CD 1
1. Alberich (24:54)
2. Loreley (39:35)
CD 2
1. Wotan (10:03)
2. Wellgunde (14:56)
3. Nothung (11:20)
4. Nibelungen (31:27)
Que Klaus Schulze siempre ha sido un admirador de Richard Wagner es algo bien conocido. Era raro que, a lo largo de una carrera tan larga como la suya, no hubiese realizado antes -y a las claras- un homenaje al gran compositor operístico alemán. Es cierto que uno de sus álbumes más conocidos, Timewind (1975) estuvo inspirado en el personaje de Wagner, si bien las referencias no eran demasiado explícitas. En fin, con un título como Rheingold (2008) no cabe la menor duda de que estamos ante una interesante visión de la que fue la primera entrega del ciclo de los Nibelungos, la titulada originalmente Das Rheingold (El oro del Rin, en castellano), estrenada en 1869 y considerada por muchos como la ópera más interesante de la tetralogía.
No soy un conocedor profundo del ciclo épico wagneriano, pero he escuchado buena parte de las cuatro óperas, y es cierto que El oro del Rin posee una cualidad fantástica e imaginativa muy especial, gracias al hecho de estar algo menos imbuida del dramatismo aplastante de las otras tres obras que componen el Anillo. Cuenta una historia mitológica inspirada en el mundo de los dioses nórdicos, con protagonismo de un enano llamado Alberich que se hace con el susodicho oro y se fabrica un anillo que el mismo Wotan (Odín) intentará arrebatarle, para utilizarlo pago para los gigantes que le han construido el Walhalla. Explicado esto, digamos desde ya que el argumento de la ópera de Wagner nos va a importar poco para disfrutar del álbum de Klaus Schulze. Aunque ese último tema, el bonustrack Nibelungen, tiene un retintín melódico que podría contradecirme...
Lisa Gerrard y Klaus Schulze saludan al público (imagen de last.fm).
Schulze, que fue uno de los grandes nombres de los años dorados de la electronic music -del krautrock alemán y la Escuela de Berlín- es uno de los músicos de aquella generación que han llegado más en forma a la actualidad. En algún momento, este señor eligió ser un corredor de fondo y mantener un estilo tal vez no tan aperturista como el de Jarre o Vangelis, pero más fácil de mantener en el tiempo y con un nivel de calidad bastante estable. Una de sus señas de identidad es el uso de algún instrumento acústico -digamos un violonchelo, por ejemplo- como contrapunto "orgánico" a las interminables secuencias electrónicas y lentas notas de sintetizador. Este mismo efecto dramático es el que logra infundir a Rheingold gracias a la profunda voz de la cantante Lisa Gerrard, un instrumento acústico de lujo que, en lugar de un añadido, supone por su importancia... casi casi un mano a mano en el conjunto del álbum, realizando un extraño dueto entre sintetizador y exóticos cantos. No importa que la vocalista de Dead Can Dance intervenga solo en algunos (largos) tramos, porque todo Rheingold queda en los sentidos como un trabajo en pareja. Ese mismo año 2008, habían grabado juntos el doble álbum de estudio Farscape, también muy recomendable, y volverían a los escenarios para una gira europea que dejaría más álbumes firmados por el dúo.
Una edición especial recogía el concierto en DVD y el CD de audio en un solo pack.
¿Qué clase de música nos vamos a encontrar aquí? Desde luego, debemos olvidarnos de cualquier parecido con la música clásica, al menos con la tradicional, porque -como ya hemos dicho siempre que hemos tenido por aquí a Klaus Schulze- la música de este señor está construida en horizontal más que en vertical, haciendo primar las texturas sobre las melodías (que o no existen o son casi imposibles de seguir), y suscitando en el oyente el efecto de estar contemplando alguna especie de paisaje imaginario medio telúrico, medio cósmico. Y Schulze exprime todo el zumo a cada idea, con temas laaaaaargos que nos dejan tiempo de sobra para sumergirnos en su lánguida liquidez musical. Lleva empleando esta misma fórmula desde comienzos de los años setenta, y aun así logra seguir sonando tan interesante como siempre gracias a una constante apuesta por la modernización tecnológica que jamás ha supuesto una renuncia a sus principios. Rheingold es una feliz constatación de que hacer música electrónica de vanguardia hoy en día no es necesariamente cosa de DJs.
Alberich.
Rheingold fue grabado en directo en el anfiteatro Loreley de St. Goarhausen (Alemania) durante el festival Night of the Prog (nombre que parodia el Night of the Proms), en la línea clásica clásica del género cósmico teutón tendente a ofrecer obras espontáneas, poco menos que improvisadas y con la cercanía que da su grabación inmediata, sin trucajes de estudio de por medio. Mucho más interesante que el álbum en CD es, evidentemente, su versión en DVD, de la que he incluido un extracto como ejemplo. Cerramos con la instrumental Nibelungen, grabada en estudio como complemento al álbum en vivo. Insisto en que yo detecto en su melodía un cierto colorido lejanamente wagneriano. ¿Opiniones?
En su momento compré la versión DVD de este concierto. Nibelungen no viene en esta edición.
ResponderEliminarMe gustó verlo en plena ejecución aunque como suele ser normal en este tipo de música es difícil saber de donde salen estos sonidos y resulta algo monótono y quizás aburrido para un oído no experimentado. el sonido es espectacular como era previsible.
Con todo soy mas fan de los primeros discos del alemán pero este disco y el anterior Farscape son una muy buena forma de introducirse en el mundo de Schulze.