la suerte de contar nada menos que con Brian Eno. El "padre" del ambient, impulsado precisamente por trabajos tan sorprendentes como el que nos ocupa, y por su admiración hacia su compositor, se decidió a crear su propia discográfica, Obscure Records, en la que lanzaría una serie de trabajos que hoy consideramos míticos: Discreet Music del propio Eno, Music from the Penguin Café de Penguin Café Orchestra y The Pavilion of Dreams de Harold Budd, entre ellos. La primera edición discográfica de The Sinking of the Titanic data de 1975, e incluía otro trabajo anterior de Bryars, cuyo título podría traducirse como "La sangre de Jesús nunca me ha fallado". Esta pieza se sustenta -manipulaciones sonoras aparte- en la voz de un vagabundo cantando este himno religioso en plena calle. Con el tiempo se llegaría a grabar una versión con la voz de Tom Waits, aunque no voy a detenerme en esta composición, ya que es The Sinking... la que me interesa.

La edición de 1990.

No obstante, al tratarse de una obra musical abierta, no sujeta a las imposiciones de una partitura tradicional, la versión contenida en el álbum de Obscure Records no deja de ser una de las varias que pueden encontrarse, y ni siquiera se trata de la más exhaustiva. Sí que es llamativa por ser la primera y más pura, por contar con la producción de Eno y por la participación en la orquesta de Michael Nyman, cuya obra Decay Music también publicaría Obscure al año siguiente. Por ejemplo, en 1990 apareció una versión "a disco completo" de The Sinking..., inspirada por el sensacional y mediático descubrimiento del pecio en 1985. Bryars añadió efectos sonoros a la obra, convirtiéndola definitivamente en un álbum conceptual sobre el trágico suceso, de una hora de duración. Posteriores ediciones siguen añadiéndole minutos, y es de suponer que The Sinking of the Titanic ha servido en innumerables ocasiones como banda sonora para exposiciones y actos conmemorativos relacionados con el barco. Incluso hay por ahí una interesante versión de la obra a cargo del electrónico-ambiental Aphex Twin, con el título de Raising the Titanic.

La versión de Aphex Twin.

Supongo que ahora toca mojarse un poco, y nunca mejor dicho. Para mi gusto, The Sinking of the Titanic maneja un concepto maravilloso (orquesta vs fondo del mar que se aproxima), aunque el desarrollo musical es lógicamente muy horizontal, lo que lo hace un trabajo no del todo accesible para los no iniciados. No he escuchado las ediciones posteriores a la de Obscure, pero supongo que los añadidos harán más llevadero el aumento de su duración. En cualquier caso, posee un poder de evocación bastante intenso que llega a provocar vértigo, y es justamente considerado un clásico. 

The Sinking of the Titanic, versión original.

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